«Si Tina Turner y Little Richard tuvieran una hija y la criaran con la ayuda de unos tíos como James Brown y Chuck Berry, sería como Nikki Hill.»
Así la definieron en el periódico The Star Tribune de Minneapolis y creo que no hay mejor manera de describir como es Nikki y su música.
Nacida en Carolina del Norte, Estados Unidos, Nikki Hill se vio influenciada desde pequeña por la energía y la música de los servicios que tenían lugar en la iglesia de Durham, donde acudía, en compañía de su madre soltera y sus dos hermanas mayores, para cantar en su coro de Góspel.
Unida sentimentalmente desde el año 2011 con Matt Hill, su alma gemela y guitarra principal en su banda, no sería hasta el 2013 donde vería la luz su primer trabajo discográfico, Here Nikki Hill. A este les han seguido Heavy Hearts Hard Fists (2015) y su postrera obra, Feline Roots de 2018.
Durante todos estos años Nikki, siempre con la inestimable ayuda de su marido Matt, ha logrado hacerse un hueco en el mercado con esa ecléctica y atractiva mezcla de estilos que influencian su música. En ella puedes encontrar ecos de las grandes voces del Soul y el R&B, como Etta James o Ruth Brown y de cantantes como Otis Redding o Little Richard interpretados desde la perspectiva y con la potencia rockera de unos AC/DC.
Acompañados por Laura Chávez a la otra guitarra, Marty Dodson a la batería y Nick Gaitán al bajo, no te los puedes perder, en directo, como demostraron la última vez que tuve la oportunidad de verles en noviembre de 2016, son una banda que no deja a nadie indiferente.
