Lo que viviremos el próximo 5 de octubre en la Sala Salamandra se presenta como un vendaval de heavy metal. Dos bandas que lo bordan en lo suyo presentando dos discos buenos (uno de ellos, quizá, lo mejor de lo que llevamos de 2018) y una comunión público–artistas tremenda, sin duda, pues su música invita a eso.
A Primal Fear no los vamos a descubrir. Unos 20 años de carrera dan para mucho, incluso para convertir en hermandad lo que empezó como un proyecto, según palabras de su bajista y fundador, Mat Sinner en nuestra entrevista. Además, en la misma deja muy claro que su objetivo es el dar, noche tras noche, un espectáculo brutal. Ya pudimos comprobarlo en el Granito Rock y, hace unos años, en el Ripollet Rock, pero su último trabajo, Apocalypse (2018), bien merece una puesta en escena especial, en sala, y con todo su potencial en lo más alto.
Por si fuera poco, Ralf Scheepers es un seguro en directo. El que fuera la primera voz de Gamma Ray y uno de los que podía haber sustituido a Rob Halford en Judas Priest, con su banda se resarció y pudo demostrar que, con la música adecuada, es un cantante a tener en cuenta.
Sus principales acompañantes, y el plato fuerte para mí, son Riot V. Su último lanzamiento Armor of Light (2018) es un auténtico bombazo, a la altura de su clásico Thundersteel (1988). Estos dos son álbumes prácticamente perfectos, atemporal uno y el otro camino de serlo. Si con esto no bastara, hace unos años en el Rock Fest y hace pocos meses en el Leyendas del Rock el recital que dieron fue memorable, siendo la mejor de todas las bandas participantes para los afortunados que pudieron verlo.
Yo en particular no he visto a ninguno de los dos grupos encima de un escenario, así que espero que los días pasen rápido para dejarme la garganta, las cervicales y el cuello en una sesión inolvidable de riffs afilados, baterías potentes y dos voces como la copa de un pino.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.