Hay lujos a los que uno tiene la enorme tentación de caer ahora que finaliza el verano y empieza la rutina anual. Uno de ellos es el concierto de los norteamericanos She Wants Revenge en la sala hospitalense de Salamandra. Es la única fecha hispana y una oportunidad única para disfrutar de la oscura magia alquímico-sonora del grupo. No estarán solos puesto que el cartel se completa con State of the Union. Su rock gótico con grandes dosis de música electrónica son los principales ingredientes para una noche inolvidable. El día 30 de agosto tocarán en Barcelona y el día 1 de septiembre en Madrid, concretamente en la sala Nazca Live.
Su eclosión temprana la situamos en los albores del nuevo siglo junto a grupos como Editors e Interpol. Todas aquellas bandas impulsaron un sonido único derivado del post punk, coqueteando con el indie y en el caso de She Wants Revenge, bañado en oscuridad. Difícil de olvidar son aquellos tres singles de su ópera prima de 2006 contando en uno de los videoclips con toda una Shirley Manson de Garbage (en “These Things”) o sus giras con Depeche Mode o Placebo. En Estados Unidos escalaron en las listas hasta el número 38. Contribuyeron a ponerlos en el mapa Tear You Apart” y “Out of Controls”, temas que a buen seguro van a caer en el show en el Baix Llobregat. No todos los grupos pueden presumir de que uno de sus videoclips está dirigido por Joaquim Phoenix. Hay que añadir en su currículum que sus canciones han estado en las bandas sonoras de series de moda de la talla de American Horror Story, Fringe o Numb3rs. Su segundo disco fecha de 2007 y llevó por nombre This Is Forever, consiguiendo otra vez muy buenas posiciones en las listas. A partir de entonces espaciaron la edición de sus álbumes y es en 2011 cuando sacaron a la luz su última obra hasta la fecha: Valleyheart.
Ocho años sin material nuevo es una eternidad, pero Justin Warfield (voz, guitarra y teclados) y Adam Bravin (bajo y programación) no tienen prisa para editar material de nuevo cuño. Se acompañan en directo -normalmente- por Thomas Froggat a la guitarra, Scott Ellis a la batería y Jason Payne a la otra batería y percusión. Sus shows son oscuros y dominados por los tonos rojos de las luces. Las reminiscencias a los Sisters of Mercy, Killing Joke, The 69 Eyes o Interpol siempre planean durante sus intensas descargas. La mejor forma de terminar el verano y empezar un nuevo curso.