Madrid, Barcelona y Valladolid se han visto agraciadas con la visita de nuestros queridos locos de Fagerta (Suecia): The Hives. No soy ni un especialista ni un amante de ese rock apopado y comercial del que practica el grupo, pero sí soy die-hard fan de The Hives por muchísimas razones, pero especialmente, por una: la experiencia en directo. Sólo pude verles una vez en un ya lejano Azkena y el espectáculo fue absolutamente inolvidable.
A su blanco y negro elegante y corporativo le añaden esos hits absolutamente irresistibles que han enamorado tanto a metaleros como a gente que consume música de moda. El enorme número de canciones imprescindibles es realmente impresionante a pesar de ser un grupo que tampoco suele prodigarse mucho en estudio. Cinco discos en 25 años demuestran que son pacientes, reflexivos y que estudian el momento para dar la campanada.
Hace 10 años que esperamos un disco nuevo de Howlin’ Pelle Almqvist y compañía, pero tampoco hay prisa, apetece una gira con grandes éxitos de garage rock punk y que podamos dejarnos las gargantas cantando canciones que les llevaron al número 1 en 2004 (Tyrannosaurus Hives) en su país natal y que multiplicaron su fama en 2007 con The Black and White Album. Y es que todo el mundo conoce “Hate to Say I Tell You So» o “Tick Tick Boom”.
La magia del grupo es que podían encabezar un festival como el de Benicàssim o estar en lo más alto del Azkena Rock, en lo alto del cartel junto a los grandes dinosaurios metálicos de los 80. Ese es uno de los grandes poderes de The Hives, que encajan en todo, como su blanco y negro de fábrica, su buen humor y sus ideas disparatadas, que las utilizan tanto para directos como para sus impagables videoclips.
Y es que han ido viniendo mucho a la península, pero en Barcelona no tocan desde 2014, y ya se estaba haciendo largo. Afortunadamente este próximo jueves 8 de septiembre estaremos dándolo todo en la mayor de las Razz.
La banda de rock ‘n’ roll de Montpelier Les Lullies abrirá la noche con su rápida y enérgica propuesta musical, salpicada por el sonido de bandas tan míticas como Radio Birdman, Buzzcocks y The Boys. Entrante perfecto para una velada que se nos antoja explosiva. Tick Tick Tick… Boom!