Hay gente que dice que en el metal ya no hay espacio para innovar. De hecho, recuerdo al cantante de un grupo de estos lares decir que el rock y el heavy metal debía ser una (o dos) guitarras, un bajo, una batería, un@ cantante y una pared de amplis. Pobrecillos, no saben lo que se pierden.
¿Y qué se pierden? Pues, por ejemplo, a los chicos que hoy nos toca revisar. The HU llegan desde lejos, de Mongolia, practican algo llamado hunnu rock, pero que yo ya bauticé como metal folclórico o folk metal, pero no entendiéndolo como nuestra música con gaitas y violines sino como una música con fuertes raíces a una tierra o cultura. La oriental, en este caso.
¿Y qué tiene de especial para que les denominemos folclóricos? Pues, para empezar, los instrumentos. Si bien es cierto que tienen algunos habituales, son los autóctonos como el morin khuur o el canto gutural de garganta típico de su tierra natal los que les hace destacar. Eso y un gran puñado de buenas canciones de las que no entenderás nada si no hablas su idioma.
Por el momento no se conoce si habrá algún otro artista invitado, pero creo que no hace falta decir que los orientales son un reclamo más que decente para petar Salamandra un viernes de noviembre.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.