No conocí a Tony Macalpine hasta que cayó en mis manos el primer disco de Planet X llamado Universe (2000), en una época en la que navegaba entre muchos géneros y subgéneros dentro del metal. Me aficioné mucho a Dream Theater, hasta el punto de la obsesión, y a otros grupos como Symphony X, Andromeda y un largo etcétera. Cualquier cosa que sonara mínimamente a estos grupos lo tenía que consumir y aunque hoy en día no le presto tanta atención me sigue gustando.
Tener la oportunidad de poder disfrutar de su maestría a las seis cuerdas y en una sala como Salamandra, se convierte en una cita ineludible. Lleva en activo desde mediados de los año 80 participando en múltiples proyectos pero no solo como guitarrista, también es un maestro con el teclado y lo ha demostrado junto a grandes músicos de la talla de Joey Tafolla o Vinnie Moore.
Tras sufrir un cáncer que no le permitía ni tan siquiera poder coger la guitarra debilitado por la quimioterapia, a la que se recuperó empezó a componer el disco que nos vendrá a presentar. Death and Roses (2017) es un disco en el que Tony toca la guitarra y los teclados, repleto de filigranas, grandes solos, infinidad de riffs imposibles y geniales atmósferas. Una colección de canciones que le han ayudado a superar esta cruel enfermedad y afrontar la total recuperación siendo un disco muy luminoso aunque con algunos recobecos oscuros. Está muy bien acompañado por Gergo Borlai a la batería y Pete Griffin al bajo que han realizado un trabajo soberbio.
No sé con que formación vendrá para esta cita pero seguro que traerá músicos de primera línea para ofrecernos un show repleto de momentos memorables con el talento de este extraordinario músico.