Estoy seguro que la mayoría de los que estéis leyendo esto ya habréis visto a Toundra en directo en más de una ocasión. Si es efectivamente así, sabréis que el cuarteto madrileño es un torbellino de energía y que su habilidad para subir a los niveles más altos de épica e intensidad para bajar en cuestión de segundos a la más dulce y atmosférica placidez es casi única. Por ello, tras cinco discos (más uno con Exquirla), un montón de conciertos y el respeto unánime de absolutamente todo dios, estos chicos se han ganado sobradamente el derecho de hacer lo que les dé la gana con su música y con su carrera.
Y vive dios que lo aprovechan, porque lejos que querer mantenerse en los parámetros habituales de una banda de post rock / metal instrumental, no pierden la oportunidad de escaparse a explorar nuevos territorios. Y en la ocasión que se nos presenta van a explorar territorios verdaderamente poco habituales. Cuando la gente del Cafe Kino madrileño les propuso musicar más o menos improvisadamente el clásico del expresionismo alemán El Gabinete del Doctor Caligari, los chicos de Toundra decidieron que irían unos cuantos pasos más allá y que compondrían una banda sonora completa en sincronización con las imágenes que serviría para acompañar musicalmente una historia tan clásica como ésta.
Un año y pico después de esa primera actuación, nos encontramos con la banda sonora ya en el mercado y publicada como un nuevo disco (no al uso) de Toundra, y por si fuera poco, con una gira ante suyo en la que van a interpretar esta banda sonora al completo en salas de cine mientras se visiona la película. La música de la banda se transmuta aquí en algo nuevo y aún desconocido, abandonando los intensos crescendos y los potentes guitarrazos para confinarse en sus rincones más intimistas, introduciendo teclados y sintetizadores para crear texturas inquietantes y atmosféricas que, a pesar de llegar por un camino muy distinto, suenan 100% a Toundra.
Los conciertos de esta gira (que son pocos y no se extenderán demasiado en el tiempo) son una oportunidad única de ver a esta banda en un contexto absolutamente distinto al que estamos acostumbrados. Y si ver a Toundra en directo ya es algo que es recomendaría en cualquier circunstancia (y de hecho, exactamente una semana después de este concierto, el 14 de marzo, los llevamos nosotros a Granollers y no hace falta decir que os lo recomiendo mucho muchísimo), pero me da la nariz que de aquí vamos a salir todos con la mandíbula en el suelo y el corazón en un puño. Así que, chicos y chicas, hacedme el favor de ir.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.