Supongo que muchos de vosotros, como yo, descubristeis a los daneses VOLA por el hecho de ser los teloneros de la última gira de Katatonia que pasó por aquí, aquella que venía también con Agent Fresco en 2016. Cuando los anunciaron yo no los conocía de nada, pero a la que me puse ese primer Inmazes, lo cierto es que flipé lo suyo. A primera vista parecía djent, pero allí había mucho más, desde expansivas y luminosas melodías pop a momentos íntimos e introspectivos que te hacían caer una lagrimita, pasando por no pocos pasajes de esos de dejarte el cuello en el suelo de tanta sacudida o momentos electrónicos y bailables capaces incluso de abrirte la boca con la sorpresa.
Su directo, quizás por su posición de primera banda en el cartel, no fue entonces tan satisfactorio como prometía el disco (aunque no estuvo nada mal), pero sin duda la cosa sirvió para que la banda quedara en mi radar como una apuesta de futuro realmente a seguir.
Y lejos de acomodarse en las mieles del éxito cosechado con su debut, el disco que siguió a Inmazes parece completamente otro mundo. Applause of the Distant Crowd deja atrás la mecánica y la matemática del djent para meterse de lleno en terrenos orgánicos, oníricos y sinuosos. A veces parece otra banda. Pero a pesar de todo, muchas veces no. Y de hecho, aunque al principio me quedé un poco a cuadros, cuantas más escuchas le di más acabé también enganchado a su clase y a su creatividad. La música de VOLA había cambiado, pero su espíritu y sus ansias por seguir explorando los límites de su sonido no solo siguen intactos, sino que parecen más vivos que nunca.
Tres años después de esa primera visita, los daneses se animan ahora a embarcarse en su primera gira como cabezas de cartel. Un mes en la carretera junto a dos bandas que les pueden complementar perfectamente como son Arch Echo y Rendezvous Point. Los primeros prometen ser todo un simpático festival de prog jazzístico técnico y bailable, mientras que a los últimos, mucho más groovies y severos pero igualmente atractivos, quizás les recordáis de esa extraña velada en las que se mezclaron los conciertos de Leprous y Annihilator en Razz 2, ya que los noruegos eran entonces teloneros de sus compatriotas. Ésta es una empresa valiente para una banda cuya capacidad de convocatoria -para mí- es todo un misterio. Sea como fuere, este tipo de recintos pequeños, como son la sala Rocksound en Barcelona o la sala Nazca en Madrid, creo que van a ser capaces de encapsular a la perfección la energética pero a la vez íntima propuesta de esta banda.
Si te gusta el prog, el djent, la música sensible, sorprendente y experimental, la clase y la elegancia, entonces la visita de VOLA y sus compañeros a nuestros escenarios puede ser un muy buen plan para ti.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.
