Los metalheads podemos seguir yendo a grandes festivales, faltaría más (sobre todo con el hambre de directos post pandemia). Podemos seguir pagando grandes cantidades de dinero para ver a grandes (en todos los sentidos de la palabra, también en la edad) artistas, en grandes recintos con grandes colas y grandes sudadas para conseguir cualquier cosa que se nos antoje. Pero también tenemos otras opciones.
Dentro de tres semanas, aquel que prefiera algo más recogidito, más de andar por casa, con menos aglomeraciones, precios más asequibles, un clima seco que favorece que las zonas de sombra sirvan de algo y, lo más importante de todo, con un cartel muy apetecible que, si bien prioriza el power metal, no deja de lado otros géneros, tiene una cita ineludible en el Z! Live Rock Fest 2022. La Z es de Zamora, of course. El que esto escribe es descendiente directo, y actualmente vive, en dicha provincia, y os asegura que, por la mitad de lo que soléis gastar en cualquier otro festi, podéis pasar tres días estupendos en una zona con una gastronomía, unos servicios, unos alojamientos (tenéis la opción también de reservar en la zona de acampada del evento) y una gente que os hará entender aquello de que “Zamora no se conquistó en una hora”.
He tenido la oportunidad de asistir ya dos veces al creciente acontecimiento y os puedo aseverar que, además de pasármelo pipa, he sido testigo directo del cariño, el mimo, las ganas y la profesionalidad con las que l@s chic@s de la organización vienen montando el tinglado desde su primera edición.
En esta ocasión, personalmente, no pienso perderme a los clásicos nacionales Avalanch, a la bestia del panorama Leo Jiménez, a los que para mí son el mejor descubrimiento dentro del género mencionado en los últimos años, Beast in Black, ni por supuesto a los que tantas alegrías me dieron en el pasado, Blind Guardian, entre otros. Más allá de mis gustos personales, los gotiqueros Moonspell y Lacuna Coil harán las delicias de los amantes del negro, los thrashers Legion of the Damned de los giracuellos y Korpiklaani hará que tod@s, sin importar nuestras preferencias, alcemos nuestras jarras al son de su folk metal juguetón. Entre veintena de bandas restantes, hay música de todos los colores. Siempre plugged, por supuesto.
Quim Heras piensa dar buena cuenta de todo en una futura crónica en esta humilde página en la que nos juntamos los Científicos del Ruido para compartir nuestra pasión. Si le queréis acompañar, no dudéis en buscar la información necesaria en la página oficial del Z! Live Rock Fest 2022, donde veréis que implementaciones como la pulsera electrónica cashless, una zona de merchandising ampliada o la calidad de los foodtracks contratados, acabarían de convencer al más escéptico.
Se trata de un festival que, personalmente, estaba deseando que volviera a las andadas precisamente por lo apuntado: su calidad sumada a su asequibilidad y campechanía. Y porque yo también me debo estar haciendo mayor.
Vivo en una cueva (no pienso deciros donde que me la okupais, so rojeras) de la que nunca salgo, con un lemur, al que llamo Simple, que se encarga de comprar (en el Bonpreu, of course, que soy asceta pero molt català) víveres para ambos y, de vez en cuando, chivarme kosikas sobre eso que los mortales llamais Jevi Metal o RokanRós para que yo, después, y sin ningún tipo de criterio ni el más mínimo sentido del gusto, dé mi opinión al respecto y algún medio de comunicassao, en este caso el de los científicos del ruido, se atreva a publicarlo. Jamás dejaré de perder. Si quereis, perderos conmigo…