Para cualquiera que viva o conozca bien la capital vallesana, como yo mismo, sabrá que las palabras Granollers y metal no suelen leerse a menudo en la misma frase. Es cierto que ha habido y aún hay algunas iniciativas más o menos rockeras, como la incipiente apuesta del colectivo Drástik Punkaires, que tienen la ilusión de establecer un calendario permanente en su nuevo espacio, pero nadie me negará que la ciudad está muy pero que muy huérfana de eventos metaleros.
Este hueco lo intenta llenar, en parte, y sobretodo en su anual Nit de Llops, el colectivo de músicos de la ciudad llamado Asgram (Associació granollerina de músics). Si en la edición del año pasado contaron con un cartel más que interesante gracias a la presencia de Blaze Out y Red Raw, este año seran los también barceloneses Arcanus los que lideren un triplete de bandas diverso, potente y muy joven de la mano de su groove death metal poderoso y preciso con claras influencias de grupos como Pantera, Lamb Of God o Gojira.
Para acompañarlos y completar un cartel que satisfacerá a los sectores más modernos del metal, contaremos con el deathcore melódico de Last Dissonance y el post hardcore de Reset in May, una banda de Granollers que actuará de anfitriona y que en los últimos meses no ha parado de tocar, actuando incluso de teloneros en la fecha barcelonesa de la gira de los moldavos Infected Rain.
Como cada año, se trata de un evento absolutamente gratuito, con lo que no hay excusa para no ir a no ser que prefieras ser de esos que se siente más cómodo en el sofá quejándose de que no hay nada de metal en la ciudad. La Nau B1, sobradamente curtida en eventos de otros estilos del pop y del rock, suele ofrecer unas buenas condiciones acústicas, así que nada impedirá que vivamos, entre lobos, una buena velada de metal en Granollers.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.
