La previa de Science of Noise: PARADISE LOST

Los amantes del doom metal estamos de enhorabuena este otoño: los tres grandes grupos británicos que le dieron lustre al estilo a principios de los noventa han estado o van a estar por nuestros escenarios durante este otoño. El Madrid Is the Dark nos ofrecerá la posibilidad de poder ver a My Dying Bride después de unos años sin pasarse por aquí, mientras que los simpáticos Anathema (perdonad si suena a coña, pero sí, ellos también fueron unos grandes del doom aunque ahora se hayan quedado solo en grandes) acaban de ofrecernos un par de conciertos excelentes. La tercera pata del tridente es Paradise Lost, que después de probar por varios estilos se han reasentado en el doom más pesado con su reciente Medusa, el disco que nos vendrán a presentar. Y lo hacen acompañados de dos escuderos de lujo como son Pallbearer y Sinistro.

A punto de cumplir tres décadas sobre los escenarios, Paradise Lost es una banda que siempre ha demostrado mucha valentía y que ha dado muchas vueltas para acabar más o menos donde había empezado. Gothic (1991) es uno de los trabajos definitorios y más queridos de todo el panorama doom metal de los 90, y Medusa (2017) es probablemente el disco que más se le parece. Por el camino, acercamientos más o menos exitosos al metal y al rock gótico con Shades Of God, Icon y Draconian Times o al synthpop más oscuro con Host o Believe In Nothing para acabar volviendo a la senda del doom más pesado y poderoso en sus últimos discos, dando un pasito más allá en potencia e inspiración en cada uno de ellos hasta encontrarnos actualmente en su momento más puramente doom desde hace más de veinticinco años.

El cuarteto de Halifax ha mantenido un line up muy estable desde el primer momento, siempre bajo el liderazgo de Nick Holmes a la voz y Gregor MacKintosh a la guitarra, y escudados por la fiel y desapercibida figura del bajista Stephen Edmonson. Que los intereses de la banda se centren de nuevo en las vertientes más agresivas del doom no es sorpresa ni casualidad, ya que tanto Nick como Gregor andan últimamente bastante ocupados con sus bandas paralelas de death metal, Bloodbath y Vallenfyre, con lo que algo se les debe haber pegado. Después de que su concierto en el pasado Rock Fest resultara ser una dolorosa decepción por culpa de un sonido horrible y una entrega más bien moderada por parte de la banda, tengo confianza en que en sala sean capaces de dar lo mejor de sí mismos y podamos disfrutar tanto de clásicos fabulosos y atemporales como «Embers Fire», «As I Die» o «The Last Time» como de lo mejor de su fantástica carrera reciente como «No Hope in Sight», «Faith Divides Us – Death Unites Us», «Beneath Broken Earth» o «Blood And Chaos».

Pallbrearer son una de las grandes esperanzas de un género que vive a día de hoy su segunda juventud. Lo suyo no es doom metal estricto, sino que han conseguido amasar una amalgama de doom clásico, doom metal, stoner y psicodelia (y en su último disco, incluso rock alternativo del rollo Alice in Chains) para crear un sonido particular e identificativo. A pesar de ser una banda relativamente joven, los de Arkansas son ya toda una referencia desde que Foundations of Burden copara las listas de mejores álbumes de 2014 en casi todas las revistas especializadas. Su último trabajo, Heartless, no alcanza en mi opinión el nivel espectacular de su disco anterior, pero se trata de otra obra destacable y absolutamente merecedora de atención.

Para completar un cartel de lujo tenemos a los portugueses Sinistro y su doom oscuro, atmosférico y pesadísimo cantado en portugués. Su original propuesta y la infecciosa voz de Patricia Andrade, que va desde lo dramático a lo viperino sin ningún esfuerzo, han ayudado a que el quinteto lisboeta se haya convertido en una de las grandes sensaciones del doom actual. Su segundo disco, titulado Semente, salió hace poco más de un año bajo el cobijo de la discográfica reputada francesa Season of Mist (lo cual siempre es una garantía) y después de su exitoso paso por el Resurrection Fest este verano, tendremos la opción de comprobar en salas si todo el hype alrededor de esta banda es merecido y tiene su razón de ser (y me huelo que así es).

Un cartel completísimo que, no hace falta ni que lo digamos, es una cita imprescindible para todos los fans del doom metal. Tres bandas que representan tres vertientes muy distintas del doom que se van a juntar en un mismo escenario para aplastarnos contra el suelo con su pesadez y deprimirnos con su fúnebre melancolía. Como somos así de masocas, allí estaremos. Y probablemente… tú también.

Albert Vila

Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.

Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.