Desde Glasgow aterriza nuevamente en Barcelona la maquinaria de Primal Scream. Si alguien busca una banda camaleónica en el mundo rock lo mejor es dirigirse a ellos. La banda de Bobby Gillespie ha sabido siempre innovar (y con bastante éxito, todo sea dicho) dentro de los cánones del rock and roll.
La imagen rebelde indie de sus inicios mutó hacía una imagen más cool nutriendo su propuesta de elementos de música dance. Estoy hablando efectivamente del increíble Screamadelica (1991). Disco que posiblemente sea considerado por la mayoría como su obra magna. Viendo que se encallaba un sonido decidió añadir cierta dosis de neo-psicodélia a su catálogo y gestó Vanishing Point (1997). Desde entonces, la innovación no se ha detenido nunca.
Bobby, lejos de estancarse ha sabido siempre rodearse de grandes colaboradores, no hay excusa para meter una colaboración con Haim, o Kevin Shields de My Bloody Valentine, Robert Plant o incluso en un par de ocasiones Kate Moss se ha atrevido a cantar con Primal Scream.
Su concierto en la sala Razzmatazz será el segundo de este 2019. La banda escocesa actuó en el pasado Primavera Sound siendo una de las pocas bandas de rock que pasaron este año por el mítico festival barcelonés.
Si bien es cierto que han acudido de gira muchas veces a Barcelona, no se precisan muchas excusas para volver a ver al genio de Bobby y sus Primal Scream en directo y poder brincar con temas enormes como «Jailbird», «Miss Lucifer», «Rocks» o «Country Girl». Seguro que no nos defraudan.