El Ripollet Rock hace ya mucho tiempo que se ha convertido en un referente absoluto entre los festivales gratuitos de la península. Desde sus humildes inicios, en el que empezó siendo una pequeña actividad en la Festa Major de la ciudad con carteles formados únicamente por bandas locales, hasta conseguir llevar al escenario del Parc dels Pinetons de la ciudad barcelonesa a bandas de la talla de Grave Digger, U.D.O., Rage, Moonspell, Edguy o Masterplan, el festival ha ido creciendo edición tras edición para erigirse en un valor sólido y seguro en un mundo este, el de los festivales, en el que los eventos nacen y mueren casi más rápidamente de lo que podemos darnos cuenta. Este año el festival vallesano celebra ni más ni menos que 25 años de existencia, un hito al alcance de muy pocos eventos de este tipo, gratuitos o de pago, lo que pone en evidencia la perseverancia y pasión que la gente de la Associació Ripollet Rock, a través de sus múltiples tentáculos, ya sea la revista La Olla Rock Fanzine o el programa de radio Viaje al Reino del Metal, ponen en la organización de un festival que, como siempre, apuesta por los sonidos más clásicos dentro del hard rock y heavy metal.
Veinticinco años no se cumplen todos los días, así que esta edición del festival vallesano merecía un cabeza de cartel de un nivel acorde a la efeméride. Hasta hace bien poco tiempo, los japoneses Loudness parecían una banda imposible de ver en España, y de un día para otro, gracias a un cambio en su management, hemos pasado a tenerlos por aquí cada año después de sus dos presencias consecutivas en el Rock Fest Barcelona de 2015 y 2016. En esta ocasión su visita veraniega se traslada unos diez kilómetros hacia el interior, desde Santa Coloma hasta Ripollet, donde la banda liderada por Akira Takasaki se erigirá como la protagonista indiscutible de esta edición. Con más de treinta y cinco años de carrera y la friolera de 26 discos de estudio a sus espaldas, el cuarteto nipón vendrá a descargar su heavy metal antémico, guitarrero, sobredistorsionado y descaradamente ochentero a través de himnos como «You Shook Me», «So Lonely», «1000 Eyes» o la archi conocida «Crazy Nights»
Crystal Viper es un cuarteto polaco de heavy metal puro y duro. Aunque en esencia beben a trago limpio de bandas clásicas como Iron Maiden y su música está repleta de riffs y solos metaleros de los de siempre, en los últimos álbumes, especialmente el reciente Queen of the Witches (2017), han decidido explorar un poco el camino pavimentado por los finlandeses Battle Beast, antemizando y festivizando su propuesta, con su líder Marta Gabriel revelándose como una vocalista y frontwoman realmente potente. Con seis álbumes de estudio en poco menos de diez años de carrera, Crystal Viper es un grupo que tiene muy claro lo que quiere y como conseguirlo, y en este Ripollet Rock tienen la oportunidad de dar un paso más allá. Si su directo tiene algun tipo de parecido con el de Battle Beast, estaremos sin duda ante uno de los conciertos del festival.
Jaded Heart serán los encargados de dar el toque hardrockero a una velada especialmente dominada por el heavy metal más clásico. Melódicos, bailables y antémicos, los alemanes son una garantía en directo tal y como han demostrado en sus últimas visitas a nuestros escenarios. El quinteto liderado por el vocalista sueco Johan Fahlberg es una pequeña institución en su país natal gracias a una docena de discos más que sólidos, y prometen animar la noche de Ripollet con temas festivos, alegres y positivos como «Tomorrow Comes» o la fabulosa y pegadiza versión rockera del «Paid My Dues» de Anastacia.
La representación nacional viene en esta ocasión de la mano de dos bandas catalanas. En primer lugar, los barceloneses Regresión vendran a demostrar el excelente momento de forma en el que se encuentran después de la publicación de su reciente Terra Ignis hace pocos meses. Heavy metal macarra y callejero sin dejar de ser algo épico, con un pié en Obús y el otro en Iron Maiden y una excelente reputación en directo, su último disco viene repleto de temas potentes y pegadizos como la rockera y motorhediana «Quién Soy Yo (Sin el Puto Rock N’ Roll) o epopeica «La Balada de Trafalgar». Para su concierto en Ripollet van a contar, por cierto, con la ayuda de Victor de Andrés de Zenobia a la guitarra. Con una legión de fans fieles que les siguen allí donde van, personalmente aún no me he desvirgado con el directo de esta banda, y no me faltan ganas de hacerlo.
Finalmente, cierra el cartel el quinteto de Terrassa Rising Core y su potente y elegante heavy metal progresivo coronado por la voz de Verónica Galindo. Pasando un filtro moderno pero orgánico a una especie de encuentro entre Queensrÿche y los Evanescence más metaleros, vendrán al Ripollet Rock a presentar las canciones de su segundo disco, el reciente Under Thoughts, un muy buen trabajo en el que nos enseñan todo de lo que son capaces.
Guste más o menos el cartel o los estilos que suelen formarlo, es innegable que el Ripollet Rock forma ya parte del ecosistema veraniego del Área Metropolitana de Barcelona tanto como los chiringuitos de playa o la proliferación de turistas rusos. Por ello, y para dar soporte al rock y al metal y a una asociación devota y entregada a un proyecto valiente y underground como éste, os animamos a todos a que os dejéis caer por Ripollet, echéis unas cervezas y levantéis bien fuerte esos cuernos al ritmo de «Crazy Nights». Nosotros sin duda estaremos allí.
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.