Mientras preparaba todas las mierdas que suelen adornar nuestras reseñas (tracklist, ficha técnica, fotos, etc.), me ha dado por pegarle una primera escucha a esta obra tan importante, considerable, significativa, principal, sustancial, notable, primordial, valiosa, interesante, trascendental, fundamental, sólida, vital, urgente, grave, conveniente, solemne, preponderante, grande y, por qué no decirlo, enorme del power metal, y casi me da un desmayo, mareo, desvanecimiento, vahído, síncope, soponcio y, por qué no mencionarlo, un colapso, mientras el desinterés, la indiferencia, la abulia, la apatía, la dejadez, el abandono, la desgana, el hastío, y el tedio recorrían mis venas.
El power metal no es lo mío, y a mis 43 tacos no creo que tenga ganas de rememorar aquellas tardes eternas preparando los personajes de turno para echarnos una partidita al Dungeons & Dragons o al RuneQuest. Admitidlo, viejóvenes: la preparación de los personajes… ¡era lo más puto mejor de jugar al Rol! Quedar la tarde antes con el master para darle forma al personaje que él mismo se encargaría de matarte horas o días más tarde, era un entretenimiento al alcance de muy pocas personas. Lo cierto es que hace mucho que abandoné ese tipo de entretenimiento, pero los recuerdos que guardo de esas reuniones con los colegas se han quedado grabadas a fuego en mi alma.
Todos los sentimientos que son capaces de hacer aflorar las experiencias lúdicas, son muy complicados de replicar en cualquier otra área y más aún cuando nos consiguen hacer conectar con nuestro «yo pasado». «¿Y por qué os explico todo esto?», os estaréis preguntando las tres o cuatro personas que me estáis leyendo. La respuesta es sencilla: cualquier disco de power metal tiene la capacidad de convertirse en la banda sonora de cualquier partida de Rol, y este que hoy cumple 25 años no solo no es una excepción, sino que seguramente sea la piedra angular de toda partida que se precie. No hay más que echar un vistazo rápido a su portada:
- ¿Dragón? ✅
- ¿Fortaleza? ✅
- ¿Mundo de tinieblas que podría perfectamente ser Glorantha? ✅
- ¿Personaje guay tipo mago? ✅
- ¿Personaje chungo y/o oscuro tipo Broos? ✅
- ¿Torreón? ✅
- ¿Criatura mitológica? ✅
- ¿Espadote? Bueno, sí, pero en forma de mandolina… o algo así ✅
En general, todo lo que haga trabajar a nuestra mente con el fin de crear algo de la nada, es bueno. Y es duro, porque este tipo de juegos, te incita a generar escenarios, situaciones y personajes pero siempre con un punto muy importante: coherencia con el mundo planteado de origen. Pero todo esto, trasladado al mundo de la música, es un coñazo de proporciones bíblicas, y voy a tratar de explicar el porqué.
Para ser sincero, no poseo ninguno de los 11 álbumes de estudio (creo) disponibles de Blind Guardian. Lo mejor de ellos es su tremendo vocalista y los arreglos vocales, de naturaleza rítmicamente operística. De hecho, y permitidme que haga un inciso, hay gente por ahí que se refiere a este Imaginations from the Other Side como el «A Night in the Opera (de Queen) del power metal.» No seré yo quien se lo discuta, pero me parece una comparación, no solo obscena, sino incluso ofensiva. Reconozco que cuando un Xavi-Prat-de-la-vida les escucha o les ve tocar en directo, le deben invadir 1.001 escalofríos que le recorren la columna de norte a sur, pero de ahí a compararles con los británicos… Bueno, ambos tiene un disco con el mismo título, pero ya.
Al turrón. Este álbum comienza (creo) en la dirección correcta con la magnífica canción principal, pero a partir de ahí parece ir cayendo poco a poco. La composición general de las canciones no me parece nada del otro mundo y, sin haber escuchada nada más de ellos, me aventuro a decir que casi todas las canciones aquí contenidas sonarán como casi todas las canciones contenidas en el resto de sus álbumes. La voz de Hansi es genial, de eso no me cabía la menor duda, y la musicalidad, aunque repetitiva e incluso tediosa, seguramente esté a la par con la de sus otros lanzamientos, pero no me parece que sea un álbum que contenga temarrales. Y me sorprende, pues he leído también por ahí que antes de que saliera Nightfall in Middle-Earth (1998), el trabajo publicado por la banda tras este que nos ocupa, mucha gente mencionaba este álbum como el mejor de Blind Guardian. Para gustos, colores.
«Imaginations From the Other Side» es, en mi opinión, lo mejor de este trabajo, y el hecho de que sea el primero de los temas no es nada bueno, o al menos no lo es para una persona como yo, totalmente alejada del power. Me gustan, sobre todo, los coros y el ritmo de batería, que te invitan a unirte a una batalla en la que sabes de entrada que tú serán el único derrotado. Ojo, que me estoy viniendo arriba, pero me da por mirar la longitud total de álbum, casi 50 minutos, sin contar las demos re-masterizadas que decidieron incluir en la re-edición del año 2007, y me entra la bajona. Joder, qué temas más largos, y qué pesaditos los power metaleros con los solos interminables de guitarra… escala pa’rriba, escala pa’bajo. Tira ya para tu casa, coño, y no salgas en un lustro.
Tras tan «eufórico» inicio, vienen unos 15 minutos de cosas que están mas o menos pasables, como son «I’m Alive», «A Past and Future Secret» (si obviamos el infame inicio juglaresco-Lord-of-the-Ringenesque) y «The Script for My Requiem». «¡Oh, este es mi álbum favorito de Blind Guardian!», diría si hubiera escuchado otras cosas de los teutones. Es algo que, no sé, se me ha pasado unos minutos por mi cerebro. Es cierto que los cuatro primeros temas son «realmente buenos», y me hacen llegar a comprender (mínimamente) porqué esta banda, y este trabajo en concreto, tienen la fama que tienen. Mira que lo podrían haber dejado ahí, en un mini EP… pero no, les dio por meter cinco temas más.
Bueno, además de escuchar hasta la saciedad este trabajo, también me he documentado mínimamente, y un unicornio me ha dicho que los Blind Guardian que encontramos en Imaginations From the Other Side es «una banda entre épocas». No puedes comparar su debut Battalions of Fear (1988) (sí, el álbum con la infame portada en la que se ve a los personajes de la cubierta del Leprosy (1988) de Death jugando a una suerte de ajedrez… ¿con los componentes de Manowar?) con su trabajo de 2002 A Night at the Opera, incluso si quisieras. Solo las voces de Hansi Kürsch son siempre reconocibles. La banda pasó de ser una banda de power metal con toques speed a ser algo así como un combo de ópera-power-rock progresivo un tanto excesivo, lenta pero pausadamente, con el paso de los años. Imaginations From the Other Side es el álbum de transición, pues tienes un poco de both worlds.
Como ya adelantaba líneas más arriba, lamentablemente, las cuatro canciones iniciales absolutamente correctas (jamás diré brillantes) de este álbum son complementadas por cinco cortes que, en mi opinión, son tremendamente pretenciosos. Como también he dicho antes, los primeros 20 minutos de este álbum son «realmente buenos», y seguro que si le preguntara a mi amado compañero Xavi Prat, me diría: «Sí, rínxols. En esos 20 minutos se condensa la esencia de Blind Guardian: la epicidad y la sutileza en la canción principal, los excelentes coros de «Script for My Requiem», el power más metal y más poderoso de «I’m Alive» y la hermosa balada neo-folk que es «Past and Future Secret».
Después de eso, el álbum prácticamente se desliza a través de canciones menores que consisten en repetir lo mismo una y otra vez, al tuntún. Es como una cacofonía de guitarras semi-melódicas, voces puestas a cholón y paradas y pausas, en mi opinión, excesivas. Solo se salvan los primeros 20 segundos del corte número seis, «Born in a Mourning Hall»; el resto del tema es infame. Todas y cada una de estas últimas cinco canciones no alcanzan, en ningún momento, la efectividad (perdonad, pero no sabía qué adjetivo utilizar) de las primeras cuatro pistas. No es hasta casi el final, hasta «Another Holy War» (lástima que sea el segundo corte más corto del disco), que la banda vuelve a brillar de nuevo; no en vano he leído (¡que sí, joder, que me he documentado!) que se trata de una de las mejores canciones que jamás hayan escrito Blind Guardian.
El álbum acaba… madre mía cómo acaba… con «And the Story Ends», que es algo así como una especie de power metal meets Broadway. Me temo que pegaría más en la banda sonora de Cats o Rent que como final de un álbum de power. A ver, que tiene su gracia, pues creo que está hábilmente elaborada, pero esas melodías…
No, ahora en serio. Si este Imaginations From the Other Side durara 20 minutillos, te lo compro… ¡pero es que dura 50! No sé si sois de letras o de ciencias, pero la operación es sencilla, y hasta uno de Vox saldría airoso del entuerto. Dice tal que así: 20 minutos de poderío power – 30 minutos de morralla de relleno = martirio innecesario. Procedo a ponerme el King for a Day… Fool for a Lifetime (1995) de Faith No More, que también hace poco cumplía 25 añazos. Patton nunca falla.
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J’hayber.