Parece ser que me ha tocado… Mi compañero Xavi Prat escribió la última reseña improbable sobre el discarral The Satanist de Behemoth, que se salía un poco de sus estilos musicales favoritos. Y como la buena tradición de la Reseña Improbable dicta, me ha regalado la oportunidad de escuchar algo más de su estilo, aunque menos del mío, concretamente el Lipservice (2005) de Gotthard.
La verdad que suelo escuchar de todo, aunque sí que es posible que haya dejado pasar el tren del hard rock, al que nunca le he prestado demasiada atención. Francamente, al enterarme de la propuesta para esta reseña, me hizo un poquito de ilusión. Sinceramente, nunca había escuchado Gotthard, así que vamos a ver cómo suenan.
El hard rock bastante melódico de los suizos Gotthard se presenta en el Lipservice en forma de 14 temas y un bonus track. Este es considerado por much@s el mejor álbum de la banda y contiene ni más ni menos que 15 temas. Para un álbum me parecen muchas canciones, por las que temo (a priori) que no estén todas al mismo nivel, pero bueno, enseguida lo sabremos.
El disco arranca con «All We Are» y la voz de Steve Lee ameniza el tema, fue una verdadera pena que sufriera el trágico accidente que le quitó su vida y le arrebató al mundo un gran artista. Desde aquí le deseamos que descanse en paz.
«All We Are» suena fresco y me recuerda un poco a los temas de la segunda película de Camp Rock de Disney (lo digo como positivo, os lo prometo). Tiene ese aire juvenil y rockero que suena a verano, playa, colegas y unas birras viendo el amanecer. Los riffs de Leoni y Scherer son sabrosos y la producción es perfecta.
La segunda pista es «Dream On». Se inicia más oscura con la voz algo rasgada de Lee y enseguida empieza a alegrarse para entrar en la atmósfera del tema anterior. Con este título no puedo evitar acordarme de «Dream On» de Aerosmith, otro gran tema que vale la pena rememorar. Esta canción tiene ritmazo, la verdad, se pega como una mala cosa. Creo que la he escuchado solo unas tres o cuatro veces y ya la tengo pegadísima a más no poder. Debo decir que suena bien y de momento me está gustando bastante. El solo de guitarra es lujoso y el final del tema suena épico.
En tercer lugar suena «Lift U Up», que tiene algo que me transporta a momentos que no he vivido, como de los años 80. Los efectos de la voz son algo que no pensaba que sonaría bien pero le dan un toque a la canción general que queda estupendo. Este tema tiene algo que lo hace sonar como a himno. El estribillo de este tema es bastante delicioso y, otra vez, se me pega. Ya me estoy dando cuenta de que posiblemente el álbum me acabe encantando. La batería de Habegger suena estupenda durante toda la pista y enseguida pasamos a la cuarta obra maestra.
La balada «Everything I Want» me da como ganas de abrazar a Lee. Es lenta y quizás más pastelosa de lo que mi corazón de metalera extrema puede aguantar. El estribillo de este tema me recuerda inevitablemente al estribillo de «The One That Got Away» de Katy Perry. De momento este es mi tema menos favorito, aunque en general no me acaba de desagradar.
Pasamos a «Cupid’s Arrow» que empieza con un ritmo que ya me apetece más, de entrada. La voz suena a rock puro y enseguida me atrapan otra vez. Por el título de la canción pensaba que sería otra balada lenta pero me he alegrado al notar que no lo es. Esta quizás sea una buena representación de lo que sería una canción de hard rock normativa, con sus riffs de guitarra no muy exagerados pero que marcan un ritmo clave para la canción y invitan a cantar gritando las letras, la verdad que tiene su gracia.
«I Wonder» me suena como si la hubiera escuchado antes, pero sinceramente no sabría identificar dónde. Es otro tema de ritmo más lento, pero este me parece que suena mejor que «Everything I Want». Tiene algo de melancolía en la voz que acompaña a sentir. Los golpes de batería son clavados y realmente ayudan a marcar la velocidad pausada pero no demasiado de esta pista. La canción habla de desamor y se nota la pasión en la voz de Steve Lee mientras dice…
«Now, when I close my eyes
Pictures of you
Will never hold me back
From what I must do
Ain’t gonna waste my time
Thinking ‘bout all the pain
You put me through.»
El álbum sigue con «I’m Alive», un tema intenso y con mucha energía que se abre paso hasta «I’ve Seen an Angel Cry». Esta canción tiene reminiscencia a Scorpions, podriamos decir que se parece un poco a «Everything I Want» pero quizás el estribillo de esta suena aún más épico. Me imagino esta canción antes de los créditos de una película romántica cuando la pareja protagonista se da el beso final y se da por finalizado el verano.
La novena pista es «Stay for the Night» que tiene ritmazo y rápidamente te das cuenta de que estás moviendo las piernas al unísono con la canción. Buen sonido de las guitarras y el bajo mientras la voz de Lee la clava en cada nota. Ya queda poco para acabar el álbum y, sinceramente, me parece que no han bajado el nivel en ningún tema (aunque algunos me gusten menos a mí personalmente).
«Anytime, Anywhere» y «Said and Done» son la bomba. Dos temas intensos que dan ganas de bailar y me recuerdan que tendría que escuchar hard rock más a menudo. De la misma manera, «The Other Side of Me» quiere que mueva las caderas a su ritmo. Es curioso, pero aún sin haber escuchado nunca este tema, tengo mucho la sensación de haberlo escuchado en otro sitio, no sé. Realmente es bueno, y el solo de guitarra pasada la mitad de la canción es bestial.
Nos quedan dos temas y el bonus track, y la verdad es que me está gustando tanto el álbum que estoy pensando ya en volverlo a poner desde el principio, quién me lo iba a decir. La penúltima «Nothing Left at All» también es una balada y la voz de Lee se hace con el protagonismo total. Finalmente, «And then Goodbye» cierra el CD. Esta es una canción lenta y la letra es simplemente preciosa, con mucha sensibilidad.
«There are goodbyes that no one cares about
And others so hard to face
So I’m trying to sing this song to you
‘Cause it’s time for me to say
I love you.»
Y por si con 14 temas no habíamos quedado satisfech@s, nos dejan un bonus track, «Can’t Stop». Esta pista es completamente distinta a la anterior. Suena mucho más dura y enérgica, como con ganas de volver a empezar. Las líneas de bajo de Lynn suenan angelicales y se acaba el álbum por todo lo alto. Realmente, tengo muchas ganas de volvérmelo a poner, así que posiblemente lo haga.
Definitivamente, este es un álbum compacto y completo. Suena a los mejores temas de Bon Jovi con ese toque alegre pero melancólico. Es como de despedida después de 3 meses en el campamento de verano con los colegas. Os invito a que lo escuchéis si no lo habéis hecho ya, vale mucho la pena, la verdad que sí.
Y hasta aquí mi reseña improbable, ahora le va a tocar a mi compañero Jordi Tàrrega, que tiene 15 días para escribir sobre el Necroticism: Descanting the Insalubrious (1991) de Carcass. ¡Espero que le guste tanto como a mí!