Hoy me enfrento a mi primera reseña improbable, y lo hago con el tercer larga duración de la banda alemana The Spirit. El álbum, que lleva el título Of Clarity and Galactic Structures (2022), nos sumerge rápidamente en los terrenos del black/death metal desde su primera nota.
El tema que da nombre al álbum arranca con el manual básico del black metal: riffs afilados, veloces, y blast beats implacables. De primeras, nada que no hayamos escuchado incontables veces dentro del género. Sin embargo, la canción va evolucionando a partir del cuarto minuto, donde incorporan texturas más propias del death metal. Un pasaje instrumental bien ejecutado marca el cierre del tema, dejando entrever la capacidad técnica de la banda.
Le sigue «The Climax of Dejection», un corte que por momentos recuerda al icónico Symbolic (1995) de unos tales Death, aunque naturalmente, queda lejos de la maestría del Sr. Chuck Schuldiner. Aun así, es una pieza sólida que logra captar la atención.
«Repression» continúa esta senda, con una base death metal que gradualmente se vuelve más afilada y evocadora de ese sonido «noruego» característico del black metal clásico. Por su parte, «Celestial Fire» destaca como uno de los puntos fuertes del álbum, gracias a un solo final que demuestra una ejecución técnica digna de mención.
En cuanto a la producción, hay que reconocer que el disco suena impecable, con un sonido orgánico y bien equilibrado que permite apreciar cada matiz instrumental sin que nada se pierda en la mezcla.
Hacia el final del álbum, los temas «Timbre of Infinity» y «Arcane Wanderer» se inclinan más hacia un enfoque heavy, agregando algo de variedad al conjunto. Finalmente, «Laniakea» cierra el álbum con un toque diferente, un tema instrumental que incluye samplers atmosféricos para reforzar ese aire galáctico que el título sugiere.
En resumen, Of Clarity and Galactic Structures es un álbum correcto de black/death metal. A pesar de sus momentos interesantes y una producción destacable, es un disco que olvidaré una vez que termine esta reseña.
Para la siguiente reseña improbable, nomino a mi buen amigo Rubén de Haro para que nos deleite con su escritura sobre el disco Parallels (1991) de Fates Warning.