Cuando comenzó, al menos oficialmente, el contagio por Covid-19 y nos obligaron a confinarnos durante días, semanas o meses, a tod@s no embriagó una oleada de buenismo reflejándose en pintadas de arcoiris, oleada de ánimos en las redes y los hipócritas aplausos en los balcones a las ocho de la tarde, bajo el cuestionable buen gusto del “Resistiré” del Dúo Dinámico. Luego ya cada un@ intentó amenizar los aplausos balconiles con su particular banda sonora de dudoso gusto.
¿Y con esto que quieres contarnos? Pues que pasados todo estos meses en los que la “nueva normalidad” es una realidad, cada un@ hemos vuelto a ser l@s hijoputas de siempre. Mientras, los dirigentes se empeñan en ningunearnos e improvisar las medidas en función del día a día y tirarse los trastos a la cabeza poniendo en evidencia sus diferencias envueltos en antisépticas banderas, en lugar de luchar por la ciudadanía que los ha colocado donde están, nosotros sobrevivimos como podemos si el SEPE cumple con los pagos, los autónomos hacen malabarismos sin dejar de pagar religiosamente los impuestos y a nivel cultural -¡Ay, la cultura!- ellos deciden lo que es cultura y no, dejando con el culo al aire a miles de artistas a expensas de una decisión sobre el sector. Paradójicamente, y hablando del Govern de la Generalitat, mientras se cancela el ocio nocturno y se cierran salas de conciertos que en algunos casos han estado estrujándose los sesos y el bolsillo en acondicionar sus locales para la nueva situación, reduciendo aforo para mantener las distancias y las medidas higiénicas y de seguridad pertinentes, se permiten algunos eventos al aire libre mientras otros se cancelan. Curiosamente, y permitanme que piense mal, los eventos permitidos son aquellos que dan buena imagen a las instituciones. Porque hay que ser modernos y vender una buena imagen. Afortunadamente, en muy contadas ocasiones, hemos podido y se podrá disfrutar de la música que amamos -hablando de rock y metal– aunque sea dentro de la nueva anormalidad. No deja de ser curioso, por decirlo de alguna manera, el disfrutar de un concierto como el de Angelus Apatrida, The Lizards y Los Tiki Phantoms sentados y a una distancia prudencial mínima de dos metros de los que nos rodean. Por suerte pudimos disfrutar de la música en directo, el que no se contenta es porque no quiere, pero los recientes acontecimientos ocurridos en la plaza de toros de El Puerto de Santa María o el concierto de Taburete en Marbella, ambos sin distancias y sin mascarillas -alguna había, pero pocas-, le revuelven a uno las tripas y la conciencia haciendo que tengamos que contar unos segundos antes de soltar ciertos improperios. Curiosamente, los asistentes a ambos eventos son afines y coetáneos a los “fachalecos” que se manifestaron junto a sus emplead@s del hogar desafiando el confinamiento. Asco y vergüenza.
Sobre el concierto no voy a cuestionar el porqué ellos sí y nosotros no, entraría en un pataleo descafeinado y que no me llevaría a una respuesta convincente, pero sobre el tema de lo que algunos llaman “fiesta nacional” no me entra en la cabeza. Y mucho menos del Toro de la Vega. Cuidado, antes de que empieces a pensar que por ser catalán he de estar de acuerdo con correbous y otras fiestas en las que el animal pueda salir dañado ya puedes borrar esa idea de la cabeza. ¿Por qué cualquier empresario -mayoritariamente pequeña y mediana empresa- ha de saber renovarse y adaptarse a los tiempos? En cambio cuando hablamos del negocio de las corridas de toros ahí no hay discusión, porque según ellos ha sido así toda la vida y es “nuestra” cultura. Pobrecitos los toreros que se quedan sin trabajo. Me avergüenzo de que me identifiquen como español si esto ha de representarme, bueno esto y tantas otras cosas que ahora no voy a enumerar porque se haría demasiado extenso. Como dirían Def Con Dos, «España es idiota». Y no os quedéis solo con esta afirmación, sumergiros en el mensaje de la canción.
Siempre me educaron en el respeto hacia el prójimo, empatizando -gran palabra que es poco utilizada en su acción- e intentando entender cualquier opinión. Pero lo siento, no puedo con los protaurinos. Así que después de haber pasado un poco por encima de todo este asunto, con las pertinentes náuseas e ira que me provoca, os dejo una serie de canciones, dejándome muchas otras en el tintero, que ponen en evidencia la falta de escrúpulos de los “españoles y muy españoles” engominados fachalecos enfundados en una antiséptica bandera de la que se han apoderado, como si solo les perteneciera a ell@s.
De momento ya me he desahogado un poco, otro día hablaremos de la monarquía…
A continuación dejo una pequeña muestra de canciones que denuncian la barbarie que se vive en las plazas del país. Pequeña muestra porque hay infinidad de bandas y estilos que aportan su granito de arena para erradicar por completo esta práctica de nuestra vida cotidiana. Así pues, a parte de los que hablamos a continuación, variopintos artistas como Siniestro Total, Albert Pla, Los Muertos de Cristo o Duncan Dhu han mostrado desde diferentes puntos de vista las impresiones sobre la desigual lucha entre hombre y animal.
¡Detengamos la tortura!
“La de los toros”
Artista: Porretas
Álbum: No tenemos solución (1994)
Autores: José Manuel Cobela, Juan Carlos Díaz, Luís Miguel Barrios y Roberto Mira
Con bastante humor y sin perder un ápice de denuncia, Porretas se marcan un descriptivo tema antitaurino en el que deja en evidencia a los aficionados y a aquellos que se lucran en el negocio enmascarado tras la vergüenza -mal llamada fiesta- nacional.
Un mensaje para aquellos que disfrutan de los cuernos en las plazas sin saber que también los pueden disfrutar en casa.
“Motxalo!”
Artista: Soziedad Alkoholika
Álbum: Diversiones…? (1996)
Autores: John Malcolm Watts / Juan Aceña Morales, Jesús Jiménez Ruiz de Loizaga «Jimmy», Pedro Ferrero Díez, Iñaki Bengoa y Roberto Castresana Bernabeu
Si hay una banda nacional que mejor describe mi etapa universitaria, esa es Soziedad Alkoholika. Tras re-descubrirle con Ratas (1995), a los pocos meses, y durante mi primer año de carrera, publicaban Diversiones…? (1996), un recopilatorio repleto de versiones de lo más variado.
De entre todas ellas, la que hicieron del clásico de Fischer-Z -la banda del cantante, guitarrista y poeta John Malcolm Watts– «Pick Up/Slip Up», es la que más me gusta. Desde entonces, la tremenda e incendiaria versión de S.A., se convirtió en uno de sus temas más aclamados en directo.
Si bien la original de Fischer-Z no tiene nada que ver con nuestra vergüenza nacional, los de Vitoria aprovecharon para arremeter -con sarna y mala leche- contra el mundillo taurino a través del único momento que merece la pena ver durante una corrida: cuando motxan al asesino de turno, hasta el punto de desearle la muerte. El tema, que mezcla hardcore punk en sus estrofas con unos coros reggae, se ha convertido, con el paso de los años, en todo un himno antitaurino.
Para finalizar, un consejo a todos los toros de lidia. Cuando tengáis el honor de motxar a un torero, no os lo penséis ni un segundo y rematadlo para que el animalico no sufra. Porque los animales no sufren, ¿no?
“Grana y oro”
Artista: Reincidentes
Álbum: Te lo dije (1997)
Autores: Cándido Cruz, Fernando Medina, Juan M. Rodríguez y Manuel José Pizarro
La primera vez que escuché esta canción que comienza nombrando todos los tópicos utilizados por los que intentan defender tal barbarie, fue tras la publicación de Algazara (1998), tremendísimo directo que refleja la fuerza de la banda sevillana en aquella época. Fue algo más tarde que los vi por primera vez en directo un 12 de octubre en la Cotxeres de Sants, durante la celebración de una fiesta antifascista. Tremenda fiesta la de aquella noche.
“Vergüenza”
Artista: Ska-P
Álbum: Planeta Eskoria (2000)
Autores: Alberto Javier Amado, José Miguel Redin, Julio César Sánchez, Luís Miguel García, Ricardo Delgado, Roberto Gañán y Tony López
No dejarse embriagar por la movida y fiestera melodía. Directa y sin pelos en la lengua muestra la vergüenza criminal exportada por España como bien nacional.
Altamente criticados por dejarse abrazar por las masas tras el éxito de «Cannabis» es de justicia reivindicar las grandes canciones firmadas por los madrileños. Sus conciertos, abarrotadísimos fuera de nuestras fronteras, son pura diversión y reivindicación. Un placer que Pulpul se encuentre más recuperado y decidiera emprender de nuevo la aventura al frente de Ska-P, lástima de la actual crisis.
“National Disgrace”
Artista: Angelus Apatrida
Álbum: Clockwork (2010)
Autores: David G. Álvarez, Guillermo Izquierdo, José J. Izquierdo y Víctor Valera
Angelus Apatrida rápidamente pusieron en conocimiento a través de las redes sociales lo ocurrido en la plaza de toros de El puerto de Santa María, pues lo compararon con el concierto que dieron con anterioridad en el Fòrum de Barcelona dentro del Primavera Sound; la diferencia era evidente. Mientras en Cádiz las medidas de seguridad brillaban por su ausencia para presenciar la barbarie en la arena, en Barcelona un concierto que se celebraba sentado y bajo estrictas medidas de distancia y seguridad para prevenir contagios. Mientras el asesinato de animales en recintos está apoyado y protegido por el estado, la cultura -en este caso la musical- intenta mantenerse a flote malherida.
Como dice la canción: «Invirtamos los papeles y démosle al toro la oportunidad de luchar en igualdad de condiciones.»
Tiempos duros.