Nunca he sido un especial amante del metal nacional, pero tengo que sacarme el sombrero ante este nuevo disco de Lándevir por multitud de cosas. El caso es que podrían ser resumidas en cuanto a apuesta y composición, pues Un viaje en el tiempo posee un arsenal de singles y de detalles impresionantes. Parece que la banda de Elda está en su mejor momento y puede convencer a propios y extraños. Obviamente han evolucionado a lo largo de su carrera e incluso del hard rock más clásico de su anterior obra se pasan al folk sin paliativos, y de verdad que creo que han encontrado su sonido, su estilo y su momento. Y se marcan un disco conceptual que debería suponer un antes y un después en su trayectoria.
La Elda más celta asoma en la preciosa intro “Un viaje en el tiempo” para dar paso a “Creencias del ayer”, que bien podría asociarse al oriental metal. Suenan realmente cercanos a Myrath, y lo hacen con personalidad y con un gran estribillo. Gran canción con un excelente Jose a las voces y con unos momentos instrumentales realmente logrados y potentes. “Tu voz” posee una innegable influencia de Eluveitie y el tema engancha, del que destaca la línea vocal y la expresiva voz de su cantante. Hay arranques potentes y protagonismo del doble combo y de las guitarras de José María Jerez que mantiene el tema dentro de las credenciales metaleras.
Atención a “El mañana ya vendrá” pues es un single perfecto, muy en onda Mägo de Oz, pero con suficientes ingredientes propios. Todo un himno para dejarse la voz en directo, quizá algo almibarada, pero perfecta y bien arropada por ese arsenal de influencias celtas. “El conjuro de Belenos” cuenta con la narración de uno de sus productores: el gran Thomas Vikström, actual cantante de Therion. Instrumental épica en la que todo suena a latido vital, repleta de coros y grandilocuencia, bien apoyada por voces femeninas.
“Reina Alhama” vuelve por los derroteros del oriental metal y cuenta con el doble bombo de José F. Amat. Los arreglos suenan muy inspirados y las guitarras totalmente orientales. Gran papel de un Jose que canta con pasión y va sobrado a pesar de la exigencia vocal. Hay también algunos dejes a Avalanch, lo cual les sienta de maravilla. “El canto de Morrigan” es un bellísimo interludio a piano muy de escuela clásica al que se le añade una flauta dulce que luce especialmente. Sirve de intro para luego atacar “Nunca dejes de soñar”, otro tema positivista y entonado en el que goza de interludios con teclados y de otro gran estribillo.
Dulce y melosa es “La historia se repite” en la que destaca la gran modulación de Jose a la hora de cantar y esa zanfoña de Anna Murphy, que le da un toque absolutamente folk. También tocaría destacar el gran papel de un José F. Amat a la batería, que por cierto, le han sacado un gran sonido general. Participa toda una Rosalía Sairem de Therion poniendo la voz operística en ese interludio celta evocador titulado “El hechizo de Freya”. “Ahora” cuenta con orquestaciones en una power ballad lacrimógena y lograda. Perfecta para dar profundidad al disco y ofrecer otras posibilidades en las que el grupo se encuentra muy a gusto.
A pesar de que el título de “Leyendas del Medievo” suene muy Tierra Santa el tema es más cercano a Ñu o a Mägo de Oz. Hay un dueto entre Jose y Rosalía Sairem en el primer tema que compusieron para este disco y que un poco marcó el álbum. Se despiden con la instrumental “El fin del viaje” en la que el folk y las melodías celtas se hacen muy presentes. Hay percusiones de apoyo y realmente cierran el disco con clase y queda todo muy redondo.
Lándevir firma con Un viaje en el tiempo su obra más ambiciosa y trabajada hasta la fecha. Abrazan el folk en sobremanera y los whistles hacen acto de presencia para quedarse definitivamente, pues pinta que el grupo ha conseguido su sonido personal y su dirección. Puede que haya quedado todo bastante suave, pero para nada es algo negativo y para un servidor es uno de los álbums del año en terreno nacional. Lo que me sabe mal es que este grupo no esté en ningún festival patrio, así que tocará esperar una gira propia. El trabajo compositivo y de concepto es rotundo y las participaciones de los músicos invitados se hacen notar, además del trabajo en las letras. Muy recomendado…