Los ingleses Architects regresan en breve con su esperado décimo primer disco titulado The Sky, the Earth & All Between (2025). Los de Brighton además nos visitarán en marzo de la mano de Resurrection Fest en una doble fecha con parada en Madrid y Barcelona.
Hoy voy a presentaros cinco canciones “antiguas” que todos los fans de la banda deberían conocer. Si bien es cierto que el peso de los cuatro primeros discos de la banda es nulo en las giras de los últimos años y solamente a cuentagotas recuperan canciones de los discos Daybreaker (2012) y Lost Forever // Lost Together (2014), la discografía de Architects es mucho más que su últimos trabajos.
Así voy a reivindicar estos cinco discos que a continuación os detallo, cinco grandes discos injustamente olvidados. Voy a obviar los tres últimos ya que son muy cercanos y en la actualidad la banda basa su repetorio mayoritariamente en material de éstos. Además ya les hicimos las pertinentes reseñas cuando se publicaron los discos. Podéis leerlas pinchando en cada uno de ellos: Holy Hell (2018), For those to Wish to Exist (2021) y por último The Classic Symptoms of a Broken Spirit (2022) del que hicimos hasta dos reseñas.
«Hollow Crown»
Álbum: Hollow Crown (2009)
Autores: Sam Carter, Tom Searle, Tim Hillier-Brook, Alex «Ali» Dean y Dan Searle
Voy a iniciar el repaso a la trayectoria de la banda directamente en el que fue su tercer disco. Comentar simplemente que tanto Nightmares (2006) como Ruin (2007) fueron discos poco afortunados y han caído en el olvido de forma premeditada, ambos discos tenían una estética más mathcore. Para muchos, Hollow Crown (2009) fue el inicio de la carrera formal de Architects.
Este álbum representa una evolución en el sonido de la banda, incorporando una mayor presencia de voces melódicas por parte de Sam Carter y una transición de sus raíces mathcore hacia estructuras de canciones más tradicionales y riffs simplificados. La temática lírica es de naturaleza personal, abordando experiencias y emociones cotidianas.
Este álbum consolidó la posición de Architects en la escena metalcore y es considerado un punto de inflexión en su carrera, marcando el inicio de su evolución hacia un sonido más melódico y accesible. El disco incluye temas destacados como “Early Grave”, “Dethroned” y “Follow the Water”.
Aunque la que yo escojo para adornar el artículo es la canción que da título al álbum, “Hollow Crown”. Se trata de una de las más emblemáticas de este disco y en sus inicios fue una de las más queridas en directo aunque ya en 2014 se cayó definitivamente de los repertorios quedando recluida solo al disco de estudio.
Este tema destaca tanto por su emotividad como por su diferencia estilística en comparación con el resto del álbum, que tiende a ser más agresivo y técnico. La canción es más melódica y atmosférica que muchas otras canciones del álbum. Se caracteriza por un tempo más lento, con un enfoque en la voz emocional de Sam Carter y una instrumentación más minimalista. Incluye pasajes suaves y etéreos, lo que crea una atmósfera introspectiva y cargada de sentimiento.
Las letras de “Hollow Crown” son profundamente introspectivas y tratan temas como el arrepentimiento, la pérdida y la aceptación. Versos como «So when you see me falling backwards down the wall that says I’m still alive, don’t be cautious when I’m cautiously approaching on the other side» reflejan una lucha interna y la búsqueda de redención.
«Year in Year Out / Up and Away»
Álbum: The Here and Now (2011)
Autores: Sam Carter, Tom Searle, Tim Hillier-Brook, Alex «Ali» Dean y Dan Searle
Tras darse a conocer formalmente en la escena metalcore, la banda decidió dar un pequeño cambio de rumbo con su siguiente disco titulado The Here and Now (2011). Este trabajo representa una desviación estilística significativa respecto a sus producciones anteriores, incorporando elementos de post-hardcore y melodías más accesibles, con voces limpias más prominentes y menos riffs complejos. Hay un mayor uso de elementos melódicos y pasajes emocionales, lo que lo hace más accesible para una audiencia más amplia.
En el momento de su publicación recibió críticas mixtas; algunos elogiaron la evolución y madurez de la banda, mientras que otros extrañaron el sonido más pesado de trabajos anteriores. Una vez más, la banda explora cuestiones emocionales y personales, como el crecimiento, la introspección, y las relaciones.
El disco incluye temas destacados como “Day In Day Out”, “Learn to Live” y “Heartburn”. La canción que escojo a nivel personal es “Year In Year Out / Up and Away”, Se trata de la última pista del disco y es uno de los más destacados del disco por su complejidad y también por la colaboración inestimable de Greg Puciato, vocalista de The Dillinger Escape Plan, lo que añade un toque único al cierre del álbum.
La canción tiene una estructura inusual y dinámica, dividida en dos partes:
- “Year In Year Out”: Una sección más pesada y agresiva, con riffs contundentes y voces intensas. Aquí, la colaboración de Greg Puciato añade un contraste interesante, con su característico estilo vocal, que combina gritos intensos y melodías desgarradoras.
- “Up and Away”: Una transición más melódica y atmosférica, que da un cierre introspectivo al álbum. Esta parte tiene un enfoque en la voz limpia de Sam Carter. La instrumentación se vuelve más suave, creando una sensación de cierre emocional y reflexivo.
Líricamente, refleja un sentimiento de lucha constante (“Year In Year Out”) y la esperanza de encontrar un propósito o una resolución (“Up and Away”).
“Year In Year Out / Up and Away” es un ejemplo perfecto de cómo The Here and Now intentó equilibrar la agresividad característica de Architects con un enfoque más melódico y accesible. Es un cierre poderoso que encapsula la evolución y experimentación de la banda en este período.
«Unbeliever»
Álbum: Daybreaker (2013)
Autores: Sam Carter, Tom Searle, Tim Hillier-Brook, Alex «Ali» Dean y Dan Searle
Tras el “invento” titulado The Here and Now (2012), la banda adrezó su rumbo y con Daybreaker (2012) la banda marca un retorno a un sonido más pesado y técnico, similar al de su tercer álbum, Hollow Crown, pero con una mayor madurez en la composición y un enfoque temático más consciente. Con este disco se consolidó a Architects como una banda capaz de equilibrar agresividad y melodía, abordando temas líricos profundos y relevantes.
Después de las críticas mixtas de The Here and Now, Daybreaker fue visto como un intento de recuperar la confianza de su base de seguidores más antiguos. Este álbum mostró una banda más segura de su identidad, equilibrando su característico metalcore técnico con elementos atmosféricos y progresivos.
El álbum combina riffs técnicos y pesados con pasajes melódicos y atmósferas orquestales. Hay un mayor uso de coros y voces limpias, pero sin comprometer la intensidad que los caracteriza. Una vez más la banda aborda temas como la desigualdad, la corrupción, el impacto negativo de la religión organizada y el materialismo. Por primera vez la banda empieza a tocar temas de reflexión existencial. Temas como la pérdida de fe y la búsqueda de significado son recurrentes, especialmente en canciones como “Unbeliever”. “Devil’s Island” trata sobre la apatía social y cómo las personas ignoran problemas importantes.
Personalmente considero este uno de los mejores trabajos de la banda y selecciono la citada “Unbeliever” para adornar el artículo. El cierre del álbum, es una canción melódica y atmosférica que refleja la pérdida de fe y la introspección. Esta canción representa un lado más suave y emocional de Architects.
La canción está dominada por voces limpias y emotivas, lo que subraya el mensaje introspectivo de la letra. Se caracteriza por arreglos orquestales sutiles, un ritmo pausado y una instrumentación minimalista que resalta la voz de Sam Carter. Su interpretación vocal transmite vulnerabilidad y desesperación, lo que la hace aún más conmovedora.
La canción trata sobre la pérdida de fe, no solo en términos religiosos, sino también en la humanidad y en uno mismo. Explora el sentimiento de desconexión y la lucha por encontrar sentido en un mundo que parece vacío.
Aunque melancólica, “Unbeliever” también tiene un matiz de esperanza, sugiriendo que incluso en la desesperación, hay lugar para la redención y el propósito. Es un verdadero temazo injustamente olvidado, pues la banda nunca la ha interpretado en directo.
«C.A.N.C.E.R.»
Álbum: Lost Forever // Lost Together (2014)
Autores: Sam Carter, Tom Searle, Alex «Ali» Dean y Dan Searle
Tras el magistral Daybreaker la banda no quería estancarse y Lost Forever // Lost Together representa una evolución significativa en el sonido de la banda, incorporando elementos atmosféricos y orquestales que enriquecen su característico estilo metalcore. La banda contó con dos productores de renombre.Henrik Udd y Fredrik Nordström, conocidos por su trabajo con bandas como Bring Me the Horizon y At the Gates.
El disco tiene influencias de post-rock, evidenciado en el uso de elementos electrónicos y arreglos orquestales. El guitarrista y letrista Tom Searle aborda experiencias personales, incluyendo su lucha contra el cáncer, así como temas de ambientalismo, extremismo religioso y asuntos actuales.
Este disco consolidó a Architects como una de las bandas líderes en la escena metalcore, destacando por su capacidad para fusionar agresividad y melodía, al tiempo que abordan temas líricos profundos y personales.
Incidiendo en la trágica enfermedad de Tom Searle voy a seleccionar “C.A.N.C.E.R” y voy a hablaros de ella. Este tema es uno de los más intensos y emocionalmente cargados del disco, ya que aborda la experiencia personal del guitarrista y principal compositor de la banda, Tom Searle, quien luchó contra el cáncer antes de su fallecimiento en 2016.
Se trata de una reflexión sobre la lucha contra esta enfermedad devastadora, tanto desde la perspectiva de quien la enfrenta como de quienes la observan desde cerca. La canción es un testimonio crudo y honesto del dolor, la impotencia y la ira que surgen frente a una enfermedad que parece implacable. Las letras expresan un sentimiento de desafío hacia la enfermedad, pero también reconocen la fragilidad humana. Aunque el tema es sombrío, hay una sensación de resistencia y lucha subyacente.
La canción combina riffs pesados y atmosféricos con una batería contundente, creando un ambiente opresivo que refleja el tema de la lucha contra el cáncer. La voz de Sam Carter se alterna entre gritos desgarradores y momentos más melódicos, intensificando la carga emocional. Hay un equilibrio entre momentos agresivos y pasajes más melódicos, lo que le da a la canción una sensación de narrativa, como si estuviera contando una historia emocional.
Aunque Tom no hablaba abiertamente sobre su enfermedad en ese momento, esta canción es una muestra de cómo usó la música para procesar sus emociones y experiencias. Si bien fue una canción fija en los años que vinieron a continuación en 2018 desapareció del repertorio y nunca más la han recuperado quedando solamente “Gravedigger” como fija en sus conciertos y de vez en cuando y en menos medida también interpretan “Broken Cross”.
Tras el fallecimiento de Tom Searle en 2016, la canción adquirió un significado aún más profundo, ya que encapsula parte de su lucha y su legado como músico y compositor.
«Memento Mori»
Álbum: All Our Gods Have Abandoned Us (2016)
Autores: Adam Christianson, Sam Carter, Tom Searle, Alex «Ali» Dean y Dan Searle
Architects se encontraban en la cresta de la ola, su momento había llegado. Repitieron productores y crearon su primer disco superlativo titulado All Our Gods Have Abandoned Us (2016). Este trabajo se destaca por su intensidad y profundidad emocional, consolidando a la banda como una de las más influyentes en la escena metalcore contemporánea. El disco seguía con el estilo de su predecesor abrazando el post rock y los elementos orquestales. Una vez más, se abordan temas como la desilusión, la lucha interna y la crítica social, reflejando un tono sombrío y reflexivo.
Este álbum marca un momento significativo en la historia de la banda, especialmente después de la muerte del guitarrista y compositor Tom Searle en 2016, quien luchó contra el cáncer durante varios años. La música de este disco refleja tanto la lucha interna de Searle como la respuesta de la banda a su sufrimiento y la pérdida.
La composición de All Our Gods Have Abandoned Us estuvo profundamente influenciada por la enfermedad de Tom Searle. A lo largo de la grabación, la banda canalizó sus emociones a través de la música, lo que resultó en un álbum mucho más oscuro y emocionalmente cargado que sus trabajos anteriores. Aunque Tom ya estaba gravemente enfermo durante la grabación, su impacto en la música y las letras del álbum es claro, con temas sobre la lucha, la desesperación y la reflexión existencial.
El sonido del disco es más agresivo y experimental, con una mezcla de riffs pesados, melodías atmosféricas y una gran cantidad de elementos electrónicos que amplifican la atmósfera sombría y épica. El álbum tiene una mayor complejidad en la estructura de las canciones, con cambios de tempo, pasajes instrumentales más largos y momentos de calma que contrastan con la intensidad de las secciones más pesadas. Se utilizan guitarras afinadas de manera más baja y complejas líneas de batería, lo que da lugar a un sonido más denso y pesado.
El álbum aborda temas de desilusión con la vida, la lucha contra la adversidad y la sensación de abandono, lo que se refleja en el título del álbum. La idea de que los «dioses nos han abandonado» es una metáfora para el sentimiento de vacío y desesperanza que puede surgir cuando las fuerzas externas parecen estar en contra de uno.
All Our Gods Have Abandoned Us está repleto de grandes e icónicas canciones como “A Match Made in Heaven”, “Nihilst”, “Deathwish” y “Gone with the Wind”. Pero si hay una que realmente toca la fibra es la canción que cierra el disco. Con sus más de ocho minutos de duración, “Memento Mori” es una meditación sobre la fragilidad de la vida y la inevitabilidad de la muerte. El concepto de memento mori ha sido utilizado históricamente en el arte y la filosofía para recordar a las personas que la muerte es una parte inevitable de la existencia humana.
La letra de la canción es cruda y directa, pero también poética. Habla de cómo la conciencia de la muerte puede ser tanto aterradora como liberadora. En lugar de ignorar la mortalidad, la canción invita a enfrentarla y a usarla como una motivación para vivir de manera más significativa.
La canción tiene una atmósfera densa y sombría que complementa perfectamente el tema lírico. La canción comienza con un riff pesado y melódico que se va construyendo hasta alcanzar un clímax emocional. La música refleja el tono sombrío y reflexivo de las letras, con cambios de ritmo que crean una sensación de tensión y liberación. La mezcla de guitarras pesadas y momentos más tranquilos y melódicos permite que la canción se desarrolle de manera dinámica. La voz de Sam Carter es especialmente emotiva en esta canción, pasando de gritos desgarradores a momentos más suaves y melódicos. Esto refuerza la dualidad del mensaje de la canción, que es a la vez sombrío y liberador.
La canción sigue siendo una de las más significativas en la discografía de Architects, ya que encapsula la filosofía de vida de la banda: enfrentar la muerte con dignidad y usar ese conocimiento para vivir de manera más auténtica.