El rock siempre ha tenido muertes célebres más allá de los suicidios, sobredosis y cócteles de alcohol y drogas. Heavy metal y muerte han ido siempre de la mano y es algo que todos los medios generalistas han trabajado para asociar. Siempre les han importado más las escabrosas muertes de los músicos que la carrera o los éxitos cosechados por bandas y solistas. Fijaros en que normalmente se pone el énfasis en “murieron ahogados en su propio vómito”. Nunca se habla de gente ahogada en su propio vómito a no ser que no sea una estrella de rock, pues hay que recalcar lo asqueroso y macabro que puede pasar si estás metido en el rock duro. Spinal Tap, en la película, se reían de ello contando la historia de que uno de sus baterías había muerto ahogado en el vómito… ¡de otra persona!
Recopilamos aquí pues algunas maneras de morir de nuestros héroes que resultan chocantes e incluso bordean lo sobrenatural siendo más propias de Cuarto Milenio que del rock en si, pero sucedieron. Sirvan estas líneas para reivindicarles a todos ellos truncando carreras excepcionales.
Mark Bolan (vocalista de T. Rex): Premonición
Posiblemente la muerte del rey del glam rock es la única que fue prevista por su protagonista años antes. Marc Bolan dejó escrito lustros antes que su final sería en un accidente de tráfico, concretamente se estamparía contra un sicomoro. El sicomoro es una clase de árbol. Y así sucedió conduciendo su pareja Gloria Jones el popular Mini-Austin por Londres, en Queens Ride (Londres), saliendo de un club nocturno. Bolan había alcanzado el estrellato, pero la caída era dura acompañada de un descenso a los infiernos que iba acompañado por una mochila cargada de heroína, alcohol y unos cuantos kilos de más. ¿Cómo puedo Bolan prever que su fin de partida sería en accidente automovilístico, contra un árbol y acertar exactamente de qué tipo? De hecho, esa premonición fue algo que lo atormentó durante su corta vida. No se sacó nunca el carnet de conducir para reducir las posibilidades de que sucediera. En 1972 le dijo a su amigo y fotógrafo Keith Morris que le hiciera una foto al volante de un Cadillac porque presentía que moriría en accidente automovilístico. La foto existe, sale Bolan riendo como un loco. El 16 de agosto de 1977 le dijo a un amigo:
“Qué jodido sería morir el mismo día que Elvis Presley, pues nadie hablaría de ti.»
Un mes exacto más tarde moría, el mismo día que María Callas.
Randy California (vocalista y guitarrista de Spirit): Heroicidad marina
Hay veces en las que una mujer o un hombre se ven expuestos a una situación límite, hay que pensar rápido y optar por el sacrificio. Esto mismo le sucedió a Randy California, líder de Spirit y reconocido músico. Randy tenía ya 45 años y estaba de vacaciones en Hawaii junto a su familia, no muy lejos de la residencia de su madre. Todo ocurrió en 1997. Hawaii es la cuna del surf y un paraíso para practicarlo, pero para Randy fue un infierno. Nuestro héroe (y nunca mejor dicho) se vio sorprendido por una fuerte resaca que les apartaba a él y a su hijo de tierra. Las fuerzas empezaron a fallar y el pánico se apoderó de su hijo. En un sobre esfuerzo Randy consiguió ingeniárselas para conseguir poner a salvo a su vástago. No quedaron ni tiempo ni fuerzas para más. El Pacífico se llevó a Randy California y se lo quedó para siempre. Nunca se encontró su cuerpo.
Duane Allman y Berry Oakley (guitarrista y bajista de The Allman Brothers Band): El sitio maldito
Hay muchas bandas que han vivido al límite a lo largo de la historia del rock pero uno de los casos más notorios fue el de los Allman Brothers en sus inicios. Resalta el hecho de que unos tipos tan pendencieros como ellos compartieran el espacio-tiempo del verano del amor y del flower power. Para nada. En sus inicios los Allman Brothers (y sus roadies) eran camorristas incansables que amaban las peleas de bar, las drogas y las mujeres. A asesinatos, ensayar en cementerios o matar vacas de un balazo cuando te entra el hambre en la carretera hay que sumarle las incomprensibles muertes de dos de sus músicos formadores. Primero fue Duane Allman que se estrelló con su Harley contra un camión cargado de madera. Pareció que había sido sólo un susto por lo que el genial guitarrista decidió largarse a su casa sin pasar por el hospital, pero las heridas internas derivadas del accidente terminaron con su vida. Fue en el cruce de Bartlett Avenue en Macon, Georgia. En menos de un año, el bajista Berry Oakley de los Allman Brothers moriría de otro accidente de tráfico exactamente igual, yendo en moto a tres manzanas de donde murió Duane. Chocó contra un autobús. Aparentemente no le había pasado nada a Berry por lo que rechazó ir al hospital. Sus heridas internas terminaron con su vida al cabo de unas horas. Berry se había obsesionado con ser Duane hasta el punto que murió de la misma forma.
Steve Lee (vocalista de Gotthard): Destino final
El enorme vocalista de los suizos Gotthard padeció en 2010 un infortunado accidente yendo con su moto. Se salvó de milagro y dio gracias al destino pues, en sus propias palabras, había vuelto a nacer. Como si se tratase de la película Final Destination en la que la muerte no se cobra el precio y persigue a los destinados a morir, esta lo persiguió hasta encontrarlo. Dos semanas después Lee salía de ruta en moto y paró junto a su grupo de acompañantes fuera de la carretera de Mesquite, Nevada. Estaban descansando, charlando y tomando un refrigerio. Un camión articulado pasó cerca del grupo y patinó desprendiéndose una parte del mismo. Solo se llevó por delante a Steve segando su vida y dejando a Gotthard sin cantante y alma cuando gozaban de un más que merecido, merecidísimo éxito. A veces, mal que nos pese, la realidad supera la ficción.
Eldon Wayne Hoke «El Duce» (vocalista y batería de The Mentors): Desnudo, atropellado por un tren
Pocos seres más repugnantes ha habido en la escena del rock y de un degenerado como él solo se podía esperar un final absurdo y a la altura de lo que fue y representó. El Duce fue el líder de The Mentors, un grupo de punk porno misógino y en el que desde sus letras se degradaba a la mujer y se predicaba la violación pacífica. El tipo tenía muy pocas luces como se puede ver en el absurdo documental de Kurt & Courtney (1998), realizado por otro pirado importante. El Duce fue noticia cuando aseguró que le habían pagado 50.000 dólares para asesinar a Cobain. Todo delirante… El bueno de Al Jourgensen (Ministry) le definió como «un semidiós de la estupidez» y cuenta que cuando conoció al orondo batería/vocalista estaba tirado en un lavabo con los pantalones bajados y con el cuerpo semi-desnudo recubierto de vómito, orina y Cheetos. Su historial de locuras da para un libro entero, pero nunca llegó a nada en lo musical. En una de sus múltiples noches de borrachera fue a perseguir trenes desnudo (no era la primera vez) y uno se le llevó para siempre.