Está claro que el Rock the Coast se ha marcado un par de tantos espectaculares. Uno, evidentemente, es Rainbow, el gran cabeza de cartel que faltaba por ver en la Península. Pero otro, y en menor medida, es Conception. Sé que no es una banda que mueva grandes masas, ni tampoco es muy conocida, pero hay muchos devotos a los que el grupo les vuelve locos. Conception es suficiente aliciente para que un servidor mueva sus posaderas hasta Fuengirola. Con esto ya lo digo todo.
Conception fue una banda noruega de metal progresivo a mediados de los 90 del pasado siglo. Nada mal atreverse con este estilo cuando el mundo miraba al país por las iglesias humeantes y el black metal. Pero Noruega siempre sorprende, y Conception ficharon por Noise, consiguiendo asomar la pezuña. Lo que más se recuerda del grupo es a Roy Khan, pues fichó por Kamelot, y ayudaría a que los americanos crecieran hasta ser referencia. Puede hacerlo de maravilla Tommy Karevik, pero el cantante de Kamelot siempre será Roy Khan, y el disco The Fourth Legacy (1999).
La otra cara más reconocible de Conception fue Tore Østby, quien llegó a destacar en el mundo del heavy metal cuando creó los espectaculares Ark y presentó en sociedad a Jorn Lande. Lande pasó a ser uno de los más grandes vocalistas de la escena, pero la figura de Østby quedó algo olvidada. Algo injusto, pues estamos hablando de un guitarra virtuoso, pero también de un compositor espectacular.
La primera encarnación del grupo fue de 1989 a 1998 cerrando con el disco Flow, y con él dando un importante paso evolutivo que descolocó a muchos fans. A finales de 2005 hubo una especie de retorno para unos shows puntuales coincidiendo con la salida de Roy Khan de Kamelot.
«Roll the Fire»
Álbum: Parallel Minds (1993)
Autores: Roy Khan y Tore Østby
Conception había debutado con The Last Sunset (1991) pero este disco sería el que les haría elevar su popularidad. Eran años complicados para el heavy metal, así que imaginad lo duro que sería en esos tiempos en Noruega, años oscuros en los que el heavy metal estaba muy mal visto, especialmente el black metal.
El grupo saltaba a la palestra con dos nombres que destacaban, Roy Khan a las voces, con una voz sumamente personal y diferente, y Tore Østby, que en esos tiempos estaba muy influenciado por Yngwie Malmsteen. El tema es genial, con un riff complejo y esa afinación grave. Sacaron un videoclip incluso. Dicho videoclip ha envejecido mal (¡incluso corta la canción!), pero no el tema, que es una maravilla.
«Under a Mourning Star»
Álbum: In Your Multitude (1995)
Autores: Roy Khan y Tore Østby
Este disco ya son palabras mayores. Es, para muchos, la obra cumbre del grupo y, particularmente este tema, justo el encargado de abrirlo. La apertura es tan enigmática como contundente. De entrada, te mete de lleno en la preciosa portada africana y combina una contundencia brutal con una voz delicada a medio tiempo, quedando todo sumamente original. El estribillo engancha, y a pesar de que sonido y producción eran bastante mejorables, podemos calificar esta canción en concreto como la cima de Concpetion. Aquí están todas sus cartas, pero sobre todo hay muchos giros inesperados por parte de un Østby que se va desmarcando de Malmsteen y ofrece más cosecha propia. Atención al solo de guitarra y al doble bombo poco tratado de Arve Heimdall.
«Sanctuary»
Álbum: In Your Multitude (1995)
Autores: Roy Khan y Tore Østby
Estamos ante la obra por la que Roy Khan se ganó las alas para entrar en Kamelot. Los temas de Conception se alejan bastante de lo que hicieron los de Tampa, pero estoy seguro que Thomas Youngblood lo tuvo claro cuando escuchó esta canción. “Sanctuary” es una balada desnuda. Voz y guitarra con un teclado de colchón. Østby en acústica y Khan demostrando todo su potencial vocal en una balada que pone los pelos de punta. No es una de las canciones más representativas de Conception, pero sí la ideal para empezar con el grupo. Pura belleza. Otra balada que le serviría de salvoconducto para irse a hacer las américas fue “Hold On” del disco Flow (1997).
«A Million Gods»
Álbum: In Your Multitude (1995)
Autores: Roy Khan y Tore Østby
Vuelvo a recurrir al In Your Multitude, pero es que este disco posee magia en muchas de sus canciones, y lo conseguido en “A Million Gods”, es soberbio. El groove tira del tema y los cambios no paran de sorprender. Complejidad, sí, pero todo de forma orgánica y natural. La entrada está a la altura de “Under a Morning Star” y el riffeado de Østby es maravilloso, pero también se deja espacio para que Heimdall y sobre todo Ingar Amlien al bajo se luzcan (ojito con la línea de bajo). El teclista invitado repunta momentos puntuales y todo un Tommy Newton tras los controles les hizo dar el salto. Impresiona como parece que el estribillo baja las revoluciones para volver a subirlas en el verso y puente. Técnicamente el disco es escandaloso, pero, encima, los temas son geniales. El solo de guitarra pasa de Malmsteen al flamenco, y antes hay otro solo de batería. Casi nada… Personalmente creo que Østby partió de este tema para bastir lo que fue Ark.
«Flow»
Álbum: Flow (1997)
Autores: Roy Khan, Tore Østby e Ingar Amlien
Menudo cabreo me pillé en 1998 cuando Conception sacaron este engendro: Flow. Es muy difícil asumir para un metalhead, que apenas llega a los 20, que una de sus bandas favoritas variara totalmente el sonido del grupo y experimentara con melodías pop y las bases electrónicas, dejando de lado el prog metal que les había hecho grandes. ¿Cómo iba yo a convencer a mis amigos de que Conception molaban con Flow? Y lo que son las cosas, tres años después Flow me pareció espectacular. Hay muchos más medios, mucha libertad, muchas ganas de cortar amarras y hacer que las cosas funcionen sin encorsetarse estilísticamente. Pero cuando el trve metal y el acné se juntan… es imposible adorar o comprender cosas como “Cry”.
Sorprende de “Flow” la sencillez del tema, el estribillo natural y ese aroma alternativo. Bombo y parches tienen un sonido mucho más tratado y bonito que en su anterior disco.
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.
