Por alguna razón que desconozco, el heavy metal siempre (o tradicionalmente) se ha ligado al género masculino, al macho más macho, ese de cabellera larga y pelo en pecho y tan heterosexual que podía atraer féminas con un solo silvido. Como ejemplo podemos tomar los grupos parodia Steel Panther o Gigatrón (“bajamos bragas con un chasquear de dedos”, cantan). Sí, tradicionalmente se ha ligado el heavy metal a una imagen del hombre tipo Conan (quizá grupos como Manowar tengan algo que ver; lo desconozco) y por eso me gusta tantísimo que el denominado God Of Metal, Rob Halford, sea calvo y homosexual. ¡A la mierda los estereotipos!
Y aunque parece ser que sí, que efectivamente hay una mayoría de músicos señores, no es menos cierto que tras la eclosión de la música más sinfónica y gótica, la señoras del metal empiezan a abundar y, aunque normalmente lo hagan a la voz, grupos como Girl’s School o Vixen se empeñan en romper la norma para gozo de todos.
Aquí os dejo una lista de mis 5 chicas del metal preferidas:
Tarja Turunen
Recuerdo la primera vez que escuché Nightwish. Fue su álbum Wishmaster (2000) y aquello era nuevo para mí. Hombre, sí, había escuchado grupos con chicas a la voz pero, desde luego, descubrir una soprano en un grupo metalero me impactó. Recuerdo (y si no lo recuerdo, le doy al play) que en canciones como «She Is My Sin» o en discos posteriores, «Ever Dream», aquella voz tenía fuerza, tenía garra (a pesar de la ultra melodía que desprende), mientras que en otras como «Walking In The Air» o «Dead Boy’s Poem», la delicadeza era tremenda y lograba transmitir una mezcla de tristeza y suavidad difíciles de igualar. Tras Tarja ha habido otras, incluso en el propio Nightwish, pero no es lo mismo. Solo hay una señora Turunen.
Alissa White-Gluz
Durante un tiempo, el death más melódico me interesó, aunque nunca he adentrado en él. Algo de Arch Enemy, con Angela Gossow a la voz, había escuchado, pero por alguna razón no le hice mucho caso. Pasaron los años y nació www.scienceofnoise.net y buscando videos para colgar en Twitter, me sugirieron «The world Is Yours» y, aunque sabía que Gossow había dejado la banda, lo que vi y escuché fue tremendamente impactante. ¿Cómo era posible que un rostro tan delicado cantase de aquella manera? Y me refiero tanto a la voz gutural como a la más sinfónica. Fue amor a primera vista (o a primer oído), pero desde que el vídeo iba por el minuto y medio, supe que estaba irremediable y perdidamente enamorado de Alissa y que, contra todo pronóstico, Arch Enemy había superado, y con nota, la dificilísima tarea de sustituir lo que me parecía insustituible.
Nita Strauss
Si lo de Alissa White-Gluz fue un flechazo, lo que tuve con Nita no fue menos. La conocí en julio de 2017, en el RockFest. Me preparaba para ver a Alice Cooper y, nada más empezar, un vendaval rubio a la guitarra me atrapó. Por Dios, ¡qué energía! ¡Qué actitud! Se notaba a leguas que le encantaba estar ahí, en el escenario, haciendo lo que más le gusta hacer (y bien que lo hace): tocar la guitarra. Tras el festival empecé a indagar y la carrera de la chica es tan prometedora como sus aptitudes. The Iron Maidens, Femme Fatale, ahora Alice Copper, etc. el rock ‘n’ roll necesita más Nitas a la guitarra, al bajo o a la batería. Todo un ejemplo de que los estereotipos solo sirven para tirarlos a la basura.
Joan Jett
Joan Jett es el rock ‘n’ roll. No hay más, es la reina del rock. Lo demuestran todos sus trabajos, tanto en The Ruways como (y sobre todo para el que escribe), Joan Jett & The Blackhearts. Y es el rock ‘n’ roll por todo: por composiciones, por como toca la guitarra y por como canta, por pose, por estética, por actitud, etc. Canciones ya históricas como «I Love Rock ‘n Roll» (versionada mil y una veces por artistas de todos los géneros), «I Hate Myself For Loving You», «Do You Wanna Touch Me» o «Bad Reputation» son una carta de presentación clarísima e inequívoca de lo que ha supuesto Joan para la escena rockera e, incluso, punk. Morir sin verla en directo será uno de los grandes lamentos que tendré… 🙁
Doro Pesch
Si de heavy metal hablamos, puede haber muchas “princesas”, pero hay una sola reina: Doro Pesch. Pionera absoluta del metal en los 80, su carrera habla por sí misma. Tanto en Warlock como en solitario, Doro es una de las metaleras más influyentes del género. Bueno, quizá me he equivocado en lo de “metaleras”, porque va más allá de géneros sexuales. Icono absoluto, intérprete incuestionable y un auténtico huracán en directo, a día de hoy creo que no se puede entender la mujer en el heavy metal sin hacer un stop en esta enorme artista. Discos y canciones que lo demuestren hay a raudales, así como declaraciones de otros músicos en torno a su figura, como por ejemplo Floor Jansen (After Forever, Nightwish):
“Hacer un dueto con Doro fue un absoluto honor, ya que ella fue la pionera de las vocalistas femeninas de heavy metal.»
Sin Doro Pesch, el heavy metal no sería heavy metal.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.
