Debo confesar que, a pesar de gustarme Nervosa, no esperaba mucho de este concierto. Me explico: no esperaba que fuera mucha gente, siendo un lunes a mitad de agosto, y no esperaba que ni ellas ni sus teloneros dieran los magníficos bolazos que acabaron por dar. Decía el otro día cuando el concierto de Obituary que era un motivo de gran alegría que unos 600 metaleros se acercaran al Razzmatazz 2 a participar en una noche de death metal, pero dada la entidad del quinteto de Florida es algo que uno se puede esperar, pero que un trío joven y semidseconocido como Nervosa meta casi 200 personas enloquecidas en el Razzmatazz 3 es algo que no entraba en mis planes. Por supuesto me alegro, y mucho, tanto por ellas como por la promotora que ha apostado por ellas y por las bandas que las acompañaban, ya que tanto los locales Deldrac como, en menor medida, los italianos ReaPter, también pudieron gozar de una excelente entrada y una buena cantidad de gente entregada a sus conciertos.
Justo antes de dirigirme hacia el Poble Nou, recibimos una muy desagradable noticia: durante la noche anterior, en la que tocaron en la Sala Toman de Reus, algun hijo de puta (ya me perdonaréis, pero si hay que decirlo, hay que decirlo) decidió apropiarse de las dos guitarras y del cabezal del amplificador de Prika Amaral, así que básicamente la guitarrista de la banda brasileña llegaba a Barcelona con lo puesto. Ya van demasiadas veces que un grupo viene de gira por aquí y alguien le roba los trastos (concretamente en Catalunya). Esto es una vergüenza inaceptable y muy condenable, y lo peor es que quizás los que lo hayan hecho se consideran fans del metal. Y jode especialmente que esto le pase a una banda como Nervosa, unas chicas encantadoras que se lo curran como nadie dando vueltas por Europa durante dos meses en una furgoneta para que venga el malnacido de turno y decida joderles la historia.
Mi cabreo se taimó un poco cuando llegué a las puertas del Razz 3 y vi una cantidad de gente bastante decente (mucho más decente de lo que yo me esperaba, sin ninguna duda) amontonándose a las puertas de los bares y de la sala. Como curiosidad, la media de edad era bastante más alta de lo que uno podría esperar teniendo en cuenta que Nervosa son unas jovenzuelas, pero supongo que debemos achacarlo, por un lado, a que el estilo que practican las brasileñas es thrash de la vieja escuela, decididamente trallero y sin crossovers ni artificios «modernos» y, también, a la presencia de una banda como Deldrac como teloneros, que aunque novatos como agrupación, son unos veteranos de la escena barcelonesa que entre uno y otro conocen a todo el mundo.
Deldrac
Y es que los encargados de dar el pistoletazo de salida a esta velada de puro thrash metal tienen ya los cojones pelados de patearse los escenarios de la capital catalana aunque éste fuera, tan solo, el quinto concierto de la historia de Deldrac. Quimi Montañés, principal reclamo a simple vista al haber sido fundador de los históricos Legion (hay alguna banda de thrash metal patrio más histórica que Legion?), es una indiscutible institución, pero todos sus miembros llevan años dando guerra en bandas bien reconocidas de la escena local como son Doomsday, Lux Divina o Cyan Bloodbane. Hablando con el bajista David Saavedra al final del concierto, me comentaba que piensa que aún les falta algo de cohesión y presencia sobre el escenario, pero a mí me parece que, de ser así, lo disimulan muy bien, y tanto yo como el centenar largo de personas que vivimos su actuación quedamos más que convencidos y satisfechos.
Proveedores de los batería que iban a usar después el resto de bandas, Deldrac se asentaron en el escenario bajo las icónicas notas de la intro de «2001: A Space Odissey», y demostraron estar muy cómodos en él, rodeados de amigos y de gente que llevaba bien estudiado el único disco que de momento han sacado al mercado, titulado One Day More, One Day Less (2016) y que, como es lógico, ocupó la práctica totalidad de su repertorio y que interpretaron casi al completo, empezando por «Hatred and Hate Painted Blood Red» y continuando por «True Stories Last Forever» y «Race for Life». La excepción fué «Lethal Liberty», única concesión al pasado de Quimi al mando de Legion, un tema alegremente coreado por un público que, a esas alturas, ya estaba totalmente entregado al buen hacer de los catalanes. Hay que decir que yo pensaba que le iban a dar más chance a esas canciones antiguas, pero me alegró comprobar como los componentes de Deldrac no quieren vivir de las rentas y creen ciegamente en sus nuevas composiciones. Y hacen bien en hacerlo, ya que si bien en disco suenan un pelín demasiado clásicos para mí, en directo temas ya pegadizos de por sí como «Then Some Bells May Chime», «The Real Dark Power», la trallera «Thought Police» o mi favorita «The Only Life You Know» con la que acabaron sonaron potentes, compactos y muy thrasheros.
Y si las canciones pasaron con nota la prueba del algodón, qué decir de su calidad como músicos. El rango vocal de Eric Moya es envidiable, así como su presencia sobre el escenario. La base rítmica formada por Toni Quesada y David Saavedra, encargado también de los abrasivos coros, es sólida y contundente, mientras que Quimi Montañes, con su espectacular guitarra plateada, se sobra para llevar el peso de las canciones a base de afilados riffs y de ocasionales e intrincados solos. A Quimi se le vió contento, ya sea por su vuelta al metal y a los escenarios, por la buena comunión con el abundante público, o por las dos cosas, y se pudo lucir en un pequeño solo que precedió y sucedió al cumpleaños feliz dedicado a Aurora, la mujer de David, que lo recibió sorprendida en las primeras filas. Es posible que el publico no enloqueciera como demandaba Eric siempre que tenía ocasión, pero todos disfrutamos sin reservas y con pasión de una excelente descarga, dura, melódica y 100% metalera. Por cierto, con sus 55 minutos de concierto, resultaron ser la banda con mayor tiempo de actuación en la noche de hoy, y eso que en su setlist aún estaba apuntado un último tema, «Blame Satan», que finalmente no tuvieron tiempo de interpretar ante la sorpresa de un David que ya iba embalado hacia ello.
Setlist Deldrac:
Hatred and Hate Painted Blood Red
True Stories Last Forever
Race For Life
All Alone Again
Lethal Liberty (Legion)
Then Some Bells May Chime
The Real Dark Power
Thought Police
The Only Life You Know
ReaPter
Los italianos ReaPter tuvieron que lidiar con la papeleta de ser la banda que menos interesaba a priori al público que se congregó hoy aquí. Deldrac son de Barcelona y estuvieron rodeados de amigos, mientras que casi todo el mundo, por supuesto, había venido para ver a Nervosa, con lo que estoy bastante seguro que muy pocos de los asistentes había ni tan siquiera escuchado un solo tema del quinteto romano. Yo mismo confieso que tenía un conocimiento muy limitado de su catálogo, formado por dos EPs y dos sólidos discos de thrash metal clásico con toques progresivos en la vena de Testament o los Metallica del …And Justice for All y de sus últimos trabajos. Para empezar, como buenos italianos que son, se preocuparon por su indumentaria bastante más que la banda que les precedió, y los cinco miembros del grupo aparecieron ataviados en pantalones de cuero casi a conjunto. Apelotonados en forma de pared detrás de la línea de monitores, y con una puesta en escena excesivamente estática y un pelín encarcarada para mi gusto, quizás por lo estrecho del escenario, ReaPter dispusieron de unos 45 minutos para intentar convencer al público desde esta posición más o menos indefinida de «banda extra».
Ni su descarga me hizo fan ni éste será un concierto que vaya a recordar especialmente, pero también es innegable que, a pesar de que como digo casi nadie conocía sus canciones, la banda liderada por Claudio Arduini y Max Pellicciotta consiguió animar a un buen puñado de gente (y también a mí!) para que sacudiéramos la cabeza al ritmo de temas como la pegadiza «Repeat», la trallera «Self Destruction» o la final «Useless», canciones disfrutables pero que no acabaron de atraparme excepto en momentos muy concretos, con algunos cambios y finales extrañamente abruptos y que, a diferencia de lo que ocurrió con Deldrac, me gusta más como suenan en disco, ya que almenos hoy les faltó algo de definición y de émfasis en los detalles que se pueden percibir en estudio. Técnicamente muy solventes, ReaPter dieron un concierto más que digno, pero me resulta difícil pensar que a día de hoy consigan destacar internacionalmente en una escena, la del thrash revival, que empieza a estar algo saturada de bandas, algunas de ellas realmente sobradas de calidad y actitud.
Setlist ReaPter:
Repeat
Tsunami
Time Lapse
Life and Horror
The Alchemist
Carnage
Self Destruction
Tram Out
Useless
Nervosa
Hablando de bandas de thrash metal revival que vayan sobradas de calidad y actitud, qué mejor ejemplo que Nervosa. Las brasileñas llevan años girando sin parar y haciéndose poco a poco un sitio en el nutrido panorama thrash metalero contemporáneo a base a mucho curro, actitud, simpatía y una tralla innegociable. Es la tercera vez que pasan por Barcelona en poco menos de un año (la última, abriendo para Destruction en la sala de al lado en octubre de 2016), y parece que se han conseguido labrar una considerable legión de seguidores en la Ciudad Condal, ya que, para mi sorpresa, consiguieron llenar prácticamente la pequeña de las Razzmatazz. Cuando he comentado lo inesperado de esta excelente respuesta a gente que conoce a la banda vagamente pero no fué al concierto, lo habitual ha sido achacarlo al indudable atractivo de sus componentes, pero me gustaría pensar que ésta no es ni mucho menos la razón, y que a pesar de que dejan más que claro en todos sitios que sí, que son un trío enteramente femenino que hace thrash metal, y que esto les ha abierto alguna puerta que otra, su éxito es fruto de su calidad y no de su género. De hecho, estoy seguro de ello, a pesar de la multitud de caras de embelese y de corazones desbocados que pude apreciar durante su descarga.
Debido al asqueroso contratiempo ocasionado por el robo de las guitarras de Prika la noche anterior en Reus, el concierto de hoy transcurrió de forma algo atípica. La banda no pudo probar sonido cuando estaba previsto ya que en esos momentos estaban pateándose las tiendas de instrumentos de Barcelona buscando una nueva guitarra con la que continuar la gira, así que tuvieron que conformarse con una prueba improvisada inmediatamente antes de su actuación, lo que inevitablemente hizo que empezaran más tarde de los previsto y que, en consecuencia, tuvieran que reducir la duración de su concierto a unos insuficientes 50 minutos. A pesar del lógico cabreo que llevaban encima, tanto Prika como la encantadora Fernanda Lima se mostraron alegres y simpáticas durante la prueba de sonido y durante su actuación, y no pararon de agradecer el soporte de la gente y, en especial, de sus amigos de Crisix (ví a Juli y Busi entre el público) e Implore (que si no me equivoco fueron quiénes les dejaron el cabezal para poder tocar) para sobreponerse logística y emocionalmente al problema.
Sin tiempo que perder (ni tan siquiera se molestaron en poner el telón de fondo con el nombre de la banda – espero que fuera un problema de falta de tiempo y no de que lo hubieran robado también! – ), y una vez el sonido fué satisfactorio, Fernanda y Prika se giraron inmediatamente de espaldas al público para empezar su concierto tal y como hacen habitualmente, con las agónicas y afiladas notas que abren «Hypocrisy». A partir de ahí, el vendaval. Un tema tras otro de pura tralla thrashera que hizo enloquecer al público y a mí mismo, que inocentemente sorprendido por lo que estaba cayendo, acabé atrapado y encandilado en primera fila cámara en mano y olvidándome por completo de tomar notas y de publicar la foto de móvil de rigor en nuestras redes sociales. Curiosamente, parece que conozco a esta banda y a su discografía mejor de lo que yo mismo creía, ya que pude corear y seguir sin problemas todos los temas que formaron parte de su repertorio, basado principalmente en Agony (2016), su último disco, del que disfruté especialmente «Intolerance Means War» y «Hostages», sin olvidar los cortes más destacados de su breve catálogo anterior, como las celebradas «Death!», «Masked Betrayer» (una de mis favoritas) o la final «Into Moshpit», todo un himno de la banda que fué vivido con pasión a mis espaldas, tal y como pude comprobar al ser repetidamente aplastado contra el borde del escenario.
Es difícil no caer un poco rendido a los pies de estas muchachas, ya que simplemente son todo un encanto. La bajista y cantante Fernanda Lira, ataviada en esta ocasión con una camiseta de Overkill para acompañar sus eternas mallas militares, es el foco de todas las miradas gracias a su apabullante personalidad en directo, y es fascinante ver como transforma la dulce y pícara sonrisa que le acompaña entre canción y canción y cuando se baja del escenario en una mueca demoníaca y alocada que ilustra sus violentos berridos a la que empiezan las notas de cualquier tema. Prika Amaral es mucho menos expresiva que su compañera y se limita a sacudir su larga melena rubia y a poner tímidas caras de ferocidad, y por ello se mantiene en un aparente segundo plano, pero el peso de la música recae mayormente en sus manos y en las cuerdas de su guitarra, hoy, nueva a estrenar. Y qué decir de la pequeña y jovencísima Luana Dametto, nueva batería de la banda después de que ya hayan pasado unas cuantas por su formación. Aunque parezca que no haya roto un plato, a la que se pone detrás de los parches se convierte en una bestia parda que aporrea los tambores con una brutalidad y una precisión admirable, tal y como demostró en el pequeño solo que sucedió a «Theory of Conspiracy» casi al final del concierto. Ya os digo que Luana enterneció más de un corazón entre los aguerridos metaleros que copaban las primeras filas, y yo, con una fetichista e irremediable predilección hacias las baterías femeninas, en especial aquellas que aparentemente no han roto nunca un plato, no fuí ninguna excepción.
Anteriormente solo había tenido la oportunidad de ver a Nervosa cuando vinieron acompañando a Destruction, un concierto en el que fueron la primera banda de cuatro en una sala aún semi vacía, así que evidentemente las circunstancias son incomparables a lo de hoy. Pero ya sea por eso o por las tablas que han ido adquiriendo después de girar literalmente sin parar desde entonces, mi impresión sobre sus capacidades en directo ha mejorado espectacularmente. Ese día estuvieron bien, no hay duda, pero no dejaron de ser una banda más. Hoy, en cambio, dieron un bolazo enérgico y visceral que se me hizo cortísimo (y además lo fué) y que me acabó dejando con pitidos en las orejas. Los que estáis a tiempo de enganchar el tramo final de su gira española (que además del Leyendas del Rock, Reus y Barcelona también pasará por Valladolid, Vigo y Bilbao) o alguna fecha de un larguísimo tour europeo que aún se alargará un mes más, haced el favor de no perdéroslo para satisfacer vuestras ansias de thrash más primitivas y animalísticas. No os arrepentiréis.
Setlist Nervosa:
Hypocrisy
Surrounded by Serpents
Failed System
Death!
Intolerance Means War
Masked Betrayer
Arrogance
Hostages
Theory of Conspiracy
Into Moshpit
Siempre me ha encantado escribir y siempre me ha encantado el rock, el metal y muchos más estilos. De hecho, me gustan tantos estilos y tantas bandas que he llegado a pensar que he perdido completamente el criterio, pero es que hay tanta buena música ahí fuera que es imposible no seguirse sorprendiendo día a día.
Tengo una verborrea incontenible y me gusta inventarme palabras. Si habéis llegado hasta aquí, seguro que ya os habéis dado cuenta.