Las mejores canciones de Turbonegro según… Science of Noise

Hoy dedicamos nuestro top semanal a una banda que a veces olvidamos pero que en el fondo todos apreciamos y adoramos a nuestra manera. Porque hay bandas que tienen ese algo que gusta a casi todo el público, y entendemos que Turbonegro encaja perfectamente en esta expresión. No vamos a alargar más la intro, pues hoy somos unos cuantos los que nos hemos atrevido a exponer nuestra canción preferida de los locos noruegos. ¡Disfrutad!

Por cierto, la foto es de su última presencia en Hellfest, por Beto Lagarda.

 

«Nihil Sleighride» por Jordian Fo

Álbum: Never is forever (1994)
Autores: Hans Erik Dyvik Husby, Pål Bøttger Kjærnes, Rune Grønn, Thomas Seltzer, Bingo Calmeyer

Lo fácil sería, cuando nos referimos a Turbonegro, recurrir al cancionero de AssCobra o Apocalypse Dudes a la hora de escoger la canción perfecta del grupo noruego. Se trata de los dos álbumes más celebres y redondos de su carrera, y en ellos hay varias canciones de 10: “Denim demon”, Sailor man”, Deathtime”, “Get it on”, “Are you ready (for some darkness)”… La lista sería larga, pero para elegir mi favorita prefiero dirigirme a Never is forever, su segundo disco. ¿Por qué? Porque, aparte de contener temazos brutales, suena muy punk y debemos reconocer que, con el paso de los años, Turbonegro fue virando su sonido cada vez más hacia el rock’n’roll y menos al punk-rock de sus inicios.

El álbum en cuestión se publicó en 1994 y arranca con una canción rollo cantautor, en la que la voz de Hank apenas está acompañada por un piano. Tranquilos que “Letter from your momma” no es más que un vacile, en seguida los de Oslo aprietan el acelerador y derrapan a base de punk-rock salvaje. En muchos temas ya se advierte el potencial en bruto de la banda (“Übermensch”, “No beast so fierce”, “Destination: hell”, “Timebomb”, “Hush, earthling”, “(He’s a) grungewhore”) aunque todavía se aprecie demasiado la influencia ramoniana e incluso una mínima marcha pop que recuerda a The Cure (“I will never die”).

Y en un principio había pensado escribir este texto sobre “Hush, earthling”, uno de los temas más hardcore de su repertorio, pero ahora que he vuelto a escuchar este álbum después de mucho tiempo sin hacerlo, me decanto finalmente por “Nihil Sleighride”. La razón es que es una composición especial: Hank von Helvete canta con un registro diferente, como si hablara suavemente al micro, y luego el estribillo es memorable (“Never is forever, as far as I remember”) mientras que el resto del grupo lo da todo. Tres minutos de perfección musical.


«I Got Erection» por Jordi Tàrrega

Álbum: Ass Cobra (1996)
Autores: Hans Erik Dyvik Husby, Pål Bøttger Kjærnes, Rune Grønn, Thomas Seltzer, Bingo Calmeyer

Me encanta recordar esa invasión escandinava de punk sleazy de los 90 de la que salieron al mismo tiempo (más o menos) Backyard Babies, The Hellacopters, Gluecifer o los propios Turbonegro. Parecía que se iban a comer el mundo, pero no fue así. Desde Noruega irrumpían estos chicos que, en este disco, Ass Cobra de 1996, ya sentaban las bases de su sonido y su estética de marineritos vestidos con tela tejana, grandes bigotes y actitudes homosexuales extremas. Qué gran idea provocadora, rodeados de ametralladoras y pastores alemanes infundiendo peligro a la escena… Happy Tom, Euroboy… ¡si es que hasta los nombres eran geniales!

Aquí nació un clásico por antonomasia, una de las canciones más festivas de su catálogo y un hit que hace que el neófito en sus sonidos termine cantando el infeccioso estribillo hasta la saciedad. Pude verles en Wacken de 2007 en un show espectacular y en el escenario principal presentando Retox. Lo buenos es que las decenas de miles de metalheads asistentes al show, cuando terminó, abandonaron el lugar cantando al unísono el estribillo de “I Got Erection” en comunidad, alzando sus cervezas y dejándose la voz. No era el último tema, pero el himno quedó y entró en sus vidas.

Son dos minutos de canción en la que se nos informa de que alguien va empalmado, lo cual ya es motivo para que ellos lo acompañen de un riff machacón y unos coros hooligans. Es una obra maestra de la sencillez y se acerca al punk de los 70. Mucho más cafre que Ramones si bien los de Queens sería el grupo hacia el que encaminarían su sonido. En Ass Cobra todo es sucio como un cuarto oscuro, es sexo sucio sin prolegómenos de ningún tipo.

Conquistaron el corazón del barrio de Sant Pauli y su equipo de futbol les eligió para su himno. Otro de sus grandes logros es que con tres discos ya tenían un disco tributo de la escena punk europea… ¡y lo mejor estaba por llegar! Los guiños a Beatles y Beach Boys en las portadas de disco y single son atómicas. Todo lo que ha hecho Turbonegro merece estar en un pedestal y “I Got Erection” es el inicio de la fiesta. Una canción que te la pone dura…


«The Age of the Pamparius» por Albert Vila

Álbum: Apocalypse Dudes (1998)
Autores: Christer Hengen, Hans Erik Dyvik Husby, Knut Scheiner, Pål Bøttger Kjærnes, Rune Grønn, Thomas Seltzer

Aunque Turbonegro nunca ha sido una banda que haya tenido extremadamente presente en mi imaginario musical, también es innegable que todas y cada una de las veces que he recurrido a ellos tanto en disco como en directo he disfrutado como un cerdito en lodazal. Y es que la razón de existir de los noruegos no es otra que ésta, sin pretensiones ni sociales ni estilísticas que vayan mucho más allá de llevar su desenfrenada festividad hedonista tan lejos como alcancen sus notas.

Aunque definido así a priori podría llegar a parecerlo, lo cierto es que Turbonegro (conocidos en su Noruega natal – donde son unas auténticas celebridades – como Turboneger) no es ni mucho menos una banda insustancial ni de segunda fila. Su hard rock sucio y ramonero de actitud punk, su imagen (más o menos) glam y su carismática pose entre cachonda y arrogante (se han autodefinido en multitud de veces como la mejor banda existente, con los mejores discos y los músicos más brillantes y talentosos) les ha convertido en una influencia mayúscula y les ha granjeado una legión de fans devotos (agrupados bajo el nombre de Turbojugend) que les siguen allá donde van.

Si no recuerdo mal, «The Age of Pamparius» fue la primera canción que escuché de ellos, por el simple hecho de ser la que abre el primer disco suyo que cayó en mis manos. Y lo cierto es que desde entonces me atraparon con total facilidad. No voy a decir que esta canción me gusta mucho más que otros sucios hitazos como «All My Friends are Dead», «Get it On», «Fuck the World», «Prince of the Rodeo» o tantas otras, pero sí que es cierto que tiene un punto de épica fascinante que la separa un pelin del resto de su temario y, por qué no decirlo, de la pléyade de bandas de hard rock energético que salieron de Escandinavia en la segunda mitad de los ochenta (desde Backyard Babies a The Hellacopters o Gluecifer).

Aunque la banda se formó en 1989, debutaron discograficamente en 1992 y fueron creciendo muy firmemente durante toda la década de los noventa, este Apocalypse Dudes es probablemente el disco que les puso de verdad en el mapa y que más gente (entre los que me incluyo) se atrevería a catalogar como mejor. Se trata del primer trabajo de su llamada trilogía del apocalipsis, que incluye también (tras un largo parón, obligado por las cada vez más incontrolables y destructivas adicciones de su icónico frontman Hank Von Helvete) los siguientes Scandinavian Leather y Party Animals.

El  vacilon inicio acústico tan a lo Guns N’ Roses de «The Age of Pamparius» te hace poner morritos de buenas a primeras, y lo cierto es que ya no los vas a dejar durante los seis minutos que dura. La presentación narrada de los apocalypse dudes viene seguida de ese ligero rollo a The Who, de muchos más Guns N’ Roses y de raudales de ese espíritu escandinavo macarra que nos encandiló en esa época. La línea vocal es enteramente pegadiza, los uoo-uooos son infecciosos y la instrumentación, aunque hasta cierto punto simple (más allá del larguísimo solo intermedio), es capaz de vestir a la perfección la energía cruda y poderosa que emana de todos sus recovecos.

Aunque últimamente hayan estado un poco apartados de la primera línea y que oímos más de ellos en las canciones de sus compatriotas Kverlertak que en su propia música, la influencia y la relevancia de Turbonegro en la escena rock de los últimos treinta es absolutamente innegable. Y aunque no los recupere muy a menudo, siempre que lo hago tengo la seguridad que lo voy a pasar bien durante un buen rato.


«Get it On» por Alex Añez

Álbum: Apocalypse Dudes (1998)
Autores: Christer Hengen, Hans Erik Dyvik Husby, Knut Scheiner, Pål Bøttger Kjærnes, Rune Grønn, Thomas Seltzer

Estas secciones me encantan por el simple hecho de reivindicar bandas con repercusión underground, pero sin la mediática que se merecen. Así es Turbonegro, arrastrando más de 30 años de carrera y a mi parecer sin la visibilidad merecida. Aunque su primera etapa me pasó mientras me explotaba espinillas escuchando numetal tengo que agradecer a la que para mí fue la madre de los medios musicales en formato lectura que me descubriera ésta y otras grandísimas bandas: la revista Rock Sound aka. Rock Zone. En un tiempo no muy lejano el gusto musical se tenía lo tenía que trabajar uno, y era de agradecer aquellos cedés recopilatorios que acompañaban el magazine musical. Seguro que muchos de los lectores de la web vienen de ese mundillo subterráneo. 

A modo de introducción quería rememorar dicho medio entre otras cosas porque me descubrió a la banda noruega que nos trae aquí, y fue con “Get it On” con la que me introduje en el fiestero Apocalypse Dudes (1998), último trabajo antes del parón de 1998, tratándose sin duda de uno de los trabajos más divertidos de la banda y del género. Desde mi punto de vista se trata de su trabajo más puro, dejando más joyas que seguro que aparecen en este artículo.

Considero “Get it On” lo que yo llamo un tema “chicle”, que te induce a ese estado mental de rumiación bovina, siendo tarareada hasta la saciedad. Se inicia desde la distorsión para mediante un riff contundente seducirte con fricción y deathpunk, llegando transformarte en una bestia brillante llena de glamour. Son también sus coqueteos con el glam rock parte de su sello tanto en las letras como encima del escenario, haciendo de temas como éste auténticos himnos en directo embadurnados de trajes dignos de Mr. Ziggy. Mi última experiencia en vivo con ellos tuvo lugar en el campo de batalla del Warzone de el festival metalero por antonomasia, Hellfest en el año 2018, un auténtico recital de punk rock lúcido y a pesar de la contundencia, lleno de brillantina. 

Diría que no solo “Get it On” sino todo Apocalypse Dudes (1998) es un imprescindible dentro de nuestro repertorio rock. Y si no lo conoces, espero que después de leer nuestras opiniones dure poco sin disfrutar de la banda. Send me Apocalypse Dudes


«Fuck the World» por Beto Lagarda

Álbum: Scandinavian Leather (2005)
Autores: Happy-Tom, Rune Rebellion, Christer Engen, Hank Von Helvete, Pal Pot Pamparius, Euroboy

Pues yo fui el que propuse este top por qué, sin querer, a veces olvidamos a las bandas punkarras para hacer los tops que tanto gustan a nuestros lectores. Y bueno, Turbonegro es una de esas bandas guilty pleasure que parece que más de uno y de dos tenemos en nuestro reproductor…

No hace tantos años que descubrí a los de Oslo, aquí no es muy normal ver las chupas tejanas adornadas con espalderas que incluyen un diseño de una boina y la palabra “Turbojugend”. Al principio lo veía como un rollo secta, además los veía disfrazados algo gore gay y no comprendía muy bien de que se trataba toda esa historia. Hasta que un día até cabos y logré relacionar a una banda que respondía al nombre de Turbonegro con todo este submundo tan estrambótico.

Y bueno, entonces descubrí América. ¡Qué gozada de banda! Cuando necesitas subir el ánimo: Turbonegro. Cuando necesitas una fiesta loca: Turbonegro. Cuando no sabes que escuchar: Turbonegro.

Son como un comodín, siempre apetecen.

Hay tantas canciones que podría haber escogido para este top que al final he decidido quedarme con las sobras, pero…¡Qué sobras! Y aún han quedado algunos temazos fuera del artículo. Al final y por suerte, nadie escogió “Fuck the World” o sea que genial, porqué era mi primera opción.

Es evidente que entre “All my friends are dead” o cualquiera de las canciones míticas de Apocalypse Dudes (1998) y Ass Cobra (1996) es donde se cuece el cotarro. Pero personalmente disfruto como un enano con “Fuck the World” del disco Scandinavian Leather.

Alguien dirá que el riff es un plagio de algún corte de Raw Power de The Stooges… pero me da igual. A mi me mola la de Turbonegro. Se trata de una canción algo diferente a las más exitosas de su catálogo, una canción más oscura pero que guarda un gran potencial entre lineas. Me encanta el riff y sobre todo me encanta el estribillo. Pero me deja tonto el punteo de guitarra inicial, es cuando sé que arranca mi canción favorita de la banda. Entonces subo el volumen y me pongo a cantarla como un loco.

Guilty pleasure, culpable.


«All My Friends Are Dead» por Pau Rosell

Álbum: Party Animals (2005)
Autores: Happy-Tom, Rune Rebellion, Christer Engen, Hank Von Helvete, Pal Pot Pamparius, Euroboy

Los protagonistas del top de hoy son otra de esas bandas especiales, difíciles de clasificar, tanto musicalmente como por su peculiar estilo y variopinta legión de fans, y es que es muy difícil encontrarte con alguien que esté en el rock y que no le guste Turbonegro. Y el que diga que no, posiblemente no los conoce o no se ha parado a escucharlos.

No voy a mentir diciendo que soy fan de la banda desde sus inicios (básicamente porque no había nacido), pero tampoco de sus primeros trabajos, los cuales he ido escuchando de manera esporádica durante los últimos años, además que no es una banda fácil de seguir si no has estado ahí desde el principio, debido a sus numerosos cambios de formación, nombres impronunciables, pseudónimos, cantantes y periodos de inactividad. De hecho, puede que me equivoque, pero diría que el único integrante que nunca ha salido de la banda en sus treinta años de historia es su fundador, bajista y líder Thomas Seltzer, más conocido como Happy Tom. Dicho esto, supongo que como muchos otros de los que nos subimos tarde al tren de los noruegos, mi primera escucha fue ese trayazo de punk rock que es “All My Friends Are Dead”, y únicamente por eso es mi elección para este top.

“All My Friends are Dead” es el segundo corte del disco Party Animals (2005), que también es el último de la Apocalypse Trilogy. En cuanto a la canción en sí, estructuralmente hablando poco voy a decir aquí que no se pueda detectar en la primera escucha. Escasos tres minutos de puro punk rock, enérgico y oscuro pero a la vez divertido y sarcástico, como siempre lo son los de Oslo, con una letra que deja poco lugar a la interpretación. La primera vez que la escuché me sorprendió muchísimo desde los primeros segundos, no sólo por la brutal intro, sino porque no me imaginaba escuchar un tema tan punk en mi primer contacto con Turbonegro, aunque ahora mismo pueda decir que es uno de mis temas preferidos dentro del punk rock. La sorpresa fue más que grata y en menos de tres minutos ya me había convertido en fan de estos excéntricos noruegos, que han acabado convirtiéndose en banda de culto, no sé si tanto a nivel global, pero en lo que a punk europeo se refiere, y sobre todo a la escena noruega, no hay duda de que lo son. 

Hace poco leía en un post algo del tipo: “Ninguna de tus bandas favoritas de punk será tan especial como TURBONEGRO”. Y es curioso, ya que es una banda que siempre se ha etiquetado dentro del punk (o del deathpunk, como ellos mismos se han etiquetado), sobre todo por sus primeros álbumes, pero que están lejos de ser la típica banda punk. Nunca lo dirías al ver una foto de la banda en directo, con sus peculiares outfits y puestas en escena. A nivel musical, han logrado introducir en su sonido elementos del pop, del glam y hard rock, pero sin dejar de sonar punk, y eso es para mí lo que les hace realmente especiales. Citar que posiblemente el punto de inflexión en cuanto a estilo, sonido, calidad musical, y por ende reconocimiento mundial, se produjo en 1998 con la llegada de su actual guitarrista Knut Schreiner (a.k.a. “Euroboy”) y la salida de la que es -con el permiso de su predecesor Ass Cobra (1996)- su obra maestra: Apocalypse Dudes (1998), el primer capítulo de la Aplocalypse trilogy,  que alberga en su cancionero más de la mitad del setlist de los noruegos en directo, con joyas como “The Age Of Pamparius”, “Get It On” o “Prince Of The Rodeo” entre otras. En serio, si alguien está leyendo esto y nunca se ha parado a escuchar este disco, que lo haga ahora mismo.

Podría estar horas y horas escribiendo cosas sobre esta súper banda, ya que cada cosa que leo me resulta más interesante y divertida que la anterior, pero vamos a ir terminando que seguro que hay gente que tiene más batallitas que yo que contar sobre ellos. Para finalizar, puntualizaré que tuve la suerte de verlos en directo hace unos años en el Download Festival de Madrid, pero tuve la mala suerte de que el sonido dejó bastante que desear, sobre todo en las vocales, lo cual hizo que me quedara un recuerdo agridulce de un concierto que afrontaba con especial ilusión. Espero que cuando las cosas se relajen volvamos a tener la oportunidad de disfrutar de uno de sus divertidos directos. Y ahora sí, quiero finalizar con una frase dicha por su fundador Happy Tom, que para mí define en pocas palabras exactamente lo que es la esencia Turbonegro:

“Most rock ‘n’ roll bands start as a riot but end up as a parody. We started up as a parody but ended up as a revolution.”


«No, I’m Alpha Male» por Joan Calderon

Álbum:  Retox (2007)
Autores: Happy-Tom, Rune Rebellion, Hank Von Helvete, Pal Pot Pamparius, Euroboy, Chris Summers

Por suerte o por desgracia, me toca escribir el último sobre una de las bandas más importantes del revival escandinavo de finales de los 90’s y principios de los ’00. En mi opinión Turbonegro son una de las bandas de ese movimiento más importantes, quizás al mismo nivel de The Hellacopters… jamás obtubieron el reconocimiento del gran público, a pesar de atesorar una calidad sin igual y un carisma de la mano de Hank Von Helvete como frontman muy difícil de igualar por cualquier banda de rock’n’roll.

Precismente, en mi opnión, Hank Von Helvete fue uno de los motivos por los que Turbonegro no acabó de despegar cuando debían hacerlo. Inestabilidad emocional y psicológica, mezclada con adicciones varias, nunca ayudaron a una banda sustentada en la magia guitarrística de Euroboy, el bajo de Happy Tom y el carisma de Hank conseguir la estabilidad necesaria para que un proyecto musical con una potencialidad de éxito mainstream sin igual, llegase donde tenía que llegar… Vender discos en cantidades industriales, encabezar festivales, regalarte horas de fiesta… Pero todo eso se truncó y nunca fue así….

A pesar de la foto de portada de este artículo, en mi opinión, no hay Turbonegro sin Hank  Von Helvete… Por lo tanto, lo que ha acontecido desde 2012 no cuenta… Y me he visto en la obligación de elegir un tema de Retox (2007), el último álbum con Von Helvete como frontman, que siguió las pautas de sus álbumes anteriores, pero sin el favor de la industria… Fue un álbum difícil de encontrar y una distribución «complicada», pero los que conseguimos hacernos con una copia lo disfrutamos conmo todos los álbumes de los noruegos.

«No, I’m Alpha Male», es la mezcla perfecta de los Turbonegro de toda la vida, con retazos de heavy metal de toda la vida, el inicio es colosal y lo podría haber firmado cualquier banda de metal clásico, y ese puente de bajo made in Motörhead hacia el final del tema no es fácil de igualar… total que se trata de un temarral absolutamente imprescindible.

Para finalizar, en mi opinión, Turbonegro deberían estar en el Hall Of Fame del Rock.

 

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