En Science of Noise andamos tras la pista de Laura Cox desde que nos visitara por primera vez en el año 2019 en la extinta sala Rocksound. Su música, a caballo entre el blues, hard rock, country & rock sureño, está hecha para el directo, pues brilla más si cabe que en estudio gracias a toda esa energía que solo ella sabe transmitir como nadie en el escenario. Su última visita en la sala Wolf el pasado abril del 2022 nos trajo como primicias de su nuevo álbum, Head Above Water, dos de sus temas y ya pudimos entrever una línea continuista respecto a sus antecesores. Si ya has encontrado la fórmula… ¡no la dejes ir! ¿Habrá algo más novedoso en su nuevo trabajo? ¡Vamos a descubrirlo!
Head Above Water empieza con su homónimo tema, toda una declaración de intenciones. Laura explica en uno de sus vídeos promocionales cómo le afectó el período pandémico en la creación de este nuevo álbum, tiempo que ella aprovechó no tanto en dedicarse de lleno a la composición como en separarse de todo su entorno habitual, incluso de la música y sus estimadas guitarras, para reconectar consigo misma y encontrar inspiración gracias al contacto con la naturaleza. Ése es el mensaje que nos quiere transmitir este tema, las idas y venidas en la vida, y lo importante que es mantener la cabeza fuera del agua en todo momento para sobrevivir. “Head Above Water” nos da la bienvenida de una manera suave, no pretende explotarnos en la cara, sino adentrarnos sutilmente en el universo Cox. Hay dejes de rock clásico en sus guitarras al más puro estilo AC/DC, pero el tempo es relajado, sin sobresaltos, incluso decae más en el puente previo al primer solo del álbum, que como ya es habitual en Laura, es sentimiento puro.
La incorporación del banjo en el siguiente “So Long” marca la diferencia estilística en este tema, pues lo transforma en algo más bluegrass allá donde aparece y le da un punto de originalidad. No es la primera vez que se atreve con tal instrumento, ya en su primer trabajo grabó “Barefoot in the Countryside” con él y el resultado vuelve a ser más que satisfactorio. “One Big Mess” fue el escogido para abrir su último concierto en Barcelona y ya nos sonó espectacular en directo, tan solo faltaba corroborar que en estudio iba a mantener esa misma fuerza. Es ideal para levantar lo que sea que quieras levantar, bien podrían haberlo puesto también en primera posición de este disco si la intención hubiera sido entrar a matar. “Set Me Free” vuelve a seguir la estela animada del anterior y aquí nos llama la atención especialmente un elemento no usual en su música hasta la fecha, unas sonoridades Hammond que hacen que todo suene más compacto y relleno. Se sale la línea de bajo que gasta Adrien Kah durante este tema. Ya nos pareció un buen bajista en su presentación en directo, y la audición hasta ahora de los temas no hacen más que reforzar las sensaciones que nos llevamos aquella noche.
Muy satisfecha me deja en general lo que estoy escuchando hasta el momento, pues sí noto evolución en positivo respecto a trabajos anteriores, hay mayor presencia y variedad instrumental, las voces están más cuidadas y menos forzadas (si algún punto “débil” le he podido encontrar a Laura en el pasado es una voz que no sobresale especialmente) y lo cierto es que se agradece que por fin haya encontrado el camino para sacarle todo su potencial. “Old Soul” es una balada llena de sentimiento rebosante en matices interesantes, desde un slide que nos da la bienvenida de forma sugerente en su inicio mientras suena la guitarra acústica y que va apareciendo en momentos clave, un banjo que asoma de nuevo para acompañar los estribillos, hasta incluso algún elemento de percusión colocado sutilmente. “Wiser”, cuyo vídeo ha sido editado tan sólo hace unos días, nos muestra a una Laura que proclama a los cuatro vientos que se siente a little bit wiser, a little bit stronger. Un tema positivista y divertido que vuelve a contar con esos teclados que acaban de rellenar bien los espacios y que dan alas a un final con un extenso solo a dos guitarras cerrando el tema en un fundido. Aires sureños y predominantemente acústicos nos transmite el inicio de “Before We Get Burned”, tornándose puro bluegrass a la entrada ¡una vez más! del banjo.
Parece que le ha cogido el gusto a esto de incorporar este instrumento a sus temas y lo cierto es que le da un toque de frescura y alegría muy recomendable. “Seaside” baja mucho las revoluciones, suena oscuro y apagado de manera intencionada, contrastando con el sonido escuchado hasta el momento, el cual ha perdido su chispa para dar paso a otro mar de sensaciones mucho más inquietantes. En temas así te das cuenta de que hay ganas de explorar nuevos registros y avanzar en otras direcciones a las que no nos tienen habituados. ¡Se agradece la valentía de tomar estos riesgos! “Fever” se siente como un tema hard rock más al uso, lo más destacable de él quizá sería un punto de inflexión en el que se acelera el ritmo y ya no lo suelta hasta el final, como si hubiera dos partes bien diferenciadas de exactamente lo mismo, pero a dos velocidades distintas. Curioso experimento que vuelve a sorprender. “Swing It Out” vuelve a transmitir diversión con su trepidante ritmo, aunque nos cuelan por ahí algún acorde y melodías más oscuras previas a los estribillos y los solos de guitarra, dos nada más ni nada menos, que rompen un poco con esa dinámica más alegre imperante y que por ello lo hacen tan interesante. Aquí también apreciamos un trabajo elaborado en cuanto a las voces; lo que veníamos destacando antes de que Laura ha encontrado por fin su camino aquí se evidencia perfectamente, pues la vemos combinando múltiples registros en un solo tema de una manera natural. Muy recomendable y una bonita sorpresa llegados ya casi el punto final del álbum. Nos queda un último tema en la recámara, “Glassy Day”, de nuevo algo no habitual en el repertorio de esta artista, un lento tema en el que se prescinde de sección rítmica, tan solo un slide y un banjo acompañando la voz de Laura, que nos da el adiós definitivo a este Head Above Water de una forma muy sugerente.
Llegados al final de esta audición, nos quedamos con la sensación global de que en este trabajo ha habido una clara apuesta por conquistar nuevos territorios sin olvidar el estilo propio de la artista, intentado incorporar elementos inéditos a su música y enriqueciéndola de esta manera. La música no es tan directa como antaño, pero en contrapartida te permite deleitarte en escuchas reiteradas, pues hay multitud de detalles en ella que la hacen muy atractiva e incluso adictiva.
Nos falta comentar algún aspecto más para entender cómo fue concebido Head Above Water. Como hemos mencionado al principio, Laura tan sólo recopiló pequeñas ideas para este trabajo durante su aislamiento por la pandemia, poniéndolas en común con sus compañeros a principios del 2022, quienes añadieron sus partes. A diferencia de trabajos anteriores, en los que los temas se iban cociendo mientras giraban y se les daba mil y una vueltas, esta vez se ha apostado por grabar el material de una forma mucho más espontánea y orgánica en apenas cuatro semanas, atendiendo a las ideas originales. La sección rítmica se ha grabado en directo al unísono, añadiendo tan solo a posteriori la voz y la guitarra solista.
Laura se ha hecho mayor con este Head Above Water, con todo lo que ello conlleva. Ella quiere tomar las riendas de su carrera y este álbum es el primer paso en esa dirección. Se vislumbran cambios y evolución y eso suele ser sinónimo (aunque no garantía) de algo positivo. La banda al completo se nota más compenetrada que nunca y lo cierto es que nos hemos quedado atónitos ante la reciente noticia de que su compañero a las guitarras desde sus inicios y presente en este nuevo álbum, Mathieu Albiac, ya no será su escudero. Se compenetraban a las mil maravillas y eso no es sencillo de conseguir. Laura ha decidido asumir el liderazgo con su instrumento en solitario, prescindir de esa segunda guitarra e incorporar un teclista a su formación a partir de ahora; un giro en su música que está por ver si nos encandilará con la misma fuerza que la de antaño. Por lo pronto, disfrutaremos de Head Above Water todo lo que nos sea posible y esperaremos como agua de mayo una próxima visita a nuestra ciudad—que a bien seguro la habrá— para degustar su nueva propuesta y decidir si esta senda que está tomando va en la dirección correcta.
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!