Tarde de jueves lluviosa en la ciudad condal. Puntualmente a la hora convenida se abren las puertas de la sala Wolf y queda ya patente que no va a haber una gran multitud de personas que se acerquen a disfrutar de un doble cartel que pivota alrededor del blues rock. Una verdadera lástima. Un público tirando a maduro me hace sentir joven de nuevo. Igual es que ya estoy tan madura como el resto y ni me he dado cuenta, no sé, después de un par de años raros raros, ya no descarto nada…
Ely & The Good Boys
Elena Ley es la cantante de origen italiano y compositora principal de esta banda barcelonesa de reciente formación, compuesta asimismo por Carlos Saura a la guitarra, Max Mojo Moritz al bajo de cinco cuerdas y coros y Víctor Solana a la batería. Todos ellos poseen un amplio currículo profesional anterior a esta formación y por ello el nacimiento de esta banda se ha originado de una manera muy natural y espontánea a partir de unas jam sessions en las que surgió la magia.
Ely & The Good Boys buscan la autenticidad por lo que su directo es el fiel reflejo de su debut homónimo en estudio, música directa y sin artificios. Ellos están empezando a escribir su historia y aprovechan la ocasión para mostrarnos su particular concepción del blues a través de temas propios y versiones. Nada mejor que una versión del tema “The Blues Is My Business” para arrancar la noche, con una Elena toda presencia y una voz portentosa que transmite calidez y profesionalidad ya en sus primeras notas. Se nota el oficio en el resto de la banda, cada uno dominando el uso de su instrumento en la justa medida para que esa potente voz brille junto a ellos. Max procede a presentar a la banda y el nuevo trabajo, tras lo cual abordan tema propio, “Dance With the Devil”. Rítmicamente se asemeja bastante a la anterior, aunque con un toque más rockero que invita al baile tal y como nos sugiere el título. Del siguiente “Witchy Woman” destacamos una sección rítmica muy bien engranada que sirve de nuevo de base para lucimiento vocal de Elena y que, junto a un solo de guitarra de Carlos de lo más rockero, nos deja muy buen sabor de boca. El tema se finaliza con la presentación de los distintos integrantes de la banda, dejándolos unos segundos de lucimiento propio a cada uno de ellos y empalmando acto seguido con “Losing My Mind”, donde predomina mucho más la guitarra, que comparte protagonismo de nuevo con la voz principal y unos coros por parte de Max que le vienen muy bien.
Toca ponerse serios con “Lonely”, un blues sugerente más relajado que todo lo escuchado anteriormente y que de nuevo incluye un gran solo de guitarra. Si algo podemos afirmar con contundencia es que Elena da sentido a todo lo que estamos escuchando esta noche, pues su voz consigue atraparnos y hacernos viajar por esta particular propuesta de blues rockero que caracteriza a la banda. Entramos en la recta final con una nueva versión, “Shine On”, un tema positivista de esos que te hacen mover el cuello sin darte ni cuenta y que nos conduce directos al último de la noche, “Got My Mojo Working”, tema del que se han grabado múltiples versiones y que es utilizado para fomentar la interactuación entre banda y público y dar por finalizada de esta manera tan festiva la velada.
Ely & The Good Boys han sonado muy integrados como banda, como si llevaran más tiempo del que en realidad llevan juntos. El sonido ha sido bueno y la potente voz de Elena convence. Si hubieran dispuesto de más de media hora en el escenario como han tenido, no nos hubiera importado en absoluto… ¡Habrá que seguirles la pista!
Setlist Ely & The Good Boys:
The Blues Is my Business (Etta James cover)
Dance With the Devil
Witchy Woman
Losing My Mind
Lonely
Shine On (Eric Bibb cover)
Got My Mojo Working (Muddy Waters cover)
Laura Cox Band
Tercera visita de Laura Cox Band a la ciudad condal desde el año 2019. Teniendo en cuenta que nos hemos pasado dos años con toda actividad en salas prácticamente parada, todo un logro. Después de haber visitado la sala Rocksound y La Nau, Laura recala esta vez en la sala Wolf. Tengo un especial cariño a esta artista, pues su anterior visita en marzo del 2020 fue el último concierto al que acudí antes de estallar la pandemia. Ahora va a ser mi primer concierto sin obligación de mascarilla. Cierre de ciclo (¡confiamos!). Curiosamente durante el espectáculo Laura comenta que en Barcelona dio su último concierto antes del primer confinamiento (y final precipitado de su gira de presentación de su álbum anterior Burning Bright), y aquí es donde la retoma dos años y pico después.
Ni tan siquiera durante la pandemia Laura Cox Band han dejado su actividad en directo, dando como resultado más de un streaming del que hemos podido disfrutar de forma gratuita. Y es Laura es una trabajadora incansable. En estos momentos se encuentra preparando un nuevo álbum que verá la luz antes de finalizar el año, el tercero de su discografía, del cual se anuncia algún adelanto durante la noche, así que pongámonos manos a la obra y veamos si nos sorprende con alguna nueva propuesta que degustar.
Con un pequeño retraso a la hora anunciada, aparece la banda habitual sobre el escenario, Laura Cox a cargo de la guitarra solista y las voces, Mathieu Albiac a cargo de la guitarra rítmica y los coros, Antonin Guérin a cargo de la batería y con la novedad de Adrien Kah al bajo y los coros. “One Big Mess” es la escogida para abrir la noche, tema inédito hasta la fecha y que imaginamos recogerá su tercer esperado álbum. Laura, con su tradicional Gibson Les Paul en mano, destila felicidad desde el primer minuto. Son tantas sus ganas de volver a pisar un escenario como las nuestras de regresar a la normalidad de los conciertos tal y como siempre los habíamos conocido, así que la motivación es máxima a todos los niveles. Este tema que me recuerda a los Thin Lizzy más macarras tiene la fuerza y contundencia suficiente para animar el cotarro desde un buen principio, dejando claro que no solo beben del blues sino que sus influencias son de lo más diversas. “Too Nice for Rock ‘n’ Roll”, uno de sus clásicos del primer álbum Hard Blues Shot (2007) le sigue sin pausa, así como “Take Me Back Home” que se inicia con un largo solo de guitarra en el que queda claro quién se va a llevar el protagonismo de la noche. Entre ambos temas Laura verbaliza esa felicidad que ya hemos comentado que refleja su rostro y nos anima a pasar una noche llena rock ‘n’ roll. Mi primer “pero” de la noche asoma por aquí, aunque no atribuible a la banda en sí. Suena demasiado fuerte para mi gusto (y metálico); somos cuatro gatos los allí presentes y ni de casualidad hace falta semejante volumen para que el sonido nos alcance a todos, pienso yo.
Avanzamos en el tiempo y les toca el turno a dos temas del siguiente trabajo Burning Bright (2019), “Bad Luck Blues” y “Looking Upside Down”. “Bad Luck Blues” suena más a hard rock que a blues y es interesante como contrasta en directo sus estrofas con su estribillo. Nada desdeñable el solo del tema que es de lo más potente que vamos a escuchar. “Looking Upside Down” de estilo rock sureño (incluido el uso del slide) nos lleva a un tempo más relajado que los temas anteriores y permite a la banda tomar un poco de aire. El nuevo bajista, Adrien Kah nos regala un trepidante solo de su instrumento durante este tema. Toca presentar adelanto del nuevo álbum, y el escogido es “Head Above Water”. Me suena muy continuista a la línea habitual de los trabajos anteriores, sin grandes sorpresas.
Laura cambia su guitarra por una Fender Telecaster para tocar “River” que suena estupendamente y es uno de los momentos álgidos de la noche, junto al siguiente “Fire Fire” (ambos del primer trabajo), en el que hay un nuevo cambio sonoro gracias a la Gibson Firebird blanca que ya le hemos visto en otras ocasiones. En “River” vale la pena destacar el papel de Mathieu Albiac, pues le aporta de nuevo sonoridades sureñas gracias a su slide y su solo, así como un final añadido a la versión original de unos dos minutos en los que Laura se marca el gran solo de la noche, poniendo el broche de oro. Tampoco se queda corto el solo de “Fire Fire”, tema que suena como un bombazo y que además incluye el clásico momento de interactuación con el público para hacernos cantar. Acto seguido Laura introduce a Mathieu Albiac, quien inicia el próximo tema, “The Australian Way” con un extenso solo. Llámalo casualidad (o no), pero este tema suena muy AC/DC way... Seguimos repasando el primer trabajo encadenando nada menos que tres temas más del mismo: “Good Ol’ Days”, “If You Wanna Get Loud (Come to the Show)” y “Going Down”. Laura aprovecha para comentar que parece que por fin han regresado los Good Ol’ Days, aquellos momentos en los que podemos disfrutar de la música en directo como antes, y nos anima a reencontrarnos con la banda tras el concierto. Este tema sería lo más parecido a una balada que ha sonado hasta el momento, pero antes de que nos relajemos demasiado lo enlazan con “If You Wanna Get Loud (Come to the Show)”, utilizado a menudo en el pasado como cierre de su espectáculo gracias a su fuerza y carácter alegre. Descanso merecido para la banda dejando en el escenario a Antonin Guérin en solitario, encargado de marcarse un solo de batería bastante original. Nos pide que le marquemos nosotros el ritmo, mientras él va añadiendo sus partes entre medio hasta que la banda regresa para atacar “Going Down” todos juntos de nuevo. No, no nos venimos para abajo, nos venimos para arriba de nuevo con la ayuda de “Last Breakdown” ya para ir finalizando, medio tiempo muy acertado donde la línea de bajo de Adrien Kah destaca en distintos momentos y que se concluye, como es de esperar, con un fantástico solo por parte de Laura.
Tras un parón de apenas unos minutos, los bises se completan con el tema homónimo de su primer álbum y primer single del mismo, “Hard Blues Shot”, y uno de los destacados del segundo, “Freaking Out Loud” (del cual recomiendo visualizar su divertido video en el que no faltan vampiros y zombies). Laura se despide dando las gracias a la gente que ha venido esta noche, a organizadores y a su equipo, y aprovecha de nuevo para volver a presentar a los miembros de la banda.
A Laura Cox la hemos visto exultante en todo momento durante la hora y media que ha durado el show, dominando las seis cuerdas como nunca (no olvidemos que aun siendo zurda toca la guitarra de manera diestra) y más suelta que en su anterior visita en cuanto a voces se refiere. La compenetración con su compañero a la guitarra Mathieu Albiac ya viene de lejos y se nota, así como con su batería Antonin Guérin, que estuvo espectacular. Nada que decir que no sean cosas positivas sobre el nuevo bajista Adrien Kah, que además de tocar de maravilla, complementa con coros al resto del equipo. Una formación sólida para una gira que justo acaba de empezar, no se puede pedir más.
Después del concierto la banda se baja del escenario a compartir un rato de firmas, fotografías y charla con todo aquel que se acerca a ellos, y es que la cercanía es otro de los alicientes de este tipo de eventos de pequeño formato. Segundo y último “pero” de la noche: ya podría haber venido un poquito más de gente a dar apoyo… Luego nos quejaremos si pasan de largo de esta ciudad, pero es que estoy convencida de que no salen los números ni por asomo. Si intuyo bien y espero que sí, se avecina nueva visita el año que viene para presentar nuevo álbum (aunque no ganen ni pa pipas, tal es su nivel de compromiso con su profesión). Yo no faltaría esta vez…
Anécdota post concierto: al día siguiente al despertarme me levanté con una contractura en el cuello considerable, hecho que además de evidenciar que me hago mayor, da que pensar que Laura y compañía hicieron moverme más de lo que lo fui consciente durante la noche…
Setlist Laura Cox Band:
One Big Mess
Too Nice for Rock ‘n’ Roll
Take Me Back Home
Bad Luck Blues
Looking Upside Down
Head Above Water
River
Fire Fire
The Australian Way
Good Ol’ Days
If You Wanna Get Loud (Come to the Show)
Going Down
Last Breakdown
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Hard Blues Shot
Freaking Out Loud
Aficionada a la música y los viajes, aunque no sabría decidir en qué orden. Cuando los combino, ¡lo más! Amante de aprender cosas de allá donde vaya, soy un poco la suma de los lugares que he visitado y las experiencias vividas. Daría la vuelta al mundo de concierto en concierto si de mi dependiera, pero las limitaciones terrenales me mantienen aquí y ahora, así que, ¡a sacarle el máximo partido!