Justo dos meses después de su «concierto de retorno» en Barcelona el pasado mes de septiembre, Legion volvían a tocar en Catalunya, en esta ocasión en el Cafè del Teatre de l’Escorxador de Lleida en una cita llena de pasado, presente y futuro.
Pasado por la historia de la banda y lo que significó en la prácticamente inexistente escena thrash estatal a finales de los 80, presente por una vuelta en la que han demostrado que pueden defender su legado con total vigencia y futuro por los próximos conciertos ya anunciados, a buen seguro no será los únicos, a lo que cabe añadir los planes de un más que probable nuevo disco con material fresco.
La velada en Lleida tuvo todo eso en una noche fría que no impidió que la siempre incierta asistencia por estos lares a este tipo de eventos fuera buena. Se reunieron los de siempre que no fallan, los que aparecen de vez en cuando y salieron de la madriguera aquellos que solo consigue mover la nostalgia y el recuerdo de una juventud en la cual la banda sonora fue, entre otros, Legion. A todo ello cabe añadir el lazo que une al grupo con «ponent» y es que el vocalista Jónatan tiene lazos familiares con algunas poblaciones vecinas de la capital y todavía se recuerdan por aquí citas presentando su material clásico, en boca de más de uno se nombró especialmente la de Maials. Para muchos fue su primer concierto «serio» de heavy metal.
Blindpoint
Todo eran buenos presagios que se confirmaron con la apertura de puertas y la celeridad con la que la sala se iba poblando, tanta que a la hora anunciada, las 21:00, de salida a escena de la banda local Blindpoint ya estaba allí todo el que quería estar. En los últimos meses el grupo ha tocado prolíficamente en la misma ciudad y sala pero no les fallan los acérrimos y esta era una buena oportunidad de darse a conocer a todo aquel poco dado a asistir a directos de bandas locales. Además el concierto tenía un significado especial para el batería Pep Mu que en el citado concierto de Maials hace 30 años ya teloneó a Legion con otra banda. Bonita manera de cerrar el círculo.
Acreditan un disco de 2019, Through the Ashes of Life, siendo su material más reciente el doble single A Technical Default que aprovechando la tendencia actual de estar en el candelero constantemente a través de temas individuales alejándose de la edición, por el momento, de un nuevo disco les ha servido para mostrar su actual nivel de forma en estudio y en directo. Precisamente con una pieza incluida en el doble single abrieron, Iridiscence of Darkness con pantalla colgada de la sala tapando parte de la banda pareció no funcionar correctamente ya que no proyectaba imágenes cuando en la anterior ocasión ya vimos que nos mostraba un pequeño montaje audiovisual. Ajeno a ello el grupo siguió atacando «We Don’t Care» a la que siguió «Two Oceans Meet». El grupo siempre muestra buenas maneras. Se trata de músicos locales experimentados que un escenario no les es nuevo. Especialmente dinámicos Javi Filella en las voces (Noisedrome, Victims of a Down -SOAD tributo) y Albert Monsonís (Acer Negro, In-Extremis) mostraron que era una cita especial. Completaron un set corto en el que no podían faltar piezas de su único disco como «Last Breath», «The Ancient Track», «Thrive» o «Time-Space Paradigm», que completaron su tiempo. Breve pero intenso.
Legion
Para los que estuvimos en Barcelona en septiembre, el concierto de Legion fue por los mismos derroteros, y eso es bueno en este caso. Eso sí, en Barcelona el problema fue el sonido, en Lleida la escasez, que no problema, fue el equipo de luces. El sonido acostumbra a ser bueno en la sala ilerdense y no fue excepción. El equipo de iluminación dejó a la banda en cierta penumbra y no permite destacar ciertos momentos o acentuar lo que pasa en escena. Nada que no pueda solucionarse en pro de mejorar el espectáculo. «Lethal Liberty» abre el set con esa majestuosa entrada en un tema casi tan representativo y popular como el mismo «Mili KK». Siguen con «Dark Force» que deja claro que no han perdido el empaque y compostura que les vimos. Los veteranos Jónatan y Quimi comandan la nave con los hermanos Rodríguez que se han acoplado perfectamente. Jónatan apeló de nuevo al tiempo transcurrido: «Bonics, boniques… ha passat molt temps, 30 anys!!!» Incluso se permitió bromear sobre aquellos conciertos celebrados en localidades que conoce bien preguntando a la audiencia cuántas personas había de ellas presentes. Las manos se elevaban orgullosas…
Los temas, todos clásicos según el mismo Jónatan, de sus tres discos se fueron sucediendo y así sonaron «Beyond Betrayal» o un «Eternal Youth», que suena a gloria en directo o en la regrabación de su EP Legionized si tenemos en cuenta la versión original editada en su día. Siguen con «Rhythm Rider», otra de la piezas de su apreciado debut, en donde ya nos ha quedó claro que Quimi Montañés está disfrutando especialmente esta reunión, se gusta en sus partes y transmite. «A Matter of Greed» marca un pequeño cambio de registro ya que después de sonar y a estas alturas poco se esperaba el personal la versión del «We Will Rock You» que hicieron en su dia.
Menos aún un «Mili KK» que desfermó el furor. Todo el mundo puño en alto y cantando el «solo pa joder» a todo pulmón. Se nota que más de uno pasó por el servicio militar. Jónatan provocó una y otra vez que cantáramos ese estribillo y el personal no dejó de hacerlo en ningún momento. Por cierto, la voz del vocalista conserva aquel toque tan particular que recordábamos y se muestra en plena forma, tanto en esta faceta como en sus partes de bajo. La verdad que me extraña quemar un cartucho como ese cuando supongo que sería más habitual guardar semejante tema para un final de concierto apoteósico. «La ruina» fue el otro tema que sonó de los que acreditan cantados en castellano, algunos pensamos en el «Dimite y vete a casa» ante las críticas contra políticos y demás que se dejan caer desde el escenario pero…
Antes de «Feel the Pain», excentricidad a lo crooner de Dolcet en contraste con un potente tema, de hecho, sabe cómo manejar al personal y conquista cada vez que se dirige al público. Anuncia como clásicas todas las canciones y se mete con los grupos que sacan disco y tocan lo de siempre, «Doncs nosaltres també ho fem» (pues nosotros también lo hacemos), que no falte el humor. Al fin y al cabo, como mencionó el vocalista, los clásicos no fallan nunca aunque no sé si metería en ese saco «Full of Meet». «Young Soldier» no podía sonar sin hacer hincapié a la guerra que estamos viviendo, al que sigue «This Can’t Be Real», que marca el final del set como tal.
Los bises quedaron para «They Call Me War», la muy bien recibida versión de Billy Idol «Level Yell» y la final «Possessed», con la que Jónatan se permitió la broma, «Fins d’aquí 30 anys!» («¡Hasta dentro de 30 años!»).
El concierto confirmó lo que ya les vimos en Barcelona, están en buena forma y hay ganas de seguir y ofrecer más directos acompañados en algún momento de nueva música. No les dejaremos dimitir y que se vayan a casa…