Lendakaris Muertos la vuelven a liar en Barcelona

Una de las giras del año llegaba a la ciudad condal a la hora de la merienda cena. Si hacíamos caso de las publicaciones de la propia banda y los asistentes, la de esta noche iba a ser una velada de lo más movida.

Con una apertura de puertas puntual a las 19:15 y una cola irrisoria, pudimos entrar con calma para poder hacer acopio de bebida y merchan, plantándonos frente al escenario prácticamente en familia.

En esta ocasión, los encargados de abrir la noche fueron los punks de Sant Boi de Llobregat Último Rekurso. Digo en esta ocasión, porque en cada ciudad quienes calentaron la noche antes de los pamplonicas era una banda de la zona. Y como santboiano, lleno de orgullo y satisfacción, esperamos entre charlas y saludos con amigos y conocidos, el inicio del concierto.

Último Rekurso

Sin retraso sobre la hora acordada, Último Rekurso apareció sobre el escenario vitoreados por un centenar de personas entre los que se encontraban much@s colegas, algo que se notó enseguida por como se coreaban las canciones y la aparición de los primeros pogos.

Si bien el sonido no les acompañó desde un principio, durante su corta pero intensa descarga quedó solucionado quedando un sonido bastante decente.

Los santboianos venían con su ya rodado último trabajo, Memorándum de combate (2022), con la sensible baja del batería Josu, suplido en tiempo récord con una solvencia absoluta por Jorge Pimentel.

Con la unión de más público que llegaba a cuenta gotas, no faltaron las contínuas referencias a la búsqueda de terroristas entre los asistentes, clara referencia a las leyes absurdas, momento elegido por Sergi para pasearse cantando entre el público o llevado en volandas surfeando sobre el mismo.

La banda disfrutaba saltando y moviéndose sobre el escenario contagiando la energia entre los asistentes que acabaron abarrotando la sala poco después de finalizar su show. Notándose sobre todo durante la coreada “Nada que perder” de su penúltimo trabajo.

Último Rekurso celebran 10 años de lucha sobre los escenarios augurando muchos más de disfrute en un futuro prometedor. Únicamente un comentario final, es una verdadera lástima que aún se tenga la horrible costumbre de ningunear a las bandas teloneras entrando momentos antes del inicio del cabeza de cartel. Vosotr@s os lo perdéis.

Setlist Último Rekurso:

Hijos de la oscuridad
El que nunca pierde
Ideas de mierda
Guarner civil
Canción de punk rock (versión Bad Religion)
Bajo el cielo negro
Hasta que el estado nos separe
Nada que perder
Gritos en la pared
Cara o cruz
Adiktos al Kaos

«Esto no va para nada de política, esto no va de apología del terror»

Lendakaris Muertos

Tras un rapidísimo cambio de escenario y tras desplegar un enorme telón de fondo con la imagen de Pedro Sánchez que ilustra la portada del último trabajo de los punkis navarros, se apagaron las luces para dar paso por los altavoces al coreado himno de la Unión Soviética, mientras los músicos ocupaban sus posiciones. Me llamó la atención la camiseta de los locales Estertor que vestía el retornado Asier.

Con una velocidad y una intensidad aplastante arrastraron a l@s asistentes, que rozaban el lleno absoluto, a los frenéticos pogos de la noche. Dichos pogos se extendieron hasta casi llegar al final de la misma sala durante la recta final y casi dos horas de concierto. Pero no adelantemos acontecimientos.

Aitor es un frontman espectacular y, porque no decirlo también, con una memoria privilegiada. Solo hay que ver el extenso setlist. No paró de moverse y bromear con todo aquel que se encontrara de frente, utilizando las vallas del foso en el que estaban los fotógrafos (entre ellos nuestro querido Carles Amat) y el personal de seguridad, que no pudieron evitar que Aitor se colara entre el público para volver surfeando sin parar de cantar. Desde aquí quiero agradecer que los miembros de seguridad de la sala no evitaran estos actos que tanto se disfrutan.

La banda estaba conectadísima, con un acelerado y sudoroso Potxeta aporreando la batería sin desfallecimiento, así como Iván y Jokin interactuando constantemente con el público. El mismo Jokin no paraba de amenizar las canciones con pasamontañas durante “Fuimos ikastoleros” o con capucha y txapela en “Veteranos de la kale borroka”.

Más de uno se fué medio en pelotas en mitad de los pogos, pues no paraban de aparecer volando bambas y camisetas en el escenario. Algunas de esas camisetas eran heavies, motivo por el cual Aitor se encargaba de lanzarlas a la cabeza a Iván o Asier, reconocidos heavies de la banda, entre risas.

Los paseos entre el público eran frecuentes, siendo la más multitudinaria durante “Se dice Taitanic” en la que dejaron a Potxeta solo en el escenario mientras el resto se daba un baño de multitud sin parar de tocar.

Destacable la sincronización en la ejecución de la canción más rápida del mundo. “Mucho asco (casi) todo” la llegaron a tocar hasta cuatro veces seguidas sin error.

Hubo tiempo para cantar el cumpleaños feliz a una joven asistente y las contínuas bromas hacia los heavies. Los propios Estertor, que estaban presentes en las primeras filas, fueron protagonistas de algunas. Gran comunión heavy / punk pues si algo tienen Lendakaris es la gran afluencia de público metalero.

Puigdemont no se libró colocándolo en el “Centro comercial” si estuviera por aquí, así como la coreada y fiestera “Gora España”, en la que Aitor se enfundó una camiseta de la selección surfeando de nuevo por encima del público.

Las torres de altavoces tampoco quedaron exentas de la habilidad trepadora del cantante, auténtico culo inquieto que no paró de mostrar el atlético torso o estirarse de unos llamativos calzoncillos color naranja subiéndoselos hasta la altura del pecho. Espero, por la salud de sus gónadas que fueran de unas tallas más grandes.

El humor ácido y la ironía, siempre presente en las letras de los navarros, se desataron en la recta final del concierto, en el que las nuevas canciones encajaron perfectamente entre los clásicos más coreados. “Se dice Taitanic” “Pablo Echenique” y su perro o la pegadiza “Todos mis enemigos se llaman Cayetano” seguirán cayendo en futuras giras.

Excelente noche de Ironía, humor y mucha crítica social que culminó con el clasicazo “Oso panda” que en esta ocasión contó con la presencia en el escenario de un espontáneo disfrazado e invitado a subir. No hubo mascota oficial para culminar la fiesta que acabó como empezó, con el himno de la Unión Soviética amenizando la sesión de fotos post concierto.

Sudorosos (también empapados por alguna cerveza volante) y afónicos, desfilamos sonrientes cantando “Esto no va para nada de política, esto no va de apología del terror”, estribillo que tan pesado se hizo cantado a través del micrófono durante la pausa previa a los bises.

Setlist Lendakaris Muertos:

Lejía conejo
Estamos en esto por las drogas
El último txakurra
Esto no es punki
Cóctel Molotov al chivato del balcón
Fuimos ikastoleros
Pasao de rosca
Tormenta de mierda
Violencia en acción
Cómeme la franja de Gaza
Detector de gilipolleces
Todos mis enemigos se llaman Cayetano
Cerveza sin alcohol
Nunca más volverás a aplaudir en un avión
Se dice Taitanic
Héroes
Centro comercial
Gaupasa o speed
Cabrón
Mucho asco (casi) todo
Veteranos de la kale borroka
Pablo Echenique
Drogolegas
Drogopropulsado
Húngara Chúngara
Gora España
Ni sí, ni no, ni todo lo contrario
Marido y mujerta
Urrusolo
Sanchista y JujanoE
El 4K se llevó a mi chica
E.T.A., deja alguna discoteca
Modo Dios
Modo Diosa
Oso panda

Abel Marín

Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.

Salud y Heavy Metal.