55 son los minutos en que un genio de nombre Lenny Kravitz no te decepciona lo más mínimo, a través de su nuevo LP Blue Electric Light (grabado en las Islas Bahamas). Supone este mismo trabajo una robusta, equilibrada y sabrosa mezcolanza de funky, rock ‘n’ roll, disco y soul, todo ello con cierto aroma setentero pero también con una pincelada de modernas resonancias synth-pop.
Como es habitual en él, se encarga aquí el gigantesco Lenny de la mayoría de los instrumentos (además de la producción y los arreglos), aunque también es absoluta y positivamente decisivo durante esta misma grabación su fiel “mano derecha”, el virtuoso guitarrista Craig Ross; el cual, efectivamente, porta ya más de 30 años trabajando, con amplia eficiencia, a las órdenes el maestro neoyorquino que hoy nos ocupa.
Lenta, progresiva y cuidadosamente va mostrando su sonora grandiosidad el artista norteamericano a través de los 6 minutos que dura la inicial, convincente y poderosa “It’s Just Another Fine Day (In This Universe of Love)”, la cual podría tratar acerca de la belleza todavía existente en nuestra Azulada Esfera. Acto seguido, tus caderas y tu cuello no permanecerán pasivos, de ningún modo, con los elásticos y adictivos acordes de “TK421” (una referencia ésta a los largometrajes Star Wars, de 1977 y también Boogie Nights, de 1997), donde sobrevuelan ecos guitarreros de Prince, de modo intencionado, debido a que el histórico astro de Minneapolis siempre fue una referencia y una influencia para el intérprete que hoy nos atañe. Agregaremos que se sugieren aquí unos optimistas versos sobre auto-superación.
Ya más bien tras la senda de Marvin Gaye, se nos presentan las tersas, cálidas y refinadas notas de “Honey” (aunque, como contraste, tenemos una letra erótica de fondo), para luego producirse un sugestivo y efectista giro de 180 grados hacia la pantanosa, rocosa y algo psicotrópica “Paralyzed”. Por otro lado, “memorizables, bailables y altamente amenos” son adjetivos que encajan con los cortes “Human”, “Bundle of Joy”, “Love is my Religion” o “Heaven”; hablando esta última de la escasa evolución que se observa en el alma de la Sociedad Humana. En otros términos, no hay lugar para el aburrimiento con Lenny y su menú armónico de 2024.
En otro plano, más experimental el mismo, se halla la susurrante, maquinal y machacona “Let it ride”; para adentrarnos, posteriormente, en la acaramelada, épica y extraordinariamente linda “Stuck in the Middle” con la elevada intensidad que solo Lenny Kravitz sabe arrojar sobre el oyente. Ésta última melodía citada se sitúa, con toda certeza, al mismísimo nivel que cualquiera de las más sublimes e indelebles baladas de toda la trayectoria de este ecléctico “fuera de serie” procedente de “La Gran Manzana”.
Otro guiño estilístico hacia sus ídolos lleva a cabo el cantante norteamericano por medio de la delicada y taciturna “Spirit in my Heart” (el amor es un temática bastante recurrente en este disco); corte el cual es muy deudor del sentimiento sonoro de Stevie Wonder, en este caso concreto; apuntalamos.
Magnífico, sustancioso y sereno, aunque al mismo tiempo también levemente inflado, se planta el cierre del repertorio gracias a la romántica canción-título de la “Azulada Luz Eléctrica”.
A sus recién cumplidos 60 años, Lenny demuestra que aún se halla en plena forma como si tuviera la edad de 30 (incluyendo su peculiar y prodigiosa voz), además de que ahora prosigue él recuperando reputación creativa tal y como aconteció también en su anterior LP Raise Vibration (2018); todo ello expresado bajo mi prisma personal. Consecuentemente, este fresco y consistente Blue Electric Light se sitúa realmente cerca de aquellos magistrales y tan fiables primeros discos que lanzó el propio Kravitz entre finales de los años 80 y primera mitad de los 90.
En definitiva, Blue Electric Light se erige como un excelentemente planteado y elaborado cancionero, es decir, prácticamente sin aristas sobrantes, sin rellenos insulsos, sin fisuras y con el colosal mago Lenny Kravitz totalmente centrado en su cometido y en su profesión de creador de tonadas.