¡Atención, spoiler! Como es sabido por aquell@s que seguimos al bueno de Leo, después de varias intervenciones para solventar los problemas que afectaban a su laringe no se encuentra en plenas facultades como años atrás. Algo de lo que nunca se ha escondido y así nos lo ha hecho saber en cualquiera de las entrevistas que ha ido concediendo a los medios especializados o a través de sus redes. Aún así, y saltándome la norma de no usar expresiones malsonantes u ofensivas en mis artículos además de pecar de imparcial… ¡Se sacó la chorra y me suda la polla la opinión de los haters que puedan criticarlo! Un Leo mermado vocalmente está a otro nivel superior no alcanzable para much@s, además de tener la suerte de la bandaza (los Leo como él los llama) que lo acompañan y complementa.
Dicho esto, si has aguantado hasta aquí, pasaré a la crónica de lo vivido el pasado sábado 25 de mayo en Barcelona.
Una interesante cola se agolpaba en el acceso de la sala, a la que entramos puntualmente y toparnos con la sorpresa que el aforo había sido reducido a la mitad mediante unas cortinas negras. Para amenizar la espera sonaban a todo trapo los éxitos de Pantera, ya conocemos la debilidad de Leo por la banda de los desaparecidos y añorados hermanos Abbott.
Con el tiempo suficiente para apropiarnos de unas cervezas y tomar posiciones se apagaron las luces para dar paso a la habitual y pomposa introducción de Conan el Bárbaro «Anvil of Crom» mientras los Leo toman posiciones en el escenario con la correspondiente ovación de una Razz 2 abarrotada en el adaptado aforo. No puedo más que lamentar la injusticia que supone que tras una trayectoria tan dilatada y que aún tiene mucho que decir, no se vea recompensado en un mayor reconocimiento y asistencia.
Zeta y Patricia Tapia, habituales compañeros de batalla en esta gira, son los penúltimos en hacer acto de presencia hasta la arrolladora entrada de Leo al escenario.
El sonido, algo saturado durante las dos horas y media que duró el concierto (algo de lo que Leo bromearía en la recta final del show a causa de lo poco habitual) fue corregido en diversas ocasiones mediante las indicaciones de un Leo atento a cualquier detalle.
Patricia y Zeta alternaban protagonismo a las voces como soportes de lujo un Leo entregadísimo que no cesó de animar y hacer headbanging. He de reconocer, no sé si realmente por el sonido o por mis prejuicios hacia Zeta, que éste no acabó de convencerme. Es cierto que nunca fui seguidor de su etapa en Mägo de Oz, lo poco que llegué a escuchar no llegó a transmitirme nada especial. Pero esa noche no me dió la sensación de encontrarse demasiado cómodo a pesar del buen rollo que transmitía y la complicidad con la banda en general.
En cambio, Patricia a pesar de algún que otro lapsus con la letra de alguna canción solventado rápidamente con la ayuda de Leo o un rápido vistazo al atril en el que se encontraban las letras, derrochó voz y carácter. Es indudable que la amistad y la complicidad entre los tres cantantes forman un sólido complemento a la voz de Leo, pero mi gran sorpresa fue la capacidad vocal del guitarrista Cristian Juárez, al cual no había visto en directo ni con su banda Dawn of Extinction a la que no había prestado demasiada atención y recomiendo. Cristian posee un muy buen registro limpio que alterna con guturales, los cuales me hubieran gustado poder escucharlos en las partes que canta Korpa en «Soy libertad».
La química entre Patricia y Leo se manifestó de manera sublime en «Volar» y, ya me adelanto, en los bises finales con sus versiones imposibles. Las bromas se sucedían constantemente haciendo cómplice al público. La divertida fusión hecha por Zeta de «Eye of the Tiger» con el inicio de «Del amor al odio» no consiguió quitarme la incómoda sensación de verlo no del todo involucrado en el concierto e improvisando. Como ejemplo el detalle de llamarlo al escenario, pues le tocaba cantar, apareciendo cerveza en mano como si lo hubieran pillado desprevenido. En cambio en los medios tiempos o baladas lo llegué a ver más conectado como en «Tu destino» que cantó íntegramente junto a Patricia o la más tardía y esperada «Tiempos de guerra» junto a Leo.
Llegados hasta aquí, me surge una pregunta. ¿Se puede tener apariencia muy heavy con una electro acústica? Se puede. Así nos lo demostró Cristian saliendo con una Flying V para los medios tiempos. Muy acertadas las nuevas incorporaciones de Cristian y Patricio a la guitarra y al bajo respectivamente, acoplándose a la perfección a la poderosa y musculosa maquinaria de unos Leo que nunca defraudan. A Patricio ya lo conocíamos de sus años en Stravaganzza, por lo que la química en el escenario era palpable y el cariño del público más que evidente viendo de la reacción hacia el impresionante bajista.
Rufo, como es habitual, siempre sonriente se sale en los solos, al igual que la solidez a la batería de Carlos Expósito no fallando ni apoyando en los coros.
No faltó el sentido homenaje a Big Simon en «Grande» tras la que cayó «Impotencia» y la esperadísima «Hijo de la Luna», cantada a dúo con Patricia en la que Stravaganzza traspasó la barrera de estilos tan opuestos y que ha llegado a unificar criterios. Después de todo el subidón y una breve pausa nos llevaron hacia la parte y sorprendente recta final del concierto. Tras dos intensas horas se cascaron media más de versiones entre las que sonaron la enorme «La leyenda del hada y el mago» de Rata Blanca que el público rugió, «El lago» de Mägo de Oz cantada por Leo y un Zeta más cómodo, o la atípica «If I Could Fly» de unos reivindicados Helloween con Andy Deris.
Tras éstas, Leo amenazó con retirarnos el carné de jebi si continuábamos versionando temas. Tras la amenaza, cayeron versiones de La Quinta Estación y varias versiones imposibles de Rihanna o Michael Jackson fusionadas con temas heavies o rockeros, así como la metálica versión de la discotequera «Freed From Desire» que nos hizo saltar y bailar para hacernos volver a la zona de confort con la sublime «Neon Knights». Aún así, para despedirse y hacer la foto final, hicieron sonar «Así me gusta a mí» de Chimo Bayo con su correspondiente fiesta.
Gran ovación para cerrar dos horas y media de un gran Leo que, vuelvo a repetirme, conocedor de sus actuales limitaciones, nos puso la piel de gallina como de costumbre. Gran voz y arrolladora actitud, sabiendo escoger a dos grandes compañeros y vocalistas (sin contar a Cristian, ya serían tres) para completar y enriquecer los temas.
Pero hay algo que tengo que reprochar al bueno de Leo. Es el hecho que en el contexto de la celebración de su 30º Aniversario de trayectoria musical no haya incluído más que «Cielo e infierno» como presentación de los nuevos y potentísimos temas.
Gracias a los Leo por noches como esta. Como bien dice… Fuerza y honor. Nos veremos pronto.
Setlist:
Desde niño
Con razón o sin razón
Soy libertad
Condenado
Volar
Del amor al odio
Cielo e infierno
Mesías
Mi otra mitad
Llévame
Vuela alto
Tu destino
Vientos de guerra
Perro traidor
Parte de mí
Grande
Impotencia
Hijo de la Luna
La leyenda del hada y el mago
El lago
Que te quería
The Trooper / Beat It
If I Could Fly
S&M
Freed From Desire
Neon Knights
Amante del metal en su variedad de estilos. Vivo con la esperanza de poder llegar a viejo acudiendo a salas de conciertos y festivales. Si los rockeros van al infierno, que me guarden sitio y una cervecita.
Salud y Heavy Metal.