Leonard Cohen – Songs of Love and Hate: 50 años del oscuro viaje a la alma humana

Hoy os cito en el tercer disco de Leonard Cohen a sabiendas que el cantautor encaja más bien poco entre tanto rock y metal. Pero un clásico es un clásico, y Songs of Love and Hate (1971) merece estar en cualquier medio que se preste. Cincuenta años cumple el tercer disco de Leonard Cohen, una obra casi maestra. Lo sería del todo si antes no hubiese publicado Songs of Leonard Cohen (1967), imprescindible como pocos en la historia de la música “moderna”.

Leonard Cohen debutó en 1967 en la edad tardía de 32 años. Antes poeta y novelista, no es hasta 1967 que se aventura a endulzar sus bellas y trabajadas poesías con música. Su estética y trabajo lírico solamente lo podemos comprar al de Bob Dylan, siendo el de Cohen más intenso. Su culto a la mujer y al amor le empujó a crear algunas de las canciones más increíbles de todos los tiempos. La mayoría están en su disco debut, pero también nos enamoramos de varias de ellas en este tercer disco que nos ocupa: Songs of Love and Hate.

Pero antes nos regaló Songs From a Room (1969), un disco algo menor en el que el único placer audible es su voz acompañada de ciertos instrumentos. Un disco al desnudo que sirvió para tapar bocas críticas que aseguraban que, sin los arreglos tapando los defectos de su debut, Cohen no daba la talla.

Y con esto entramos en materia, vamos a profundizar en los sentimientos de Cohen. A despedazar con modestia Songs of Love and Hate.

Songs of Love and Hate se puede separar amigablemente entre las dos caras del vinilo, la cara A contenía cuatro canciones encabezadas por la mayestática “Avalanche” y la podemos considerar la cara de Hate (odio). La segunda cara la abre “Love Calls You By Your Name” y sería la cara del Love (amor). Esta repartición en caras es algo arriesgada, pues los dos sentimientos se entrelazan continuamente para hacer honor al dicho “del amor al odio hay un paso”.

El disco se desliza con sutileza y poesía visceral a lo largo de 44 minutos de duración. Un minutaje correcto que acaba sintiéndose escaso ante la maestría expuesta de Cohen. Al igual que sus discos predecesores, el disco carece de gancho y aquí reside seguramente la belleza de la carrera del canadiense. Si te enamoras de su música no es por la atracción a primera vista, sino por el calor y el sentimiento vertido en cada una de las canciones que componen su carrera. Songs of Love and Hate es un disco melancólico y triste. Pero sobre todo es un disco oscuro, más por las letras que por el sonido siempre agradable de las guitarras acústicas y demás instrumentos. Instrumentos que, a fin de cuentas, sirven para adornar unos poemas persistentes y directos.

La severidad con la que Cohen despacha las canciones más oscuras es de manual. Por ejemplo, en «Dress Rehearsal Rag» se muestra tan implacable en las voces que comprendes a la perfección los sentimientos del artista, logra que se te erice la piel. Aunque personalmente me inclino por el poderío del abridor “Avalanche”, «Dress Rehearsal Rag» le habla de tú a tú a cualquier canción compuesta por Leonard.

“Avalanche” es la puesta de largo de un poema un par de años más viejo, se trata de una canción visceral con unos arreglos de cuerda memorables con unos aumentos de velocidad increíbles causando un efecto simple, pero súper efectivo. La canción es una visión condenatoria sobre la humanidad, un verso que grita enojado «El lisiado aquí que vistes y alimentas / No tiene hambre ni frío / No pide tu compañía / No está en el centro del mundo». Cohen arremete sin temor a los que ayudan a los pobres para ser el centro de atención.

“Last Year’s Man” es una canción sobre un amor obsesivo que Cohen experimentó desde lejos. Es suave y retrospectivo, casi como una reprimenda. La canción siente nostalgia, como si todavía buscara ese amor no correspondido.

Regresamos ahora a “Dress Rehearsal Rag” la canción más torturada del disco. Es un corte autodestructivo, enojado y lleno de autodesprecio. La canción tiene una poderosa guitarra acústica combinada con orquestas cinematográficas, pero todas tienen un papel secundario en el significado. El narrador parece estar luchando contra la adicción y el suicidio, el primer verso ya está lleno de odio: «Ahora si puedes conseguir / Tus dedos temblorosos se portan bien / ¿Por qué no intentas desenvolver / Una hoja de afeitar de acero inoxidable?». Llena de imágenes poderosas y emoción cruda y oscura, esta es una canción que no se te escapa.

“Diamonds in the Mine” es una canción de temática alegre pero ejecutada con voz enojada, algo así como la canción pop alegre más deprimente jamás grabada. Es una canción sobre las historias que la gente se cuenta a sí misma para mantener la esperanza. Una gran canción injustamente olvidada.

Cambiamos de tercio para topar de bruces con “Love Calls You By Your Name”, la canción más serena del disco. Hecho que nos puede descolocar, pues la canción está repleta de odio en las letras. La famosa “Famous Blue Raincoat” es un intercambio de cartas entre un triángulo amoroso, una situación trágicamente difícil. Se trata de una bella canción de traición y tragedia.

“Sing Another Song, Boys” también usa poesía para amplificar su significado y llegamos al cierre con “Joan of Arc”. ¿Una conversación entre Juana de Arco y el fuego? Si, la canción gira en torno a esta imaginaria conversación entre víctima y verdugo. Una canción genial en todos los sentidos.

Y así damos por finalizado Songs of Love and Hate, un trabajo mayúsculo de Cohen, una obra imprescindible para cualquier que ame el rock más tradicional y calmado. El disco fue recibido timidamente en el mundo llegando solamente al 145 en la US Billboard 200 y al 63 en su país natal. Más tarde fue disco de oro en Canadá.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones