Pasado ya el primer día de presentación con una buena asistencia de público, nos disponíamos a empezar el maratón que presentaba cada día el Leyendas del Rock. Quizás el jueves era el día más flojo en cuanto a grandes grupos de primera línea y eso se noto en presencia de público. Aún así en los escenarios principales había interés de ver a Rose Tattoo, Lacuna Coil, Avalanch o unos grandísimos Cradle of Filth que se comieron a todos los que se pusieron por delante. Mientras que en el escenario Mark Reale contaban con la presencia de Helstar, Lépoka, Cruachan o los norteamericanos Flotsam and Jetsam.
Es lo que tiene los festivales, te acuestas tarde y te levantas temprano si quieres aprovechar el día, y así sucedió, una vuelta por el pueblo de Villena para refrescarnos por las altas temperaturas que sufríamos, algo de comer y a las 16:30 vuelta al recinto. El primer grupo en hacer su aparición fueron los madrileños Lords of Black con algunas sorpresas sobre el escenario. Si ya me gustaron en directo la primera vez que los vi, también en el Leyendas del Rock 2016, no iba a ser menos en este 2019, además con la entrada de Diego Valdez a las voces tras la marcha de Ronnie Romero, creo que el grupo ha ganado enteros, la voz más grave de Diego le da más entereza y garra al grupo. Tras la Intro pertinente comenzaron los acordes de Lords of Black para seguir con «Shadows of War» y «World Gone Mad» antes de que Diego desapareciera del escenario y saliera a escena Dino Jelusic (Animal Drive, Stone Leaders) a colaborar cantando los temas «Icons of the New Days» y «New World’s Comin’«, aunque ya no se bajo del escenario. El concierto iba subiendo en enteros con un público bastante volcado con ellos y mucho también tiene que ver Matt de Vallejo, en sustitución de Andy C. que no estuvo sobre el escenario, que estuvo colosal, increíble, magnifico… como buen amante de los sonidos de batería y con perdón del resto del grupo, fue genial poder verlo aunque los baterías siempre pasan desapercibidos para la gran mayoría del público. Con Diego y Dino estuvieron hasta el final donde quedaron por repasar temas como «Everything You’re Not«, «The Art of Illusions, Part I: Smoke and Mirrors», «Nothing Left to Fear» y «Merciless» que fue con el tema que cerraron. Muy bueno el concierto de Tony Hernando y sus Lords of Black, con unos geniales Diego y Matt, puro heavy metal para el comienzo de la segunda jornada.
El siguiente grupo que me fui a ver fueron los australianos Rose Tattoo, aunque no lo vi entero ya que fui a ver los últimos temas de Somas Cure. A sí llegué a la mitad del concierto con una presencia de público regular, el jueves fue la menor asistencia al festival, y que a la vez se lo estaban pasando genial con los australianos. Un concierto limpio y suave el que puede presenciar con Angry Anderson que no paraba de gesticular y moverse a su antojo por el escenario entre Mark Evans (bajista) y Dai Pritchard y Bob Spencer a las guitarras, completando el grupo Jackie Barnes a la batería. Mí llegada coincidía con el final del tema «Once in a Lifetime» donde el público disfrutaba con los australianos. Hablador estaba Angry Anderson que se le veía feliz y a gusto sobre el escenario para los últimos temas del grupo y como no, clásicos de la banda. Clásicos como «Rock ‘n’ Roll Is King», «Sweet Love», «Snow Queen», «We Can’t Be Beaten» cerrando con el rock’n’rollero tema «Nice Boys» para el disfrute del público que despedía con aplausos a Angry Anderson y compañía.
Media hora tenía para ver el concierto de los italianos Lacuna Coil, ya que mí intención era ver el concierto completo de Cruachan y se solapaban. Una mayor afluencia de público es la que tuvieron los italianos, donde Cristina Scabbia y Andrea Ferro se compenetran a la perfección escoltados por Diego Cavallotti a las guitarra y Marco Coti al bajo. He de reconocer que a mí Lacuna Coil nunca ha sido gusto de devoción, ni siquiera en la época más gothic del grupo, pero en directo lo dan todo y el directo es demoledor. Algunos de los temas que me dio tiempo a ver fueron «Our Truth», «Kill the Light», «Trip the Darkness» o «Blood, Tears, Dust», en ese momento me fui antes de que presentaran el nuevo tema «Layers of Time» de su próximo álbum Black Anima que se publicará el próximo 11 de octubre a través de Century Media. De lo que pude ver, concierto de los italianos muy activos y provocadores que engancharon al público desde el primer momento.
Llegó el turno de los irlandeses Cruachan con su propuesta de Folk/Black Metal altamente destructiva y comprometedora que se enreda en la cabeza desde el primer momento. La última vez que pude disfrutar de Cruachan fue en el Iberian Warriors Metal Fest del 2017 donde dejaron buenísimas sensaciones y donde llegaron a compartir el tema «Ride On» con el grupo de folk metal inglés Skyclad, fue todo un acontecimiento. Pero estamos en el Leyendas del Rock 2019 y Cruachan llegó para convencer y a recoger a más fieles seguidores, y vaya si lo hizo. El grupo lidero por el cantante y guitarra Keith Fay, llegó, actuó y convenció ante un escenario Mark Reale con muy buena presencia de público. Además es de agradecer que este año, este escenario por fin sonara bien y se dejaran de acoples y ecos en el sonido que provocaban saturación, este año todo cambió y el sonido fue limpio y nítido, aleluya! Muy activos estuvieron durante la actuación donde sonaron temas como «The Sea Queen of Connaught«, «The Harp, the Lion, the Dragon and the Sword», «I Am Warrior» o la cover de The Wolfe Tones «Some Say the Devil Is Dead» donde tanto Rustam (bajo) como Keiran Ball (guitarra) y el violinista Jhon Ryan intercambiaban posiciones con bailes folk, mientras el pobre Mauro Frison (batería) tenía que soportar el sol que se colaba entre el único hueco que quedaba por el techo. Mucha fiesta y folk/black lo que recorrió sobre el escenario Mark Reale y viendo las caras de los principales actores, se puede decir que fue un éxito rotundo también para Cruachan. Genial el concierto que ofrecieron los irlandeses, que seguro que algún fan se llevaron de vuelta a casa.
Después de ver a los irlandeses había que hacer parada obligada para reponer fuerzas, ya que Alestorm ya había comenzado y a Helstar no lo vería entero, así que la decisión fue tomar algo para coger fuerzas para ver el plato fuerte del día, Cradle of Filth.
Aunque hay muchos detractores de Cradle of Filth y muchos incomprendidos de que ven que solo grita y que el black metal es solo ruido (deberían escuchar más «música»), la verdad es que tenía mucha, muchísimas ganas y expectación por volver a verles, ya que la primera vez que los vi tuvo un pase y la segunda mejor ni recordarla. Así que la tercera tenía que ser la vencida. Yo no he estado ni en el Rock Fest ni el Ressurecction Fest, pero las noticias que llegaban era que Cradle of Filth estaba de vuelta, y vaya que si lo están, literalmente se comieron a todos los grupos que hasta ahora habían tocado en el Leyendas del Rock 2019. Para mí y con mucha diferencia el mejor concierto de todos los que se habían realizado hasta el momento. Por sonido, por luces (que las hubo a pesar de ser un grupo de black metal), porque la voz de Dani Filth volvía a resurgir jugando con las voces guturales y las black como quiso y cuando quiso y porque tanto Martin Skaroupka (batería), Daniel Firth (bajo), Lindsay Schoolcraft (teclado y voces líricas) y Ashok y Richard Shaw (guitarras) estuvieron inconmensurables como Dani a las voces. Pese a quien pese fueron los mejores, siendo objetivo.
Con el estomago lleno tomamos posiciones para el comienzo, la Intro «Once Upon Atrocity» dio paso a los primeros temas de su álbum Cruelty and the Beast, «Thirteen Autumns and a Widow» y «Cruelty Brought Thee Orchids«, casi seguidos. Desde el primer tema lo dejaron bien claro, iban a por todas. Dani recorría el escenario por donde quería con un genial Ashok que fue el que más activo estuvo, jugando con su guitarra de un lado a otro. «Malice Through the Looking Glass» fue el siguiente tema que sonó para dar paso a «Heartbreak and Seance» de su último álbum Cryptoriana – The Seductiveness of Decay con una genial Lindsay Schoolcraft que se compenetró a la perfección en las voces líricas. Ardiente muy ardiente cada tema que sonaba y un público muy muy entregado ante la alta calidad del concierto que estaban ofreciendo. «Heartbreak and Seance» fue el único tema actual del grupo, ya que todos los demás fueron temas de los primeros trabajos de la banda, a excepción de la genial y melódica «Nymphetamine (Fix)«, aunque este tema tiene ya 15 añitos. Poco duró la tranquilidad, en cuanto volvieron al álbum Midian con dos temas «Saffron’s Curse» y «Her Ghost in the Fog» no dejando títeres con cabeza. Pero aún faltaba el éxtasis el que te deja KO, «From the Cradle to Enslave«, simplemente demoledora, cortante como una hoz sobre tu cuello, nunca había visto vibrar tanto al público con Cradle of Filth y es que la ocasión, esta vez, si que mereció la pena. La outro «Blooding the Hounds of Hell» puso el punto y final donde a Cradle Of Filth los despidieron con aplausos más que merecidos y que se alargaron durante un buen rato ante el buen reconocimiento del público. Concierto de matrícula de honor. Tantas cosas en tan poco espacio quería decir, que no se si he dicho todo lo que quería decir.
Redactor: Juan Antonio (thrashdeatherreala)
Cogiendo el testigo a mis compañeros que han cubierto el primer día y medio de festival, aparezco en el pabellón de Villena bastante antes de lo previsto, así que estudiando de nuevo el programa para escoger a dónde dirigirme, me decido por un tema básicamente de horario por Helstar, que toca en el escenario techado Mark Reale. Aunque estos americanos llevan más de treinta años en funcionamiento, me son totalmente desconocidos (empiezo a intuir que este festival me va a plantear unos cuantos retos…). Dicen que la veteranía es un grado, quizá sea ése el motivo por el que día anterior inauguraron el festival como banda de covers de Judas y Sabbath, así que intuyo que al menos todo terreno lo son. Aparecen puntualmente en el escenario y en seguida dejan claro que practican un estilo muy heavy clásico. Van cayendo un tema tras otro, aun no conociéndolos me suenan estupendamente todos y noto que a la gente allí congregada también (suerte que hay gente muy puesta allá donde vayas…). Especialmente me gusta el tema con el que dan por finalizado el espectáculo, «Run with the Pack», muy potente y con un final vocal de nivel. Me han gustado estos veteranos, prometo darles unas cuantas escuchas más a mi regreso, se lo han ganado!
Como anécdota explicar que nos encontramos con su cantante, James Rivera, andando tranquilamente por el recinto un poco más tarde y aprovechamos para comentarle que nos había gustado mucho su actuación, lo cual agradeció sobremanera. A veces no cuesta nada hacer feliz a la gente!
El siguiente reto de la noche se nos presenta casi de inmediato, un intercambio de bandas por un problema horario con Nanowar of Steel. En su lugar nos adelantan a los castellonenses Lèpoka (al menos de esta banda algo he oído hablar aunque tampoco no los conozca… y ya van dos, ups…). Por la cantidad de camisetas que veo a mi alrededor intuyo que al menos esta noche cuentan con muchos seguidores incondicionales. Y empieza la fiesta de nuevo en el escenario Mark Reale. Aparece la banda ataviada como monjes, así como dos enormes monigotes inflables lado a lado del escenario, cerveza en mano. Menuda marcha que lleva esta banda. Folk metal desenfrenado, con sus instrumentos tradicionales (flautas, gaitas…), ganas de fiesta y hacer bailar al personal. Todos los integrantes además de tocar y muy bien sus instrumentos participan de forma activa, ya sea haciendo coros o moviéndose como locos por el escenario, y por si fuera poco hasta invitan a salir a Diego Palacios (Celtian) para añadir un poco mas de energía con su flauta.
Aunque solo disponen de 50 minutos, no puedo quedarme hasta el final por solape con el cabeza del cartel del día e indiscutible reclamo del festival, Thin Lizzy. Así que me quedo con las ganas de ver el cierre, apoteósico seguro. Quizás la próxima vez será (porque se intuye que la habrá, y quizá en algún escenario más grande…).
Y le llega el turno al cabeza de cartel de la jornada.
Llámese Black Star Riders, llámese Thin Lizzy, esta actual encarnación me tiene el corazón robado desde ya hace tiempo. Bajo estos dos nombres han pasado por el Rockfest Barcelona y siempre me han parecido respetuosos al máximo con el legado que les toca defender y de una calidad exquisita. No en vano cuentan con algunos antiguos integrantes en sus filas, como los veteranos Scott Gorham a la guitarra y Darren Wharton a los teclados. Faltaría añadir también como segundo guitarra a Damon Johnson, guitarra de apoyo y cantante Ricky Warwick, y algunos fichajes de lujo para la ocasión, como el batería de Judas Priest, Scott Travis, y al bajo Troy Sanders de Mastodon. Vienen conmemorando el 50 aniversario de la fundación de la banda, nada es eso, así como el 40 aniversario de uno de sus trabajos más emblemáticos, Black Rose: A Rock Legend. Todo y que en ningún momento de la actuación hacen mención a ninguna de estas dos efemérides, releyendo el setlist a posteriori queda claro que por un lado que efectivamente se revisa en profundidad el susodicho trabajo ya que se incluyen hasta cinco de sus nueve temas («Do Anything you Want to», «Thoughest Street in Town», «Waiting for an Alibi», «Get Out of Here & Got to Give it Up»), y por otro se da un repaso a clásicos de sus distintas etapas, con especial hincapié en los 70s y principios de los 80s. Noventa minutos de actuación permiten llevarse una idea bastante certera de lo que son capaces de ofrecer esta formación, desde sus temas más cañeros, a sus temas más en la onda del folklore tradicional irlandés, todo aderezado con ese estilo tan particular que les distingue, sus guitarras dobladas (y hasta triples si es necesario, será por guitarristas en el escenario!) y esa fantástica voz de Ricky Warwick que tanto nos recuerda al original Phil Lynott. Mención especial se merecen el teclista/corista Darren Wharton que tan elegantemente se encargó de aportar melodía al combo, y al contundente Scott Travis que imprimió fuerza rítmica de forma incansable durante todo el concierto. Todo un lujazo de formación.
Acompañando a la banda al fondo del escenario un gran logo luminoso va cambiando de color a medida que se suceden los temas. Y aún sin quererlo no puedo evitar recordar el show que presencié en Barcelona de esta misma banda en el 2016, en el que iban apareciendo las portadas de los discos con cada tema mientras caía la noche… emotivo de verdad. Un puntillo de esa emotividad dada la doble conmemoración que se celebraba hubiera sido sin duda todo un plus.
Y ahí dejo el setlist (salvo lapsus) pasando a comentar brevemente algún detalle que particularmente me ha llamado la atención.
«Jailbreak» (1). Se inicia con el clásico sonido de sirenas mientras la banda se posiciona en penumbra sobre el escenario y empiezan a descargar su potencial, sirenas que se repiten desenfrenadamente en la parte instrumental de la canción acompañadas por unas columnas de humo. Aún sin recuperarnos de este potente inicio enlazan con «Are You Ready» (2) imprimiendo más ritmo si cabe. Para el siguiente tema, «Do Anything you Want to» (3), sacan un gran tambor al escenario que toca uno de los guitarras, emulando el video original del tema. Continúan con «Thoughest Street in Town» (4), «Cold Summer» (5) y con «Don’t Believe a Word» (6) Ricky Warwick decide abandonar su guitarra para centrarse en su voz, bordándolo. Continuamos sin pausa con «Waiting for an Alibi» (7), «Hollywood (Down on your Love)» (8), «Get Out of Here» (9), y «Emerald» (10), donde nos hablan brevemente sobre la vinculación de la banda con Irlanda y en concreto Ricky Warwick hace mención a su origen norirlandés. Seguimos con «Got to Give it Up» (11) y «Rosalie» (12) donde por primera vez durante el show hay una interactuación un poco más profunda con el público. No es hasta «Killer on the Loose» (13) que se deciden a presentar a los miembros de la banda. Yo he preferido hacerlo nada más empezar, hasta para situarse un poco. Con «Bad Reputation» (14), «Scott Travis» nos regala un mini solo de batería intercalado en el tema, para mi uno de sus momentos de la noche. «Róisín Dubh (Black Rose): A Rock Legend» (15) vendría a ser un buen ejemplo de que aglutina los distintos estilos de la banda, un medio tiempo que acaba enlazando con melodías más tradicionales con una larga intervención guitarrística, se acelera, se desacelera, vuelve al inicio, lo tiene todo y además, sonó espectacular. En el inicio de «Cowboy Song» (16), Ricky Warwick nos sorprende con una intro de armónica muy en la línea del título de la canción. Ya en el bloque final dos clasicazos, «The Boys are Back in Town» (17) y un «Whiskey in the Jar» (18) con catarsis colectiva incluida. Máximo seguimiento del público allí congregado que no duda en cantar, bailar e interactuar con la banda. Broche de oro para completar un concierto redondo.
De acuerdo que Thin Lizzy no será posiblemente un cabeza de cartel de masas, pero sí de muchos nostálgicos entre los que me incluyo y que nos alegramos enormemente de que el legado de bandas como la que nos ocupa siga vivo por mucho tiempo, siempre y cuando el formato sea el correcto, que con esta formación lo es, y sobradamente.
Casi sin pausa me dirijo al escenario contiguo donde Avalanch y su All Star Band nos esperan. Con este modesto nombre se nos presenta esta última resurrección del proyecto de Alberto Rionda. Repasemos entonces sus integrantes, el mismo Alberto Rionda y Jorge Salán a las guitarras, Manuel Ramil (Warcry) al teclado, Dirk Schlächter (Gamma Ray) al bajo, y Mike Terrana (Rage, Axel Rudi Pell, Vision Divine y un largo etc.) a la batería. Y lo vamos a dejar aquí porque con gusto hubiéramos incluido a Israel Ramos a la voz, pero un virus lo mantiene en la reserva desde hace ya una buena temporada. Qué difícil papel le toca asumir a su sustituto, Jorge Berceo (vocalista de la banda Zenobia). Y es que intentar reproducir los matices y el color de la voz de Ismael Ramos no es tarea fácil. Ya en el primer tema que abordan, «El Oráculo», nos da una idea de que no va a ser ni mucho menos lo mismo, tema que además empieza con un sonido saturado y no bien regulado. Por suerte no debemos ser los únicos en darnos cuenta del problemilla del sonido y casi de inmediato lo regulan mucho mejor, se empiezan a equilibrar los instrumentos y todo fluye correctamente. Pero ahí sigue de nuevo esa voz con «Demiurgus» que no me acaba de convencer… Creo que aún siendo un buen cantante y frontman más que correcto, a Jorge le quedan un poco grandes los temas de Israel Ramos, en cambio suple correctamente los temas más antiguos de los dos cantantes anteriores, Víctor García y Ramón Lage. Otra de las incógnitas de la noche era cómo se iban a repartir el protagonismo las dos super estrellas de las guitarras. Pues bien, la respuesta es que muy equitativamente, escuchamos solos estratosféricos por parte de ambos, cada cual con su estilo personal. Y el que estuvo sobresaliente fue Mike Terran a a la batería, menudo monstruo del directo, precioso su instrumento con unos platos ascendentes camino al cielo. En cuanto al setlist (que enumeraré al final), comentar que fue bastante equilibrado entre clásicos de la banda y nuevos temas de su último trabajo “El Secreto”. Contaron con 70 minutos para mostrarnos un poco de cada una de sus etapas. Particularmente me quedo con la secuencia de los últimos cuatro temas por su variedad en estilos, la Flor en el Hielo que nos muestra la línea actual de la banda y me parece un tema genial, la balada «Xana» emotiva al máximo con canto a capella con el público incluido, Lucero, medio tiempo clásico de la banda donde los haya, y el potentísimo Torquemada como punto y final. En breve Avalanch girará de nuevo por la península, ¿se habrán ganado que repitamos después de verlos en el Leyendas?
Setlist Avalanch:
El Oráculo
Demiurgus
El Peregrino
Otra Vida
Delirios de Grandeza
Pies de Barro
El Alquimista
Mil Motivos
Alas de Cristal
Flor en el Hielo
Xana
Lucero
Torquemada
Y hasta aquí lo que dio de sí la jornada del jueves 8 de agosto. Teniendo en cuenta que fue día laboral para mi persona (último día antes del inicio de unas ansiadas vacaciones que no podrían empezar de mejor forma) y la distancia que separa Barcelona de Villena, me doy por satisfecha.
Redactora: Susana Masanés