Habíamos cruzado el ecuador del festival después de un día lleno de thrash, y nos levantamos con otro día muy intenso por delante. Con Blind Guardian y Alestorm al frente de la jornada, empezaba un día con estilos tan dispares como el Djent de Jinjer, el brutal death de Suffocation, o el black metal de Gaahls Wyrd. Por si no es suficiente con todos los conciertos dentro del festival, los dos últimos días tuvimos actuaciones acústicas en la plaza mayor y dos conciertos más el escenario del camping. Durante la mañana, nos dimos una vuelta por Villena mientras Tete Novoa daba su concierto acústico en la plaza. Al volver, nos refrescamos en las duchas mientras Rockbender descargaba su rock duro a lo Airbourne en el camping.
Lujuria no fallan nunca en el Leyendas
Los de Óscar Sancho son todo un clásico del festival. Esta es la decimoquinta edición, y si no han estado en todas ellas, poco les habrá faltado. Como es de esperar, la gente les conoce de sobras y siempre gozan de un buen público, toquen a las tantas de la noche o temprano por la tarde, como en esta ocasión.
Empezaron de forma inusual, con «Esta es una noche de rock and roll» de Barricada, en homenaje a Boni, fallecido el año pasado. Un gran gesto por su parte, del que siguieron unos cuántos clásicos de los suyos. Óscar vestía un traje largo estampado con los carteles de diferentes ediciones del Leyendas, como ya le habíamos visto las últimas veces. Su devoción por el Leyendas y por el mundo del metal es innegable, elogiando el festival, a Brothers of Metal, que habían tocado justo antes, y a Jinjer, que venían después.
Sonaron más compactos y con mejor sonido que la última vez que los vi, y temas como «Mozart y Salieri», la balada «Viejo Rockero» o la final «Joda a quien joda» sonaron contundentes. Está claro que Óscar no tiene la voz más bonita ni la técnica más limpia, pero su actitud y las ganas que le mete es lo que hacen que Lujuria sea Lujuria. No faltaron tampoco un par de sus gañanadas, ni las reivindicaciones a las que nos tiene acostumbrados, siempre con su toque de humor e irreverencia.
Le acompañan, como siempre, muy buenos músicos, destacando a Nacho de Carlos a la guitarra con unos impresionantes solos. Un fuera de serie.
El impresionante directo de Jinjer hace temblar el recinto
Jinjer han subido como la espuma durante los últimos años. Todos los festivales los quieren en sus carteles, y en España parece que aún más, pues este verano ya han tocado en el Barcelona Rock Fest y en el Resurrection Fest, donde también tuve el gusto de verles. Que tocasen después de Lujuria era como un choque generacional. Una de nuestras bandas más añejas y clasicorras, y luego una que representa el estado del arte en cuanto a metal moderno se refiere.
Entendiblemente, la situación en Ucrania ha marcado su gira durante este verano. Su gobierno les ha dejado salir del país para difundir la palabra, y tanto el telón de fondo como el merch de la gira llevan los colores de su país. Durante la actuación, se metieron menos en política de lo que cabría esperar, mencionando el asunto de forma breve y elegante y dejando que la música fuera la protagonista.
Ya no recordaba que también habían tocado en la edición de 2018, y ahora han pasado del Mark Reale al escenario principal, de acuerdo a su crecimiento como banda. Su particular marca de djent con los cambios de limpio a gutural de Tatiana Shmailyuk es muy refrescante en un festival en el que abunda tanto el hard rock y el metal más tradicional. La habilidad y compenetración de sus compañeros no es menos impresionante, destacando sin duda el gran trabajo de Eugene Abdukhanov a las cuatro cuerdas.
Nos mostraron sobre todo canciones de sus discos más nuevos. Del Macro (2019) rescataron temazos como «On the Top» y «Judgement (& Punishment)». Del más reciente Wallflowers (2021), abrían con «Call Me a Symbol», y cerraban con «Vortex» y la arrolladora «Colossus». Fue una auténtica exhibición de groove, tecnicidad y brutalidad. Si les habéis visto en vivo, sabréis de lo que hablo.
Setlist Jinjer:
Call Me a Symbol
On the Top
Judgement (& Punishment)
Pisces
Teacher, Teacher!
Perennial
Home Back
Vortex
Colossus
Rodando entre los conciertos de Gotthard, Ankhara y Unearth
Era el turno de Gotthard en el escenario Jesús de la Rosa. A pesar de ser una banda relativamente conocida, de ellos solo había escuchado alguna canción de su disco Lipservice (2005), así que no sabía qué esperar de su concierto. Antes de ir a verles, nos pasamos por el tercer escenario, ya que también había algunas actuaciones interesantes, empezando por Ankhara. Los de Pacho Brea y su heavy-power metal nos entretuvieron un rato, hasta que los constantes agudos del vocalista nos hicieron volver al escenario principal. No se confundan, a mí me encantan estos gritos en falsete tan típicos del metal clásico, y Brea es un gran cantante, pero el que los use tan a menudo fue demasiado para mí.
Seguidamente, vimos unos cuantos temas de Gotthard y la verdad es que me gustaron bastante. Funcionan muy bien como banda y Nic Maeder es un gran frontman. Le era muy fácil conectar con el público, ya fuera dando palmas, moviendo los brazos de un lado a otro o haciendo que corearan los estribillos. Tras un rato de hard rock muy melódico, había ganas de un poco de tralla.
Volvíamos a las andadas para ver el principio de los brutales Unearth. Practican metalcore del bueno, con velocidad y aproximándose al thrash y al death. Sus canciones tienen secciones muy guitarreras, donde la solista se toma su tiempo para hacer filigranas. A la vez, también se sacan de la manga unos breakdowns muy pesados. Me hubiera gustado ver el concierto entero, pero era el turno de Blind Guardian, y a los putos Blind Guardian se les respeta.
Setlist Gotthard:
Every Time I Die
Hush (Joe South cover)
Top of the World
Feel What I Feel
Master of Illusion
One Life, One Soul
Remember It’s Me
Starlight
Mountain Mama
Lift U Up
Anytime Anywhere
Quinn the Eskimo (The Mighty Quinn) (Bob Dylan cover)
Blind Guardian y el Somewhere Far Beyond en todo su esplendor
Los alemanes venían como el plato estrella de este viernes, y no con una actuación normal. Hace 30 años que lanzaron uno de sus trabajos más queridos, el fantástico Somewhere Far Beyond (1992), y lo han estado celebrando tocándolo íntegramente en su gira veraniega.
Antes de encararlo, empezaban con un par de aperitivos para ir abriendo boca. La épica «Into the Storm» y la veloz «Welcome to Dying» fueron celebradas y coreadas por gran parte de los asistentes. Tras este genial calentamiento, Hansi Kürsch anunciaba lo que venía a continuación. Detrás de mí tenía a un chaval al que casi se le saltan las lágrimas al escuchar la intro de «Time What is Time», de lo emocionado que estaba. Eso es el poder de la música.
Ya no recordaba el verdadero temazo que es «Journey Through the Dark», con ese ritmo speed metalero que no cesa. De nuevo todo el público gritaba el estribillo mientras las guitarras dobladas de André Olbrich y Marcus Siepen fraseaban. El breve interludio de un minuto con «Black Chamber» nos llevaba a un «Theatre of Pain» más rimbombante y orquestral. Hansi demostró estar en muy buena forma, y el resto de la banda sonaba impecable. También tuvimos la suerte de contar con uno de los mejores sonidos del festival, con poco viento que interfiriera y una mezcla muy clara.
«Quest for Tanelorn» es uno de mis momentos favoritos del disco, porque mezcla esos riffs furiosos con un poco de épica de una forma muy conseguida. El estribillo es una pasada, perfecto para ser coreado por miles de personas. Las guitarras también van arriba y abajo sin parar, en especial en el puente. La cosa seguía con «Ashes to Ashes», otra de las más veloces. El batería Frederik Ehmke golpeaba hábilmente su enorme set con cuatro toms, dos goliaths y una gran cantidad de platillos.
Llegaba el momento más bonito con «The Bard’s Song – In the Forest», que como no podía ser de otra manera, fue coreada por el polideportivo entero. Sin lugar a dudas, fue uno de los momentos más espectaculares de este Leyendas. La siguió su segunda parte, «The Hobbit», que para muchos pasa desapercibida en el disco, pero que personalmente me encanta.
El disco cierra con su canción homónima, que es otra burradade grandes proporciones. El estilo de Olbrich a la hora de hacer solos es inconfundible y muy característico, y aquí volvió a brillar. Los coros que hacen entre todos también son majestuosos y en este tema también se hacen notar, con toda la épica que lo rodea.
Acabada esta parte del set, todos sabíamos que iban a caer los clásicos «Mirror Mirror» y «Valhalla», que nunca faltan en sus setlists. Antes, pero, hubo tiempo para una sorpresa con la calmada «Lord of the Rings».
Era la tercera vez que veía a los bardos en directo y en la que más he disfrutado. Desafortunadamente, en el escenario Mark Reale ya habían empezado Suffocation, concierto que tampoco nos queríamos perder. Era un solape doloroso, pero seguro que en el futuro tendremos más ocasiones de ir al Valhalla con los guardianes.
Setlist Blind Guardian:
Into the Storm
Welcome to Dying
Time What Is Time
Journey Through the Dark
Black Chamber
Theatre of Pain
The Quest for Tanelorn
Ashes to Ashes
The Bard’s Song – In the Forest
The Bard’s Song – The Hobbit
The Piper’s Calling
Somewhere Far Beyond
Lord of the Rings
Mirror Mirror
Valhalla
Lluvia de hostias con Suffocation
Los de Nueva York habían convertido el tercer escenario en un infierno con su repertorio lleno de blast-beats, breakdowns rompe-cuellos y brutalidad en general. Ricky Myers ofrecía sus guturales de ultratumba y movía la manita a los tiempos frenéticos que marcaba el batería Eric Morotti. Mientras tanto, en la pista, el circle pit y el bombeo de cabezas no se detenía para nada.
Demostraron por qué se les considera unos de los padres del brutal death y el y el death metal técnico, con sus composiciones enrevesadas y una potencia visceral. Cayeron canciones de todas sus etapas, desde la clásica «Liege of Inveracity», hasta cortes más modernos como «Bind, Torture, Kill». Pudimos ver una media hora del concierto más extremo del festival, y me quedé con ganas de más. Ya tengo ganas de volver a verlos en sala.
El fiestón de Alestorm regresa al Leyendas en prime time
Ya van unas cuantas veces que los piratas forman parte del cartel del festival. Al principio les tocaba estar a media tarde en el escenario Mark Reale, pero con los años y su crecimiento exponencial como banda, han ido subiendo escalones hasta tocar en el escenario principal a las 22:30h. Salíamos de rompernos e cuello con Suffocation y los de Christopher Bowes ya habían empezado. Por suerte, estuvimos a tiempo de ver «Magellan’s Expedition», para mí la mejor de su nuevo trabajo Seventh Rum of Seventh Rum (2022). El patito de «goma» más grande que he visto jamás presidía el escenario con el teclista Elliot Vernon a un lado y el batería Peter Alcorn al otro.
Combinaron temas más serios de su primera época como «The Sunk’n Norwegian» o «Shipwrecked» con idas de olla más modernas como «P.A.R.T.Y.» o «Shit Boat (No Fans)». Hubo varios momentos memorables, como su versión de «Hangover», que fue muy celebrada, o cuando en «Nancy the Tavern Wench» el público se sentaba en el suelo y empezaba a remar. A pesar de que muchos de sus temas son parecidos, saben ordenar un buen setlist para que su actuación, que en esta ocasión fue bastante larga, no se haga aburrida. En la recta final tuvimos momentos tan dispares como la larga y épica «Captain Morgan’s Revenge» o los habituales insultos al público en las finales «Pirate Metal Drinking Crew» y «Fucked With an Anchor».
Una cosa que me sorprendió y acabó haciéndose muy pesado fue su uso abusivo de golpes de bajo artificiales (a falta de un nombre mejor). Me refiero a ese efecto que suena siempre al inicio de los breakdowns de las bandas de metalcore mediocres. No sé en qué momento pensaron que era buena idea meter dos o tres de estos en cada canción. Además, estaban a un volumen muy fuerte, que opacaba la guitarra de Máté Bodor y la mezcla en general.
Esta práctica se ha vuelto estándar en algunas bandas, e iría bien que la moda fuera pasando, pues normalmente molesta más que ayuda. Es posible utilizarlos con un poco de gracia, como hizo Epica en el último día del festival. La clave es usarlos solo en los momentos clave del concierto, no en cada maldita canción, y a un volumen por debajo del de la mezcla para que no la entierre.
Aún así, disfrutamos de un buen concierto y el público quedó muy satisfecho con la actuación de Alestorm.
Setlist Alestorm:
Keelhauled
Treasure Chest Party Quest
Mexico
Magellan’s Expedition
The Sunk’n Norwegian
Shipwrecked
Seventh Rum of a Seventh Rum
Hangover (Taio Cruz cover)
Zombies Ate My Pirate Ship
Nancy the Tavern Wench
Rumpelkombo
Alestorm
P.A.R.T.Y.
Captain Morgan’s Revenge
Shit Boat (No Fans)
Drink
Pirate Metal Drinking Crew
Fucked With an Anchor
La fiesta sigue con The Darkness mientras Gaahls Wyrd quema el Mark Reale
Aún quedaba noche por delante, y The Darkness salían al escenario Azucena con su rock duro con mucha melodía. Liderados por el peculiar Justin Hawkins, tampoco es la primera vez que tocan en el Leyendas, y la gente ya conocía de que pie calzaban. Tras la pandemia, tenían material nuevo que presentar, pero está claro que su mayor éxito fue su debut, Permission to Land (2003). Vimos una parte de su concierto, con la juguetona «Givin’ Up» o la preciosa balada «Heart Explodes».
El nuevo proyecto de Gaahl, el ex-líder de Gorgoroth, había entrado ya en acción y fuimos a ver qué tal se lo había montado. Un black metal denso y tenebroso, pero con algún toque original, arrasaba el tercer escenario, que contaba con una buena cantidad de público. El carismático vocalista iba pintado con sus habituales líneas verticales en la frente, pero sus nuevos compañeros no llevaban nada de corpse paint, algo poco habitual en este estilo. Interesante propuesta la de Gaahl, en la que usa voces limpias más de lo esperado, y algo de melodía en las composiciones, que por otra parte son muy bestias y machaconas.
Tras un buen rato de caña, volvíamos a la pista grande justo a tiempo para escuchar «I Believe in a Thing Called Love» de los ingleses y ver el final de su show.
Fin de un intenso día con Saratoga y Ktulu
Para rematar la jornada, aún quedaban un par de bandas nacionales. Saratoga empezaba en los escenarios principales y un poco más tarde, Ktulu harían lo propio en el Mark Reale. La verdad es que no soy un gran fan de los madrileños, pero sí sé que cuentan con grandes músicos y un potente directo. Y más ahora que han incorporado a El Estepario Siberiano a la batería. Últimamente, muchos grupos están fichando a músicos que se han ganado la fama en YouTube y las demás redes sociales, y este es seguramente el mejor ejemplo en nuestro país. Este tremendo baterista publica asiduamente vídeos de versiones, de técnicas de batería, o de los muchos trucos que tiene en su arsenal.
Sobra decir que sobre el escenario también es una bestia, igual que sus compañeros, el bajista Niko del Hierro y el guitarrista Jero Ramiro. Encabezando la banda, cómo no, un Tete Novoa pletórico clavaba las partes vocales y hasta soltaba algún gutural muy bien parido de vez en cuando. Vimos la primera parte de su actuación, con cortes como «A morir» o «No sufriré jamás por ti», con ese impresionante solo de bajo de Niko.
Tras «A sangre y fuego», nos desplazamos por última vez para ver a Ktulu. Los de l’Hospitalet habían congregado a un gran número de espectadores, y empezaban haciéndonos saltar con el metal industrial de «Pura vida». El sonido no fue del todo nítido en esta ocasión, pero lo dieron todo y nos ofrecieron un concierto tremendo. Se basaron mucho en el disco Confrontación (1997), con pistas como «Biocontaminación», «Justicia» o «Delirium Tremens».
Tras un día agotador, nos íbamos a recargar energías, aún habiendo alguna actuación más para los más valientes hasta las 4 de la madrugada.
Setlist Saratoga:
Tras las rejas
A morir
No sufriré jamás por ti
Maldito corazón
Mi ciudad
A sangre y fuego
El vuelo del halcón
Si amaneciera
Las puertas del cielo
Como el viento
Vientos de guerra
Perro traidor
Resurrección
Hey, has llegado al final del artículo, ¡gracias!
Me metí en esto del metal a los 14 años, y de concierto en concierto he ido descubriendo las bandas nacionales e internacionales que forman parte de este mundillo. Ahora aporto mi grano de arena a Science of Noise contando lo que pasa en los eventos de la zona y algunas novedades discográficas.
También toco la guitarra y el bajo en algunos grupos de la escena local. Tengo los huevos pelaos de tocar en el Ceferino.