Liam Gallagher and John Squire – Liam Gallagher and John Squire

Si alguien le hubiera dicho a Liam Gallagher hace treinta años que acabaría haciendo un disco con John Squire… lo más seguro es que Liam se riera en su cara diciendo algo así como “¿Yo con uno de mis ídolos? Fuck off”. Pues de sobra es conocido que una de las principales influencias de los hermanos Gallagher fueron The Stone Roses, la banda de John Squire.

Separando el pasado del presente que nos ocupa, una colaboración entre dos personajes tan representativos de la música pop rock británica es cuanto menos digno de ser escuchado y disfrutado. Los que me seguís y leéis ya sabréis de mi relación personal con Oasis y Liam, disfruto con ellos y su música. Con lo que abrazar un nuevo trabajo del rebelde Gallagher es algo que me excita en términos estrictamente melómanos.

Y tras una imagen de portada extremadamente mala con los títulos de las canciones impresos sobre diferentes muestras de la despensa de una cocina se esconde un disco notable compuesto por diez canciones y cuarenta minutos de música.

La suma de dos músicos tan formidables (aunque muchas veces olvidamos que Liam es un gran artista) da como resultado un disco muy disfrutón que tímidamente se aleja de lo que ha ido haciendo Liam tras la ruptura con Oasis. Vemos más énfasis en las melodías y los arreglos, algo que uno puede escuchar en la genial “You’re Not the Only One” por ejemplo con esos teclados y ese riff de guitarra tan suculento.

Las voces de Liam siguen siendo el hilo conductor de las canciones, algo que siempre ha funcionado así en todos sus proyectos. Pero es evidente que ahora tiene de apoyo un guitarrista sublime. Los momentos de guitarra limpia, sin voces, son todos ellos necesarios y preciosos. Esta claro que ambos artistas querían hacer suyo el proyecto y, si bien colaboran juntos, se puede destacar a nivel individual cada uno de los atributos que ofrecen por separado. Por ejemplo, en “I’m So Bored” tenemos la clásica linea vocal de Liam pero en los momentos de guitarra uno se olvida por completo del carisma del cantante para disfrutar por completo de John Squire con sus cuerdas.

En computo general, este álbum es genial. Una suma de variables bien encajadas dando como resultado un disco compacto, notable, alegre y disfrutón. Un proyecto necesario para seguir dando vida al legado antiguo de unas bandas extintas que cobran vida a través de nuevos caminos, nuevas tendencias. Liam y John nos regalan un disco auténtico, variado, con grandes piezas, momentos asombrosos y una belleza que dista leguas de su horrible artwork.

Beto Lagarda

Rock en todas sus extensiones