Literatura & Rock – Fight the Power: Rap, raza y realidad de Chuck D

Detalles del libro

Título: Fight the Power: Rap, raza y realidad
Autor: Carlton Ridenhour (aka Chuck D)
1ª edición: 1997
Editorial: Tinta Limón Ediciones
Páginas: 320

Después de tantísimos años, tras conseguir cintas de cassette clandestinas y comprar vinilos de It Takes a Nation of Millions to Hold Us Back (1988) y Fear of a Black Planet (1990), sigo considerando a Public Enemy como el mejor grupo de rap de todos los tiempos…con el permiso de los Beastie Boys y de Wu-Tang Clan. Casi la mitad de las pistas de mi iPod son, todavía a día de hoy (sí, todavía escucho música en el ya anticuado dispositivo de Apple) son de Public Enemy. Están ahí, solos tanto en el sonido como en el contenido de su música: letras perspicaces, sociales y políticamente provocativas de Chuck D que se reflejan en las extravagantes travesuras de Flavor Flav, todo ello impulsado por las mezclas agresivas y densas de The Bomb Squad. No hay -ni ha habido nunca- nadie como ellos.

Adquirí este libro no hace demasiado, en la librería La Ciutat Invisible del barrio de Sants, la que está junto a La Deskomunal, porque quería tener un poco más de información sobre el hombre detrás de las letras; sí, de acuerdo, para eso no hace falta comprarse un libro porque ya está Internet, pero a veces me gusta tirar de old schoolismo. Quería saber de dónde venía y obtener algunos antecedentes de las canciones. El libro se publicó originalmente en 1997, por lo que está un poco anticuado. Mucho ha cambiado en el mundo del hip hop, los medios, las razas y Public Enemy, pero de todos modos pensé que sería una lectura interesante. Y no estaba equivocado.

Desde el principio, Public Enemy fue un grupo controvertido. Hasta su llegada, la música rap era sinónimo de bambas (zapatillas, tenis… you know) blancas, chándales Adidas y rimas claras y simples. Pero, de repente, llegan estos neoyorquinos con su «ruido» y toda su rabia, una personificación musical y visual del militarismo negro. De ellos emanaba una fuerza y una gran seguridad, ataviados con sus uniformes de color blanco y negro, con sus uzis, su logotipo que mostraba la silueta de un b-boy dentro de una mirilla (sí, efectivamente, no se trata de la silueta con un oficial de policía), y sus letras que apuntaban a aparentemente todo y todos: los medios de comunicación, la industria de la música, los líderes políticos, las compañías de bebidas alcohólicas… a cualquier cosa que creyeran que tenía un impacto negativo en la comunidad negra. Eran crudos, reales, serios y ponían nerviosos a los padres.

En el mejor de los casos, Public Enemy lanzaba críticas agudas e inteligentes, a menudo eligiendo objetivos sorprendentes. Pero en el peor de los casos, escribieron letras o lanzaron declaraciones que los hacían parecer unos hipócritas; poned todas las comillas del mundo, si gustáis. Como en 1989, cuando Richard Griffin (aka Professor Griff), miembro de una banda que supuestamente defendía la igualdad, sumió a todo el grupo en una polémica a raíz de toda una serie de comentarios antisemitas en una entrevista. O cuando Flavor Flav, el mismo que en el hit «She Watch Channel Zero?!» (una canción que critica el efecto de la televisión basura en la percepción que la comunidad negra tiene de sí misma) dice aquello de…

«You’re blind, babyYou’re blind from the facts on who you are‘Cause you’re watchin’ that garbage.»

.. protagonizaba, años más tarde, algunos de los reality shows más vulgares de la historia. Pero bueno… que este libro narra la historia de Chuck. No lo olvidemos.

Chuck D nació en 1960, lo que significa que siempre ha sido algo así como el yayo de la mayoría de los raperos, y en primer lugar dudaba incluso si tomar el micrófono debido a su edad. Pero crecer en los años 60 también le dio una mayor comprensión del movimiento por los derechos civiles, por lo que cuando Public Enemy llegó a la escena, cuando el todavía rap estaba naciendo, impulsando su sonido, llegaron aportando un punto de vista serio a todo el asunto. Las letras de Chuck estaban claramente influenciadas por las de artistas de la talla de Bob Dylan, Joan Baez, Jimi Hendrix y las canciones protesta de la década de 1960. Y Flavor Flav, consciente o no, representó otro elemento de los años 60. Chuck, que insistió en la inclusión de Flav en la banda a pesar de que los ejecutivos discográficos no lo tenían muy claro, quería un contrapunto a su «seriedad». Tal y como indica su nombre, Flav estaba destinado a agregar un poco de sabor al todo. Y con sus dientes de oro, gafas de sol extrañas y el mítico e icónico reloj de gran tamaño colgando de su cuello, ciertamente lo logró. Aunque a menudo se critica a Flav por ser algo así como un payaso de feria, su torpeza es, como decía, el contrapunto perfecto para las rimas de Chuck y agrega otro elemento más que hace que Public Enemy sean completamente originales.

En cuanto a los detalles de Fight the Power: Rap, raza y realidad, las partes más divertidas son las historias personales que se explican: Chuck y Flavor haciendo el tonto cuando eran jóvenes y trabajaban de repartidores, el momento de la gira cuando Flav «desapareció» y Chuck hizo que alguien se disfrazara de él durante un concierto y el asombro de Chuck por el tamaño de la producción de U2 cuando estuvieron de gira juntos en 1992. Por ejemplo, en un show cerca de Chicago, Chuck observó con asombro cómo aterrizaban, uno tras otro, los helicópteros de U2, uno de ellos transportando solo el equipaje de Bono & Co.. Pasó la gira dándose cuenta, una y otra vez, de que aunque podrían estar en el mismo cartel, estaban en mundos totalmente diferentes.

Más allá de las historias personales, el libro trata sobre la visión del mundo de su autor. Chuck D es un hombre de muchas opiniones sobre muchos, muchos temas. Le gustaría ver más representación negra en la política, en la América corporativa. Una mejor representación de la comunidad negra, en general, en los medios. Le gustaría que las emisoras de radio «negras» fueran propiedad de personas negras. Le gustaría que el rap y el hip hop fueran algo más que pandilleros, chicas y cosas materiales. Le gustaría que los ciudadanos negros tuvieran control sobre lo que él llama las «tres E» de sus comunidades: economics, education y enforcement (economía, educación y aplicación de la ley). En resumen, es un hombre con un gran interés en mejorar la comunidad negra y tiene muchas ideas sobre por dónde empezar y cómo hacerlo.

Estar de acuerdo con todo lo que Chuck tiene que decir es difícil, la verdad. Tiene puntos de vista extremos y no es de los que se andan con rodeos. Él ve el racismo como el conflicto principal en situaciones en las que no creo que juegue un papel tan importante. Afirma notar que se escucha menos hip hop en los estadios de la NBA, lo que considera racista (recordar que estamos en el año 1997). Hay menos combates de boxeo entre blancos y negros, lo que él cree que también es algo racista. Y la mayoría de las compañías discográficas están dirigidas por administradores racistas. No seré yo quien diga si tiene o no razón, pero algunas afirmaciones, categóricas casi siempre, me parecen más creíbles que otras.

Dicho esto, respeto bastante… qué coño, mucho a Chuck. En un momento del libro, cuando está en un grupo de elegidos en el que hay una política, Chuck dice que está de acuerdo con ella «en un 70%». Yo, probablemente, estoy de acuerdo con él en un 70%. En general, estoy de acuerdo con lo que representa, con lo que cree y con lo que hace como artista. En un mar de música y basura mediática, es bueno tener a alguien que produzca un trabajo que desafíe las convenciones y que sea estimulante en todos los sentidos. Agradezco a cualquiera que use su influencia para construir comunidades y promover la paz y, de paso, crear una música cojonuda que ya ha marcado a varias generaciones de jóvenes. R-E-S-P-E-C-T.

Acabaré citando un fragmento del prólogo, escrito por el cineasta y activista Spike Lee, que dice:

«Fight the Power es un mensaje del Comisionado. Haz lo correcto y lee este libro… do the right thing.»

Fotografía: Lukas Maeder/13 Photo/Redux

NOTA: Si os interesa el libro, lo podéis comprar u os lo podéis descargar -de forma gratuita o no, eso ya depende de vosotr@s- de la página web de la editorial Tinta Limón Ediciones (aquí). La editorial permite la libre descarga del libro en formato PDF porque considera que el dinero no puede ser un limitante para que las ideas que contiene circulen, y agradecen el aporte que puedas realizar para colaborar con su proyecto editorial auto-gestionado y con todas las personas que hacen posible que puedan seguir existiendo.

Rubén de Haro
Sobre Rubén de Haro 619 Artículos
Tipo peculiar y entrañable criado a medio camino entre Seattle, Sunset Boulevard y las zonas más húmedas de Louisiana. Si coges un mapa, y si cuentas con ciertos conocimientos matemáticos, verás que el resultado es una zona indeterminada entre los estados de Wyoming, South Dakota y Nebraska. Una zona que, por cierto, no he visitado jamás en la vida. No soy nada de fiar y, aunque me gusta “casi todo lo rock/metal”, prefiero las Vans antes que las J'hayber.