Detalles del libro
Título: Los diarios de la heroína: Un año en la vida de una estrella de rock rota (Edición Xº Aniversario)
Autores: Nikki Sixx e Ian Gittins
1ª Edición: 18 de septiembre de 2007
Editorial: Es Pop Ediciones
Páginas: 512
Sexo, Drogas & Rock ‘n’ Roll. Quizá, el motto por excelencia de los 80. Mötley Crüe sabía mucho de las tres cosas, y su bajista y líder, Nikki Sixx, era especialmente aficionado a la segunda de los tres reclamo. Tanto que la primera y la tercera llegaron a importarle una mierda. Llamarle cocainómano o heroinómano, incluso drogadicto, sería quedarse corto, pues cualquier mierda que le hiciese desconectar de la realidad (fuese alguna de las mencionadas o la «legal» alcohol) iba para dentro.
Durante 1987 decidió llevar un diario en el que describía su infierno. Y es que imaginemos: has tenido una infancia terrible que te ha dejado emocionalmente destrozado, tienes un talento creativo fuera de toda duda que hace que ganes miles de millones, la depresión te ahoga y, en definitiva, odias tu vida. Pues si puedes esconder toda esa basura y no tener que enfrentarte, mejor (esto no lo reconocerá ni ningún psicólogo ni yo mismo). Y a eso se dedicó.
Acompañamos a Nikki durante todo ese año. El libro combina lo que escribía el bajista con comentarios propios y de personas de su (por aquél entonces) entorno tras 20 años. Si bien es cierto que hay algún pasaje que te haría reír y pensar «¡qué ida de olla!», la tónica de lo que nos cuenta es tremendamente desolador, triste y duro. No en vano, y según lo que escribe en la intro de esta edición especial X aniversario, uno de los objetivos que tenía al recopilar los escritos y editarlos era ayudar a drogodependientes o a posibles víctimas de cualquier tipo de adicción. Y ya creo que lo consigue (lo digo como un ex fumador compulsivo. Y no, nada de risitas, que el tabaco es una droga en toda regla, por muy legal que sea).
El diario acaba en Navidad de ese año, poco después de que Nikki muriera durante un ratito, y decide que debe dejar la droga a toda costa. Entre medias, un sinfín de páginas desgarradoras. Por suerte, hay una outro, en la que explica su vida post – adicto y que tiene un aire opuesto. Felicidad, serenidad, aceptación y gratitud. Unas páginas que te reconcilian con la vida si el grueso del libro te hizo pelearte.
Dejo aquí algunos comentarios de personalidades y medios. Por mi parte, es lectura obligada.
«Con Los diarios de la heroína, Nikki dio por completo en el clavo, sumergiendo al lector en un viaje hacia la locura mediante su particular estilo de escritura confesional, por momentos casi claustrofóbica. Una magnífica crónica de la pesadilla de la adicción en un contexto de rock ‘n’ roll.» (Slash)
«Bastante más personal que Los trapos sucios, el enfoque empleado por Sixx en sus confesiones de drogadicto triunfa donde otros fracasaron.» (Classic Rock)
«Una moderna ópera rock basada en su temporada en el infierno.» (The New York Post)
«Presenta un nuevo modelo para las autobiografías roqueras.» (The New York Times)
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.
