Detalles del libro
Título: Señores del caos: el sangriento auge del metal satánico
Autores: Michael Moynihan y Didrik Søderlind
Prólogo de Javier Calvo
Pop Ediciones, 2013
Páginas: 480
No me gusta el metal extremo ni, por ende, el black metal. Ni por música ni por ideología. Me repulsa hasta límites que algunos no se pueden imaginar, y es que, un estilo que se define como “la encarnación del mal más puro” no puede ser bueno. Sin embargo, en su día, vi la película Lords of Chaos y me picó el gusanillo por esa historia. Ahí quedó, una idea dormida. Pero recientemente, y aunque parezca coña, he estado escuchando “Norwegian Reggaetpon” de Nanowar of Steel, y aquella inquietud por la historia siniestra despertó. Un amigo lo tenía, se lo pedí y aquí estamos ahora.
Señores del caos no es lo que esperaba, que era algo sí como una novela basada en los hechos que la película explica y que todos conocemos. Eso lo detalla, sí, pero va más allá. Se trata de un ensayo periodístico que ahonda en el nacimiento y auge del black metal noruego, sus fases (de satanismo a paganismo), los chalados de aquél inner circle o black circle en Oslo y los casos que todos conocemos (quema de iglesias, profanación de tumbas, asesinatos…). Tampoco se queda ahí y da unos cuantos pasos más, estudiando el movimiento ultra derechista ligado a esa música y al paganismo per se, detalla otros grupos y locuras de grupúsculos de otros países (de hecho, los Lords of Chaos eran unos chavales hostiables de Estados Unidos) y un sinfín de entrevistas.
Obviamente, al menos para mí, a quien más entrevistan y sobre quien más focos ponen es sobre el PUTO NAZI de Varg y su incontable hilo de nombres, tan largo como su ego, pero, como digo, son incontables las entrevistas a personas que, de alguna forma u otra, están relacionadas con el (los) movimiento(s).
En lo puramente musical apenas indaga, quedándose en lo superficial y morboso (que, por otra parte, entiendo que es lo que vende), y para mi gusto, al menos en la edición e 2003, se adentra demasiado en esos otros temas (skinheads, movimientos de la ultra derecha, paganismo, etc) y no lo suficiente en lo ocurrido en Noruega a mediados de los 90.
Señores del caos es una buena lectura, a veces algo pesada si no eres un gran fan del estilo/historia, muy bien documentado y que, desde luego, la película no refleja, ya que se centra en los hechos en sí. Servirá para seguir diciendo que los blackers son unos chalados.
Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.