No voy a estas alturas a añadir nada que no se haya dicho ya sobre 2020. En mi caso, trato de quedarme con lo positivo siempre, así que solo os diré que de este año que recordaremos todos para siempre, me quedo haber aprendido a vivir de otra forma, a gestionar situaciones a las que no estábamos acostumbrados… y como no, con la música. De nuevo, otro año más, la producción musical ha sido mucha y muy buena. La prueba de ello es que si habéis ido viendo tops de estos por todas partes estos últimos días, habréis visto mucha variedad, discos de todos los estilos y para todos los gustos. Aquí van los míos:
Mejor disco internacional
Con el consumo tan enorme de música que acostumbro a manejar, cada año por estas fechas se da la misma situación: es imposible listar de mejor a peor, y una injusticia dejarse fuera a este o aquel disco que tan buenos ratos me hicieron pasar en su momento. Hemos tenido grandes trabajos en uno de mis estilos favoritos como es el blackened death metal, desde el regreso de Naglfar a Mork Gryning o los enormes Necrophobic que no bajan el nivel, hasta mi favorito que sería Endarkenment de Anaal Nathrakh; pero es que hemos tenido también discazos instrumentales de algunos de los mejores guitarristas del momento como John Petrucci, Kiko Loureiro o Christian Muenzner; trallazos de hard rock de la mano de Lionville, Shining Fury, Dynazty o Jeff Scott Soto; quién a su vez sacaba a inicios de año el MMXX de Sons of Apollo, uno de los mejores lanzamientos del metal progresivo este año, junto a Fates Warning, Neal Morse, Haken o DGM. Y si seguimos en Italia y tiramos hacia el power metal, qué decir de obras como la que nos han dejado Skeletoon oTrick or Treat, auténticas piezas de culto del género. O esa maravilla que sacaron los Falconer antes de anunciar su separación, probablemente su mejor disco, con todos sus ingredientes mezclados a la perfección, power, folk, death melódico y esa teatralidad que le otorga la voz de Mathias Blad. Mención también para Rage, que sacaron un gran trabajo a comienzos de año.
Por si no era suficiente, en los últimos días del año aparecían discos como los de Royal Hunt o Communic que son merecedores sobradamente de meterse en listas de este tipo; ya os avisé, el año venía cargado, y dejo de nombrar muchas obras de estilos como el doom, el thrash, el death o el black a las que no he prestado tanta atención como merecen, pero que nos han dejado mucha y muy buena música, desde Draconian a Oceans of Slumber, Testament, Esoctrilihum, Ulcerate o Black Crown Initiate.
Mis 5 escogidos tienen un poco de todo; Arrayan Path es una banda chipriota de epic heavy metal que me encanta, y con su nuevo trabajo, lejos de defraudar, han puesto otra piedra más en la construcción de una discografía impoluta; este nuevo disco tiende más al power que al doom, pero sigue conteniendo todos sus elementos intactos; y la épica sobre todo. Scardust es mi descubrimiento de este año; Strangers es un disco que pondría en la estantería del prog, pero es mucho más que eso; estos 5 virtuosos israelíes han grabado un disco como pocos me he encontrado; con un hilo conductor común, narra historias personales que van ligadas de forma simétrica, haciendo que el disco sea redondo de verdad, ya que tras la intro que repasa todos los cortes del disco, tenemos 10 temas que se complementan, el 2 con el 11, el 3 con el 10, etc, encontrando riffs que relacionan a unas piezas con otras en una construcción increíble; y con todo, los temas son accesibles mientras recorren tesituras sonoras que van desde el prog al folk, pasando por el heavy, o el metal extremo; todo ello gracias a la versatilidad de una de las mejores cantantes del mundo ahora mismo, Noa Gruman, quién consigue plasmar unos registros de locura a lo largo de la obra; además, cuentan con el Hellschoir, una coral que ya grabara el último disco de Orphaned Land, y que le da el punto épico a los temas.
De Haken os hablé antes, creo que como metal progresivo “puro”, su disco es el vencedor de este año; siguen creciendo y Virus es un trabajo que los consolida como una de las bandas punteras ahora mismo. Mientras tanto, los canadienses Aeternam nos traían en marzo su cuarta entrega con Al Qassam, un disco que me impactó desde el primer momento; combinan un death metal técnico con partes progresivas o sinfónicas que hacen de este uno de los mejores discos del año sin duda; si te gustan los Opeth de Still Life, Blackwater Park o Deliverance, no dejes de escuchar Celestial Plains de este disco. Si prefieres a Fleshgod Apocalypse, vas a flipar con Poena Universi. Cuentan con la colaboración de Kobi Farhi en uno de los temas, Palmyra scryptures, seguramente el más centrado en los sonidos orientales que bañan todo el disco haciendo a esta banda diferente; como si Myrath se hubiesen vuelto extremos y hubieran regresado a lo técnicos que eran en sus primeros discos.
Cierro mi lista de escogidos con otra obra de arte de la mano de Sorcerer, el disco con la dosis perfecta de heavy/doom épico, ni una sola canción de relleno para un álbum digno sucesor de sus dos entregas previas.
Arrayan Path – The Iron Gates to Apeiron
Scardust – Strangers
Haken – Virus
Aeternam – Al Qassam
Sorcerer – Lamenting of the Innocent
Mejor canción internacional
Aquí debería poner 5 temas de esos 5 discos probablemente, pero es que hay dos canciones que han superado todas mis expectativas, y han salido sin disco que las acompañe, así que este es el lugar para ponerlas; por una parte, Antiqva, ese proyecto entre Lindsay Schoolcraft, ex-Cradle of Filth, y Xenoyr, vocalista de Ne Obliviscaris, sacaban a principios de diciembre su primer single, una canción que aumenta las ganas que ya de por sí le teníamos a este proyecto; música clásica y metal extremo con estos genios, ¿qué puede fallar?. Y por otra parte, y sin preaviso en mi caso, me encontré casi al final del año con un nuevo tema de Green Carnation; reconozco que Leaves of Yesteryear me gustó, pero no hasta el punto de entusiasmarme como lo ha hecho esta canción. No sé si es la euforia de llevarla en bucle durante los últimos días, pero ahora mismo diría que es mi canción del año.
Green Carnation – «The world without a view»
Antiqva – «Funeral Crown»
Aeternam – «Celestial Plains»
Falconer – «Rapture»
Anaal Nathrakh – «Singularity»
Mejores conciertos del año
Ya sabemos lo que pasó el 12 de marzo, así que este año mi calendario de conciertos se quedó clavado en el 29 de febrero con un total de 8 conciertos; curiosamente, empecé el año el 18 de enero con Opera Magna en Barcelona y lo acabé el 29 de febrero con Opera Magna en Valencia. Entre esas dos fechas tuve tiempo de ver a Dream Theater en Barcelona y Madrid, a Deldrac junto a Icestorm recién aterrizado de nuevo en Barcelona, y completé ese mes de febrero con Rage,Visions of Atlantis y Riverside. Todos esos conciertos significaron cosas muy buenas, especialmente los 3 que en lo personal fueron más intensos, que fueron
Dream Theater – Sant Jordi Club (BCN) 29/01/20
Opera Magna – Sala Moon (Valencia) 29/02/20
Riverside – Sala Salamandra (L’H-BCN) 27/02/20
3 noches perfectas; la siguiente iba a ser el 14 de marzo con Sons of Apollo, pero ya no pudo ser. Ojalá estemos pronto de vuelta y la rueda siga girando. Giraremos con ella.