Lord of the Lost – Swan Songs III

Nuestra Nota


8.5 / 10

Ficha técnica

Publicado el 7 de agosto de 2020
Discográfica: Napalm Records
 
Componentes:
Chris Harms - Voz, violoncelo, guitarra
π - Guitarra
Class Grenayde - Bajo
Gared Dirge - Piano
Niklas Kahl - Percusiones

Temas

1. A Splittered Mind (4:44)
2. A One Ton Heart (3:50)
3. Dying for the World (4:01)
4. Zunya (3:55)
5. Unfeel (3:29)
6. Deathless (4:43)
7. Agape (3:34)
8. Hurt Again (3:36)
10. We Were Young (4:14)
11. 4:33 (4:33)
12. Dying for the World (Joyless Version) (4:02)
13. We Were Young (4:12)

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El gótico alemán vuelve a resurgir a lo grande con esa dupla formada por Mono Inc. y los propios Lord of the Lost. Ambos llevan una larga década de reverencia a Lacrimosa y Crematory y les están dando el relevo de una forma magistral, dándole al estilo una salida comercial mayor y apostando por el inglés en su totalidad. Han entrado en listas alemanas y centroeuropeas y el señor vocalista y chelista Chris Harms se ha marcado un disco tremendo. Participa a lo largo de todo el disco el Lord of the Lost Ensemble, orquesta de 14 piezas incluyendo vientos, cuerdas, percusiones y demás. Las guitarras eléctricas aquí están proscritas por lo que la base es acústica y orquestal creando un sonido tan personal como diferente. Se agradece la originalidad y el querer ir más allá. Si les escuchas percibirás que son un grupo especial a pesar de que no dejan de ser una banda de metal gótico con los instrumentos habituales. Este viaje orquestal es todo un puntazo.

Las orquestaciones sutiles acompañan a las mil maravillas a un «A Splittered Mind» delicado y melódico, con la profunda voz de su líder. Belleza, carga sentimental y un inmenso single. Se mantienen los tiempos calmos en “A One Ton Heart” con acústicas y piano. Batería marcial y campanas tubulares para vestir con pomposidad una pieza delicada y bella para todos los públicos. Luego tenemos el tema del disco y una de las mejores baladas escritas en estos dos últimos lustros: «Dying for the Moon» con ese dueto con la estadounidense Joy Frost. La voz de la chica es excepcional y casa a la perfección con la de Chris Harms. Se incluye en los extras una versión sin Joy, pero no luce tanto. El videoclip con imágenes lunares redondea una composición exquisita que marcará definitivamente sus directos. El tremendo inicio de disco continua con la preciosa «Zunya» con esas orquestaciones que beben directamente de Lacrimosa.

En «Deathless» hay una experiencia casi narrada en la que la orquesta lo envuelve todo con maestría. En sus otros discos los teclados siempre tiraban hacia lo orquestal, esta vez poseen su propia orquesta. Uno de los grandes atrevimientos ha sido el versionar la célebre «4:33» del artista Fluxus John Cage que escandalizó al mundo con esa composición en la que había cuatro minutos y 33 segundos de silencio, con la orquesta parada. Estos detalles a mi me vuelven loco, es más, conociendo a Chris, es capaz de hacerla en directo. Otra de las joyas del álbum es «We Were Young» junto al Heaven Can Wait Choir. Este es un coro formado por gente de la tercera edad, algo que vuelve a ser sumamente original. Voces envolventes y sentimiento a flor de piel e incluso han grabado un pequeño documental sobre el «cómo se hizo». Sin la brillantez de la anterior y repitiendo fórmula está «Hurt Again» con presencia absoluta de violines abrazando ese ritmo marcado por las percusiones originales y orquestales.

Van seguidas «Unfeel» y «Deathless» siendo perfectos ejemplos de lo que el grupo es capaz de ofrecer, siendo muy definitorias del momento actual del combo. Incluso en esta última hay momentos exigentes en lo vocal para su líder a la vez que exprimen los recursos de una orquesta que te abraza con fuerza y que repunta las canciones con delicadeza. En «Agape» hay la profunda voz de Chris dándole la réplica a un bonito piano en una composición que sí se acerca a los terrenos de los divos Lacrimosa. Aquí los solos van de violines y chelos, momentos muy reposados, aunque también sumo gusto a la hora de hacer arreglos buscando grandilocuencia y mucho sentimiento. La tercera parte de Swan Songs definitivamente marcará la trayectoria de The Lord of the Lost.

El hecho de grabar con coro y orquesta ha hecho que el combo alemán se decidiera para re-grabar varios clásicos y los haya presentado en el actual formato de este disco, sonando muy especiales y diferentes a lo habitual. «Loreley», sin ir más lejos pierde la fuerza pero gana otros elementos sinfónicos. Recordemos que este grupo toca habitualmente con guitarras eléctricas, bajo y batería. Destaca que se hayan atrevido a tocar esa composición de casi 20 minutos como es «Letters to Home». Pero hay más, van con todo e incluso puedes hacerte con un cofre con versiones instrumentales, demos y un directo de 2019. Un auténtico festín que encanta a sus seguidores: siete CD’s, ni más ni menos.

Desde hace ya unos años que Lord of the Lost posee una propuesta tan atractiva como atrayente. Si te va la onda gótica no lo dudes ni un instante, son imprescindibles a todas luces. Lord of the Lost es una experiencia, una banda sonora gótica, narrada, con un feeling impresionante y armados con unos temas tan bellos como accesibles. Pueden parecerte comerciales y lejos están de Lacrimosa o Crematory, incluso de To/Die/For o Him, pero es gótico diferente, orquestal y capaz de elevarte y transportarte a su mundo. No sabría todavía si quedarme con ellos o con Mono Inc. pues la propuesta es similar… Que la onda gótica germana sea capaz de volver a llevar a la primera línea a dos bandas actuales es todo un logro, por lo que disfruta y paladea sus muchos momentos de belleza. Tardarán de calar en estas tierras, pero Lord of the Lost posee lo que hay que tener para llegar alto. Su próximo disco puede ser número 1 en Alemania sin problemas. Tiempo al tiempo…

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.