Lords of Black – Icons of the New Days

Recuerdo que, cuando vi el cartel del concierto de Gotthard, hace ya unos años, vi que unos tales Lords of Black abrían el show. Oye, ni puñetera idea de quien eran aquellos, pero los fui a ver igual. Empezaron… ¿WTF era aquello? Al principio, lo reconozco, me causaron una cierta extrañeza, sin hablar en plata, aunque sí es cierto que a medida que su show avanzaba, les iba viendo cosas. Acabaron, me olvidé y disfruté de los suizos.

Un tiempo más tarde me decidí a ir a ver a Unisonic, y mira qué cosas, de nuevo teníamos a los Lords of Black abriendo el show (bueno, abriendo no, que antes tocaron unos chavalines con más ganas e ilusión que talento, aunque no lo hacían mal), y la sensación fue la misma que la primera vez que las vi, aunque aquellas cosas que les iba viendo iban aumentando significativamente, al menos lo suficiente como para prestarles atención y escucharme detenidamente su disco debut, Lords Of Black (2014), y la verdad es que, como quien no quiere la cosa, me fueron gustando más. A ver, no va a ser el grupo de mi vida, pero oye, lo que hacen, además de diferente, o poco habitual, lo hacen bien. El tema homónimo a la banda es, sencillamente, brutal.

Y lo que son las cosas, de repente ves como aquél cantante bajito, Ronnie Romero, es el escogido por Ritchie Blackmore para celebrar la gira de Rainbow. Ahí es nada. Pero es que, además, también fue el escogido por Walter Giardino para la última gira de Walter Giardino’s Temple y Rata Blanca. Poca broma, ¿eh? Y es que es cierto que, cuando la voz de Romero te atrapa (y a veces puede costar un poco), te atrapa pero bien.

Después de dos álbumes aclamados por la crítica, el debut homónimo y el segundo álbum, II (2016), llega el momento de que Lords of Black deje claro no sólo su potencial, sino i son o no una realidad del panorama metalero nacional. Las expectativas son altas, sólo hace falta recorrer foros y redes sociales.

Icons of the New Days (2018) es prueba más que suficiente de que sí, ¡la banda se lo ha currado con creces y no van de farol! Lords of Black ha creado una colección de canciones tremenda que se inspiran en el heavy metal tradicional con ciertos elementos de metal progresivo, todo ello mezclado con una producción robusta que muestra todos los talentos de los miembros. El guitarrista Tony Hernando, el baterista Andy C., el nuevo bajista Dani Criado y el vocalista Ronnie Romero son de hecho una fuerza en ascenso a tener en cuenta en la escena moderna del metal. La combinación entre la melodía y la agresividad está más que lograda, tanto como por la composición como por la producción del disco.

Desde el primer momento, en “World Gone Mad”, se ve esa mezcla melódico-agresiva, y de qué manera. Poco a poco va cogiendo más fuerza y pone el listón muy alto. Seguidamente aparece “Icons of the new Day”, un tema más pesado pero con un gran trabajo vocal de Romero. “Not in a Place Like This” es como más profunda, con más melodías más envolventes. Empezamos muy bien.

“When a Hero Takes a Fall” parece power, al menos en su inicio. Rápida, incluso alegre, a mi es de las que más me ha gustado. “Forevermore” le sigue con mil melodías y mucha tensión. “The Way I’ll Remember” es otra cosa. La intro de piano da paso a lo que podríamos denominar como clasicazo de toda la vida, lo que antes se conocía como Heavy Metal y punto. Grandísimo final a guitarra española.

Los sintetizadores no faltan en “Fallin‘”, que vuelve a mezclar lo más clásico con un sonido más moderno de manera perfecta. El séptimo corte, “King’s Reborn” es complejo. Su duración, de casi 8 minutos, hace que tenga que ser muy buena para que te enganche. Y se queda en buena, cosa que ya me gustaría lograr a mí. Y si este era extraño, “Long Way to Go” no lo es. Es heavy metal. Es guitarras llenas rabia, es un Ronnie que no deja de meter sobre sílabas perfectamente encajadas entre riff y riff, para acabar en estribillo pegón.

Con “The Edge of Darkness” parece que empecemos a ver una película, aunque la sensación dura solamente unos momentos, ya que la melodía inicial desemboca en esos riff cortantes que a Andi y a Tony tan bien ejecutan y que se han convertido en sello de identidad de la banda madrileña. “Wait No Prayers for the Dying” es otro de los puntos álgidos del trabajo, con unos riffs de guitarra y batería alucinantes. Cerrando el disco tenemos “All I Have Left”, de casi 12 minutos tremendamente ejecutado y compuesto. Con ciertos toques muy hard rockeros y un inicio a lo Dokken, va ganando fuerza y melodía a medida que avanzan los minutos. Arriesgado hacer temas así, tan largos y (casi) complejos, pero les ha salido bien.

Este Icons of the New Days no es solo el major trabajo, de largo, de Lords of Black, sino que está llamado a ocupar plazas de honor en los rankings de heavy nacional, siendo capaz de hablarle de tú a tú a cualquier banda super internacional. ¡Bravo, chavales!

Xavi Prat

Llevo en esto del heavy más de media vida. Helloween y Rhapsody dieron paso a Whitesnake y Eclipse, pero Kiske sigue siendo Dios.
Como no sólo de música vive el hombre, la literatura, Juego de Tronos y los tatuajes cierran el círculo.
Algunas personas dicen que soy el puto amo, pero habrá que preguntarles por qué.