Los 5 “mejores momentos” de animales en escena según… Jordi Tàrrega

El mundo demuestra su humanidad cada vez que hace algo por los animales. Desgraciadamente ya hemos extinguido a centenares de especies animales durante siglos, aunque poco a poco, algo asoma, y las conciencias van avanzando y entendiendo que los animales son con quienes compartimos mundo y planeta. Han estado más siglos dominando la faz que la Tierra que nosotros y son de imperiosa necesidad para el equilibrio del planeta. El ser humano no es imprescindible para nada y posiblemente la Tierra agradecería una extinción de esta plaga que la asola.

Desde el inicio de los tiempos las garras y dientes de los animales hicieron retroceder a los humanos hasta que el cerebro creció y pudimos armarnos de utensilios para someterlos a todos. Todavía necesitamos que nos crezca un poco más el cerebro para darnos cuenta de que los animales merecen todo nuestro respeto y protección. Ramadería, circos y demás abusos han hecho que los animales incluso hayan llegado a  compartido escenario junto a bandas de heavy metal. Aquí os presentamos un top sobre ello.

Ozzy Osbourne – Murciélago mordido

Si hay alguna historia definitiva sobre Ozzy y sobre el heavy metal esta es la más mítica de todas ellas. Ozzy mordió un murciélago sobre un escenario y le arrancó la cabeza de cuajo. El ex de Black Sabbath solía comportarse como un gamberro siempre que el alcohol corría por su sangre. De hecho, ya llamaba la atención con sus locuras estando sobrio, pero en esos tiempos su estado etílico era bastante más habitual que el sobrio. Parece ser que un fan lanzó el cadáver de la mascota de su hermano, pero vamos, hay muchísimas probabilidades que un murciélago volador terminara cayendo muerto a los pies del Madman. El volumen atronador de un concierto y la nocturnidad del evento pueden trastocar el impresionante radar natural del animal.

El caso es que el tacto de un murciélago es sedoso a más no poder por lo que Ozzy supuso que el bicho era de pega. Se lo puso en la boca, mordió la cabeza y los fluidos internos del mamífero nocturno chorrearon por la boca de Ozz. Las incontables enfermedades que pueden derivar de un cadáver hicieron que terminara en urgencias y que le administraran todo tipo de inyecciones para paliar cualquier posible enfermedad derivada del acto. Desde ese momento nació la leyenda y el murciélago es tanto o más propiedad de Ozzy que de Batman. Esperemos que el animal no sufriera nada en la mordedura y considero que  Ozzy aprendió que con los animales no se juega.


Alestorm – Patito gigante

Los piratas escoceses son una banda emergente que rompe todas las reglas estéticas. Ni cuero, ni tachas, ni cinturones de balas van con ellos. Les verás en chanclas, bermudas, gorras de colores en vez de garfios y parches en el ojo. Pero también les gusta provocar y aparecer en escena con elementos absurdos y fuera de lugar. En su última gira contaban con un patito de goma de dimensiones enormes, un hinchable. No tiene más la cosa que decoración surrealista, pero en los bises hacen subir a una fan del público y le piden que sacrifique el patito sonriente y amarillo a cuchillazos. Un momento rompedor, original y en el que nadie sufre. El asesinato es vistoso y es lo más aplaudido de todo el concierto. Un sacrificio ritual de un símbolo occidental. Quizá el fin de la infancia, pero dudo que intenten ir más allá de lo filosófico. Simplemente bravo por la originalidad.


Decibelios – ¿Pollitos pisados?

Hay muchas leyendas urbanas sobre la banda del Prat de Llobregat Decibelios. Desde hace unos años han vuelto con fuerzas renovadas, pero siempre van a ser recordados por sus inicios y por aquellos peligrosos directos en los que podía suceder cualquier cosa. Cuando tu parroquia la forman una total disparidad de las mal-llamadas tribus urbanas cualquier cosa puede acaecer. Hay gente que me asegura que es totalmente cierto que en un concierto pisaron pollitos, pero lo dudo, francamente. De hecho, en 2011 pude entrevistarles y esta es su opinión al respecto:

Rotundamente falso, sí es cierto que algún que otro animal compartió escenario con nosotros, pero ninguno perdió la vida. Y no tengo conocimiento de ningún grupo que lo hiciera. Como tú has dicho muy bien, es una leyenda urbana de las muchas que rondan sobre Decibelios.

Esta clase de leyendas que perduran en el tiempo suelen sobrevivir a las propias bandas y terminan por atribuírseles a otros grupos jóvenes. De todas formas, necesitaré volver a entrevistar a los chicos de Decibelios para que nos aclaren qué otros animales compartieron escenario con ellos.


Watain – Palomas muertas

Los animales muertos han sido un tópico en la escena black metal y las bandas más actuales puede que se hayan ido alejando un poco de toda esa parafernalia, pero en los inicios de todo grupo del estilo la fascinación por la muerte, la sangre y la provocación estaban a la orden del día. A Watain nadie les ha regalado nada y merecen disfrutar del estatus de super banda de black metal como en su día fueron Dimmu Borgir o Cradle of Filth. Pero a diferencia de estas dos bandas lo de Watain no es pose, y la sangre, las cabezas de animales empalados o el rociar con fluidos rojos (reales) al personal, es algo que suelen hacer.

En una de sus primeras visitas a Barcelona (año 2003) el grupo se dedicó a cazar palomas en Plaza Catalunya. Alcohol y black metal trve puede hacer que la noche se te vaya de las manos y termines cazando plumíferos, descabezarlos y desangrarlos en la bañera. Aprovecharon los cadáveres de las palomas para sacarlas a escena en el posterior show (en el mítico pub Wawanco). Estas anécdotas asquerosas afortunadamente ya son cosa del pasado y dudo que se vuelvan a repetir, pero recordemos que hubo momentos en los que en el black metal, si no quemabas iglesias, apuñalabas a alguien o te cortabas en escena, no eras nadie. Afortunadamente lo musical se abrió protagonismo, pero ellos quisieron siempre demostrar que no descendían precisamente de Dimmu Borgir o Cradle of Filth. Cuando ser auténtico tenía un precio…


Alice Cooper – Pollos y serpientes

Alice Cooper tiene un par de conexiones de lo más animales, pero siempre la leyenda urbana y la exageración se mezclan con la realidad. Por un lado, aparecía regularmente con una boa en escena para cantar un tema. Era algo espectacular y a la altura de la guillotina, pero con el tiempo ha quedado este truco en desuso, posiblemente porque no hay que cabrear a los animalistas ni caer en debates accesorios e innecesarios. Mejor dejar a la boa feliz. La última vez que la vi fue en 1997 en su colosal directo en el Doctor Music Festival.

Por otro lado, existe una grabación en audio del concierto mítico (Nobody Likes Me) de la Alice Cooper Band en Toronto en el que supuestamente Cooper pisó unos pollos sobre escena. Hay otra teoría en la que The Coop cuenta que lanzó una gallina al público, pero nunca sabremos exactamente lo que ocurrió, posiblemente ni él lo recuerda. Según respondió a la revista Mojo fue que él, siendo de Detroit, había pisado pocas veces el campo, y que suponía que la gallina volaría y se pondría a salvo. Obviamente el ave cayó entre el gentío y desapareció entre una nube de plumas. Un escenario de concierto no es sitio para animales…

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.