Los 5 mejores temas de Roxette según… Science of Noise

Ha muerto Marie Fredriksson, cantante de Roxette, una banda que muchos rockeros odiamos en sus días de gloria allá por las décadas de los 80 y los 90. Pero la música de este dúo sueco, para bien o para mal, formó parte de la banda sonora de nuestra vida. A pesar de que el estilo se aleje muchos pueblos de lo que nos gusta y de lo que puebla estas páginas, algunos que formamos Science of Noise, hemos decidido hacer un merecido homenaje a una de las grandes voces de los 90 y a un grupo que era una factoría de singles imbatibles. Per Gessle era el compositor y cabeza pensante del dueto, él ponía coros y tocaba la guitarra mientras que Marie ponía esa rotunda voz y los teclados a una música dulce, almibarada y popera. Pero tenía calidad, siempre fue un pop felizón capaz de alegrarte la mañana antes de ir a trabajar o a estudiar.

Marie estaba gravemente enferma desde hacía muchos años. Fue un milagro que incluso pudiese girar y tocar con su compañero Gessle, que, aunque muchos no lo sepan, siempre ha sido un rockero de pro. Llegó a participar en un disco homenaje a los Ramones y os aseguro que Marky Ramone estaba encantado de que Per cantase y tocase en ese disco. Marie tenía ya 61 años (qué rápido pasa el tiempo) y su look (nunca mejor dicho) de pelo corto siempre ha sido uno de los símbolos de Roxette. Hace cuatro años tocaron en el Palau Sant Jordi con Marie sentada elegantemente y descalza. Gracias Marie por ser banda sonora de nuestra vida, por habernos permitido con tu música y tu voz el poder bailar por vez primera una balada con una chica o chico que nos gustaba, o por ese primer playback ante público siendo niños con el “The Look”. Re-escuchar esta música después de tanto tiempo te hace revivir sensaciones ya pasadas y momentos muy, muy felices. “Ten un delicioso y merecido Joyride, nosotros te mandamos un Big L.”

 

«Listen to Your Heart» por Jordi Tàrrega

Álbum: Look Sharp (1988)
Autores: Per Gessle y M. P. Persson

Roxette habían debutado en 1986 pero sería en 1988 cuando arrasarían con Look Sharp. Allí había grandes singles potenciales, pero querían demostrar que en el terreno baladístico podían arrasar sin problemas contando con la voz de una Marie Fredriksson que había nacido para ello. El tema lo firma Per y un guitarrista del grupo M.P. Persson (clave en el inicio y éxito del grupo) y el tema nació un poco como una broma. Quisieron evocar los baladones americanos tan en boga en esos tiempos y llevarlo a lo caricaturesco. Tirar de power ballad con una temática de corazones rotos basándose en un amigo común que rompió con una chica y que empezaba una relación con otra. En esos casos lo mejor es escuchar lo que te diga el corazón… he aquí el título.

Batería sobreproducida, piano de inicio y muchas capas de sonido exagerando lo pomposo. Hay coros a modo de arreglos al estilo Meat Loaf y un solo con eléctrica por parte de Gessle. Incluso hay voces imitando la gente en un estadio para darle al tema una dosis mayor de épica ¡Pero lo mejor de todo es que funcionó! El mismo amigo que protagoniza la letra recibió una llamada en medio de la noche por parte de Per ,borrachoy le dijo: “colega, eres número 1 en Estados Unidos”. El tema es rotundo, tienen baladas maravillosas, pero aquí es cuando descubren el enorme potencial de ese dueto. En cada disco las baladas son ya territorio para Marie, Per se limita a componer, tocar y cantar los temas más moviditos.


«The Big L.» por Jordi Tàrrega

Álbum: Joyride (1991)
Autor: Per Gessle

He aquí el mejor ejemplo de cómo hay que componer un hit rompelistas. Eran otros tiempos y el dúo GessleMarie ya había asombrado al mundo con el disco Look Sharp. Su siguiente paso difícilmente podía estar a la altura si no era perfecto, y lo fue: Joyride. Imaginad lo bueno que era el disco si estamos hablando del tercer single. Es decir, había dos canciones potencialmente más redondas que “The Big Love”. Obviamente este tema lo petó en 1991, incluso en España. Eran imbatibles en esos tiempos y 75 millones de discos vendidos reafirmarían esta opinión. Su discográfica les presionó muchísimo pues encadenaron Look Sharp y el “It Must Have the Been Love” en la banda sonora de Pretty Woman, capaz de competir con el “Pretty Woman” de Roy Orbison (llamado The Big O. Por cierto…).

Roxette aquí tienden un puente entre los 80 y los 90. Guitarras sintetizadas, combinación exquisita de las características voces de Marie y Per y arreglos con teclados modernos de efectos. Es pop de orfebrería, evocador, con una fuerza enorme y que transmite una positividad pocas veces conseguida. Hay detallitos como una harmónica y momentos en los que el dúo empasta las voces, la forma de pronunciar algunas palabras quedando todo reflejado en un bonito y coral videoclip en el que ves a Per y Marie en la cima del mundo, felices y haciendo lo que mejor saben hacer. La L de “The Big L.” es obviamente de LOVE.


«Cinnamon Street» por Albert Vila

Álbum: Tourism (1992)
Autor: Per Gessle

Si eres de los que han ido siguiendo más o menos la carrera de Roxette en estos últimos lustros, el fallecimiento de la rubia vocalista Marie Fredriksson no os habrá llegado del todo por sorpresa. A principios de los dosmiles Marie ya tuvo un tumor cerebral con el que ha ido batallando durante todos estos años, y ahora, a los 61, su cuerpo no ha sido capaz de hacerlo más y ha tenido que decir basta. La cantante sueca ya llevaba algún tiempo separada de la actividad en directo de la banda, y la verdad es que este final se veía a venir más temprano que tarde. Por supuesto, esto no lo exime de ser una pérdida muy sentida, triste y, evidentemente, irreparable.

Aunque podríais decir que la música de Roxette está muy lejos de mis gustos habituales, la verdad es que mi relación con la banda sueca es (o mejor digamos que fue) bastante intensa. Tanto, que suyo fue el primer CD que me compré allá por el lejano 1992, un Tourism que me escuché como un millón de veces y que hizo que los suecos fueran, por decirlo así. mi primera banda favorita. La impresionante capacidad melódica que creaba la combinación de las voces de Per Gessle y de Marie siempre me pareció maravillosa, y si bien ya hace muchísimos años (hasta hoy, de hecho) que no me escucho ese disco del tirón, cada una de sus pistas me resulta tremendamente familiar.

De hecho, la primera reflexión que me inspira volver la vista atrás hacia un disco así es la constatación de que las guitarras aún estaban muy presentes en el mainstream. El concepto pop rock cobra todo su sentido con bandas así (y muchas de las que lo petaron durante los ochenta y los noventa): una base innegociable de guitarras, batería y bajo acompañada por una miríada de voces pegadizas y accesibles. Claro que eso es pop a punta pala, pero hoy en día cualquier aficionado al rock puede sentirse identificado con esa fórmula, tan lejana de lo que podemos escuchar en las listas de éxitos de hoy en día.

Tourism, a todo eso, es un disco un poco raro: el cuarto trabajo de los suecos tiene parte de recopilatorio, parte de directo, parte de rarezas y parte de material nuevo. Sinceramente, podría haber escogido casi cualquier tema, desde los archiconocidos «It Must Have Been Love», «The Look» o «Joyride», presentes ya en trabajos anteriores, o incluso la infumable «How Do You Do», el gran single del disco (que odio). Pero como para mí este disco es un más una unidad que una colección de canciones, he decidido quedarme con algo del fondo de armario que seguro que no conoce casi nadie y que a mí siempre me gustó como es «Cinnamon Street»; un pop rock fácil, dinámico y dulce con una melodía excelente. Eso sí, al ser un tema predominantemente cantado por Per quizás se escapa un pelín de este homenaje. Si así fuera, siempre podríamos escoger, por ejemplo, la preciosa balada «Silver Blue». ¡Si es que será por temazos!


«The Look» por Albert Vila

Álbum: Look Sharp! (1988)
Autor: Per Gessle

Mirad que con la elección de un tema tirando a desconocido como «Cinnamon Street» sentía que mi aportación a este homenaje al dúo formado por Per Gessle y la malograda Marie Fredriksson estaba completa y cerrada (y, como bonus, yo quedaba como un true fan de la banda aún sin serlo realmente), pero como lo cierto es que tampoco somos tantos aficionados a Roxette en la normalmente sabia redacción de Science of Noise, me he visto empujado a escoger un segundo tema de los suecos para completar este artículo. Y después de ver las elecciones de los demás y certificar que la genial «The Look» (oh come on, el mayor y mejor hitazo que ha parido esta gente en toda su carrera) se estaba quedando sorprendentemente fuera, me he quedado sin más remedio que incluirla en este top.

Y es que no me digáis que esa caja ochentera llena de reverb, esas guitarras metálicas (no me refiero al estilo musical, sino al sonido de la vibración) y, sobretodo, ese «Na na na… and I go: she’s got the look» no os hace mover el esqueleto inmediatamente y os arranca a cantar como auténticos posesos. Es posible que los suecos no llegarán a ser tan grandiosos como otras bandas de pop rock cool de mediados de los 80, pero lo que veo claro es que la razón nunca fue que les faltaran hits ni talento para ello. Por cierto, el videoclip de esta canción (que, os parecerá curioso, acabo de ver ahora mismo por primera vez) es tan deliciosamente cutre, amateur, ochentero y lleno de pose que no puede sino añadir encanto a una canción que ha trascendido los años, las épocas y los estilos hasta convertirse en una melodía inmortal y el primer gran single de la historia de los suecos.


«Sleeping in my Car» por Beto Lagarda

Álbum: Crash! Boom! Bang! (1994)
Autores: Per Gessle y M. P. Persson

Recuerdo tener un CD cutre grabado con las prisas ante un inminente roadtrip por Suiza con un buen amigo de la infancia. Eso pasó en diciembre de 2008. Bueno, en realidad tenía tres discos, pero los gustos musicales de mi colega eran bastante diferentes a los míos y durante todo el viaje solamente escuchamos uno de los tres. Y ese disco, evidentemente, era un grandes éxitos de Roxette.

Yo los conocía más bien poco más allá de los cuatro míticos hits. Pero ese viaje provocó que, para hacer frente a la monotonía sonora de tantas horas en coche, acabara disfrutando de todos y cada uno de los 18 temas que tenía ese CD.

Y quizás al corte que le pillé más cariño fue “Sleeping in my Car”. No sé el porqué, cuando lo analizo me resulta un tema normalillo, sin florituras, pero tiene un gancho de derechas envidiable. Cada vez que lo he escuchado estos últimos 11 años acabo teniéndolo en la cabeza durante varios días. Y por otro lado, el tema me transporta directamente a las montañas alpinas y los quesos de Gruyère.

“Sleeping in my Car”, para mí, es el hitazo de Roxette. Un tema que no llega a los cuatro minutos, con un estribillo que se pega como el Loctite a tus dedos. Con un ritmo vertiginoso, con unos coros brillantes y una voz espectacular.

Gracias, Roxette, por esos momentos y por entrar en mi vida sin avisar.

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