Los 5 momentazos del concierto de Slayer en Barcelona por… Science of Noise

El concierto de Slayer, Lamb of God, Anthrax y Obituary era sin duda el evento metálico de esta temporada otoñal. Por ello, hasta cinco miembros de la redacción de la revista nos desplazamos hasta el Sant Jordi Club para dejarnos las cuerdas vocales y las cervicales en mayor o menor medida. A la espera de que publiquemos la crónica definitiva en los próximos días, os avanzamos el momento que cada uno de nosotros vivió con más pasión.

«Cowboys from Hell» y «Caught in a Mosh» para levantar a un abarrotado Sant Jordi Club por Pau Rosell

Reconozco que aunque tenia muchas ganas y curiosidad por ver a Lamb of God en directo (¡vaya bolo!), uno de los bolos al que más ganas le tenia (obviando Slayer por supuesto) era el de Anthrax, para mí una banda algo infravalorada por muchos, cuando ha sido pionera del thrash metal, género que tanto nos gusta. Pues bien, el domingo en el Sant Jordi Club no hicieron más que demostrar que el que dudaba de ellos, esta más que equivocado.

Casi sin descanso tras el breve pero intenso bolo de Obituary, salen como apisonadoras al escenario Scott, Frank y compañía con la ya esperada intro de “Cowboys from Hell” a toda hostia, y acto seguido aparece Belladonna, enérgico como siempre a pesar de sus casi 60 años, para arrancar con “Caught in a Mosh”. Un verdadero trallazo de thrash metal, con un estribillo perfecto para meter a todo el mundo (si no lo estaba ya) de lleno en el concierto, desgañitándose cantando los coros junto a Scott y el resto de la banda. Las ganas que tenía de ver a Anthrax y su arrolladora salida al escenario, hicieron que para mí fuera el momento del que, sin duda, fue el evento metalero del año.


El concierto del año, sin ninguna duda. Ya lo decía hace meses, pero después de lo de ayer me reafirmo por Dídac Olivé

¡Cuatro bandazas top y el grandísimo Sant Jordi Club lleno a rebentar, excelente festival de metal extremo! Lástima de Obituary, impresionantes como siempre, pero con un setlist corto, aunque intenso, eso sí. Anthrax, espectaculares. Mi primera vez… y joder cómo suenan. Lamb of God, sin Chris Adler y con la voz de Randy Blythe de menos a más, pero demostrando porque llaman a la puerta de Slayer para coger el tedtiht… ¿y Slayer? ¡Apoteósicos! Sí, vale. Quizá Tom al final justeaba un poco, pero que jodidamente buenos son. ¡Pero basta ya! Tengo que decir cuál fue mi mejor momento de la noche, y no un resumen del concierto, que para eso nuestro amado líder, Lord Noise, que hará la crónica.

¿Momentos? Momentos hubo muchos. Desde ver las caras de ansias de 16 tíos antes de subir al metalheadbus que el menda había organizado desde mi ciudad, Igualada. Pasando por la llegada y la hora de espera en la cola, lloviendo y apiñándonos para resguardarnos del frío. Pero valió la pena, ya que Obituary nos los hubieramos perdido. Los selfies, los momentos engorilados, un colega o dos de los nuestros saliendo disparados por los aires varias veces al chocar con otro de los nuestros, que era mucho más grandullote y él mismo levantándolos del suelo cual perretes. La visita para reunirnos con mis hermanos de la revista, momento emotivo. Incluso las cinco o seis personas que me dieron palmadas en el pecho ya que llevaba una camiseta que rezaba Pantera, o bien señalándola y diciedicié que eso sí era una camiseta, demostrando que es una puta banda de culto. Y gracias a Pantera llegaremos al, para mí, el momento estelar de la noche. Digo gracias a ellos porque Lamb of God no existiría como tal sin Pantera. Bolaco impresionante de Lamb of God y con el tema final, «Redneck», llegó mi éxtasis de la noche. Pogo particular con todos mis amigos y otra gente que había alrededor. Sencillamente espectacular, sin palabras. Fantástica manera de acabar el concierto de mi actual grupo predilecto. Podría estar líneas y líneas hablando de muchísimas cosas, pero como he dicho antes, Albert hará los honores.

El bis de Lamb of God por Beto Lagarda

Lamb of God volvían a Barcelona tras seis años y medio, demasiado tiempo sin disfrutar de los de Virginia y su contundente directo. Sin Chris Adler destrozando su batería (aún recuperándose de la lesión de hombro que le tiene alejado de los escenarios desde julio), pero reemplazado con elegancia por Art Cruz (Prong), Randy Blythe ha liderado la banda en todo momento, pero el momento clave ha sido el bis con “Laid to Rest”, seguida de “Redneck”, con media sala hecha un pogo. Violencia y contundencia a partes iguales, destrucción masiva salía de la garganta de Randy y de las notas de los tres titanes del groove Mark Morton, Willie Adler y John Campbell. Dos temas puntales de los de Virginia e imprescindibles en su repertorio. El público lo dio absolutamente todo durante este combo de hits y Lamb of God se despedían a lo grande. Un show perfecto con un remate final de otro mundo. Lamb of God en plena forma residen en otra liga.


El inicio de Slayer con «Delusions of Savior» y «Repentless» por Joan Calderon

Y va el jefe y me pide que cuál es el momento a destacar de la velada del domingo…. ¡Esto es motivo de cese! Intolerable… Mientras escribo estas lineas en el taxi suena Maná, nada más lejos de lo vivido en el Sant Jordi Club… Unos Obituary con oficio, unos Anthrax brutales, Lamb of God desplegando su American metal… Y Slayer.. Mother of God… Lo de Slayer no tiene parangón. Es igual que lleven más de 30 años en el candelero, son un valor seguro. Brutales. Han coronado el hito metálico del año en Barcelona. Ni Metallica (muy a mi pesar), ni Rock FestSLAYER.

El momento de la noche, según mi punto de vista, ha sido… pues el inicio con «Delusions of Saviour» como pieza introductoria, mientras en ese telón semitransparente se iban proyectando cruces que se invertían, logos de Slayer, llamas que nos hacían presagiar lo que íbamos a presenciar esa noche… hasta desatar la locura con «Repentless», que a pesar de ser de su último álbum y no ser ni un clásico, es la reputisima hostia de tema. Y así hasta el final. La locura, el Infierno en la Tierra, el armaggedon a base de riffs, se han dado cita en el Sant Jordi Club. A pesar del sold out, hemos sido pocos. Porque Slayer son lo más grande de esta tierra ignota y blasfema.

Después de 10 años de cortarme el pelo, esta noche he echado de menos mi cabellera. Madre mía qué concierto. Madre mía.

Larga vida a Slayer. Larga vida a Obituary, Anthrax y Lamb of God. Larga vida al metal.


Las fotos de Anthrax y «Dittohead» por Albert Vila

A nivel personal, es muy posible que el momento que viví más intensamente del concierto que dieron ayer Slayer y compañía en Barcelona fuera durante las tres primeras canciones de Anthrax, que corresponden al tiempo del que dispuse para hacerles fotos desde el foso. Vivir un concierto (o parte de él) desde ahí delante es siempre una experiencia muy diferente a hacerlo desde cualquier otro sitio, pero tampoco hay muchas bandas con las que sientas que algo de verdad está pasando a un palmo de tus narices y que tú estás casi formando parte de ello. Los neoyorquinos demostraron ser, sin duda, una de ellas (la que más de las cuatro de hoy), y de hecho es probable que ésta haya sido la banda (Hell aparte) de la que más he disfrutado en un foso, con Joey, Scott Ian y Frank Bello regalándonos poses, actitud y diversión a raudales.

Aún así (y mirad qué hábilmente cuelo dos momentos y me quedo tan ancho), el momento más especial a nivel musical fue cuando Slayer interpretaron «Dittohead», uno de los temas estrella de su injustamente olvidado Divine Intervention (1994). Este disco, a parte de ser buenísimo, siempre tendrá un sitio en mi corazón, ya que salió a la par que yo conociera a la banda, y el poder escuchar de nuevo este tema brutal en directo, que concentra todo lo que es capaz de hacer esta banda, desde ritmos frenéticos a riffs machacones, afilados y pegadizos. Me descantillé muy mucho durante todo el concierto (hay gifs animados por ahí para probarlo) pero «Dittohead», sin duda, fue uno de los momentos que más.

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