Cordovas y su rock sureño hacen acopio de elogios a su paso por la Sala Rocksound

“Lo más cercano a la perfección”, “Música celestial” o “Su actuación no debería acabar nunca” son algunas de las aseveraciones que se pudieron oír al finalizar el enorme concierto de Cordovas del sábado día 6 de abril en la sala Rocksound de la Ciudad Condal.

Desde mi punto de vista, aunque esos juicios no van del todo desencaminados, no acaban de ser totalmente acertados.

Teniendo en cuenta que era día de doblete y que veníamos de ver los impactantes y explosivos shows de The Liza Colby Sound y The Damn Truth en la cercana Razzmatazz 3, mi criterio puede que se vea un tanto influenciado después de disfrutar de tan bárbaras actuaciones pero sinceramente creo que el show ofrecido por los de Nashville, aunque fue para enmarcar y sobresaliente, no merece elogios tan superlativos y radicales.

La perfección se la dejo a esas bandas progresivas que sin duda son todo un alarde de técnica y virtuosismo y en cuanto a la música celestial……….pues prefiero pensar que está más relacionada con esas magníficas corales que suelen enriquecer los ritos eclesiásticos que a tipos de música mucho más mundanos y mucho más de mi predilección.

Con un retraso considerable pero ya previsto, se intentó conciliar el horario de inicio con la finalización del crucial partido que jugaba el F.C. Barcelona y del concierto que se celebraba en la sala Razz 3, salió a escena el sensacional sexteto estadounidense.

Desde el primer instante pudo intuirse que nos encontrábamos ante una noche con visos de convertirse en mágica pero creo que nadie en su sano juicio hubiera sido capaz de imaginarse hasta qué punto iba a ser el disfrute.

Un sonido limpio y cristalino, unas armonías vocales que te traen a la memoria los mejores momentos de grandes bandas como The Band, Little Feat o Eagles y una instrumentación a medio camino entre la magia guitarrera de unos The Allman Brothers y la abducción psicodélica y los efluvios del mejor Folk Rock de Grateful Dead serían las principales características con las que, desde mi punto de vista, podríamos definir algunas de las virtudes que en gran manera caracterizan la música de esta impresionante banda.

Un setlist basado, por supuesto, en las mejores canciones de sus dos grandiosos discos (That Santa Fe Channel de 2018 y Cordovas de 2017), que en sus interpretaciones en directo ganan muchos enteros, más alguna que otra cover de su más directas fuentes de inspiración hicieron las delicias del público, que esta vez sí abarrotaba la sala, hasta que un pletórico y mayúsculo “Sweet Home Chicago”, la multi-versionada canción de Robert Johnson de 1936, puso el punto y aparte hasta que volvieran a salir para interpretar los lógicos bises.

Y aquí viene el único “pero” a lo que hasta ahora había sido un concierto inolvidable, para continuar con la fiesta y supongo que como un detalle para el público español en esta gira por la península, Cordovas decidió “regalarnos” una versión del “Agua” de Jarabe de Palo.

Sentimientos encontrados, por un lado se agradece que la banda se preocupe de quedar bien con sus seguidores y de que sean capaces de llevar la versión a su terreno, imprimiéndole su sello y personalidad, pero por otro……………..no podrían haber elegido un tema más adecuado y más acorde con nuestros gustos ?

Qué le vamos a hacer, la anécdota de la noche.

Después de este jarro de agua fría, o más bien templada, vendrían dos temas más y, como siempre suele suceder en esta emblemática sala, las consiguientes fotos con el personal y la firma de discos, entradas y demás.

A pesar de la sorpresa de un final inesperado en los que, por una vez, creo que sobraban los bises, hay que reconocer que Cordovas goza de un futuro brillante y esplendoroso.

Geniales !!!

Jose Antonio Serrano Sabaté