Crónica y fotos del concierto de Nebula - Sala Upload (Barcelona), 25 de octubre de 2019

Los nuevos Nebula convierten la Sala Upload en un festival

Datos del Concierto

Bandas:
Nebula
 
Fecha: 25 de octubre de 2019
Lugar: Sala Upload (Barcelona)
Promotora: Last Tour
Asistencia aproximada: 150 personas

Fotos

Fotos por Pau Rosell

Era viernes 25 de octubre de 2019 y a pesar de que las temperaturas estuvieran empezando a bajar en la ciudad condal, no iba a ser así durante casi dos horas en la Sala Upload a partir de las 21:20 de aquel día, donde Nebula iba a traer su desierto particular al Poble Espanyol. Creo que no fui el único que no fue capaz de encontrar por ningún lado los horarios reales del bolo, por lo que por si acaso, tuve que plantarme allí desde las 20:00, cuando estaba anunciada la apertura de puertas, a juzgar por la cantidad de gente que desde tan temprano estaba allí como yo, y al entrarse por el la entrada principal del Poble Espanyol, las puertas abrieron significativamente más tarde de lo anunciado, pero bueno, aproximadamente unos ochenta largos minutos después, teníamos a Eddie Glass y compañía y sobre el escenario de Upload dispuestos a reventarlo.

Como ya dijimos hace una semana, tras casi diez años de silencio por su parte, Eddie Glass, quien fuera una parte importante de los míticos Fu Manchu, una de las bandas más influyentes en esto del stoner/desert rock de los ’90, volvía a publicar un disco de estudio, Holy Shit (2019), y por suerte Barcelona era una de las paradas en su gira de presentación y no podíamos perdérnoslo. La sala se había ido llenando poco a poco y cuando el power trio californiano se subió al escenario estaba bastante llena, dentro de su limitado tamaño, y la cosa no podía empezar de mejor manera cuando empezó a sonar “To The Center” para abrir la velada, como también hicieran para abrir el disco que lleva el mismo nombre diez años atrás. Tras el corte más lento y tranquilo de este temazo, las pulsaciones iban a subir y tras una enérgica y potente intro de Mike Amster a las baquetas, era el turno de “Do it Now”, trallazo de corte más punk en el que dejaron claro la energía que desprenden. Destacar en este tema el buen trabajo del encargado de las cuatro cuerdas, que diría que en este bolo no era el principal de la banda, tapando perfectamente los huecos mientras Eddie se marcaba unos frenéticos solos, y la energía de Mike tras los parches, al cual ya había visto en directo en otra ocasión junto a Nick Oliveri y las dos veces he flipado con su energía y entrega.

Tras este muy buen comienzo en el que la única pega que se podía poner era el sonido del micro de Eddie, durante un caluroso aplauso de un público muy entregado desde el minuto cero, este aprovechó para felicitar el cumpleaños a su bajista, lo que fue el inicio de la fiesta que iba a ser todo el resto del concierto. Y ahora sí, tocaba un primer contacto con el nuevo material y con el sonido que más representa a la banda, y es que este “Man’s Best Friend” desde sus primeros acordes en la intro te transporta directamente al puto desierto, y es sin duda uno de los temas más Nebula del disco. También el volumen del micro de Eddie mejoró notablemente en este tema. La intensidad iba a bajar un poco en los siguientes minutos, ya que dentro de Holy Shit era el turno de la genial “Messiah”, calcando el inicio del álbum, y en la que destacan los continuos cambios de intensidad y velocidad durante sus casi cinco minutos de duración, y en directo los solos de Glass llenos de energía con toques arabescos perfectamente acompañados por los dos fieras que le acompañaban.

Algo que no pararía durante el resto de concierto iba a ser la continua interacción público-banda, lo cual en una sala como Upload se agradece debido a la cercanía que hay entre ambas partes, y una de estas interacciones fue la de regalar cerveza a los de las primeras filas, lo que me pareció un gran detalle. Y bueno, volviendo a la música, íbamos a escuchar el primer tema de su último trabajo hasta este Holly Shit, y nada más y nada menos que “Aphrodite” hizo los honores, para seguir sin descanso con “Giant”, cuya hardrockera intro fue de lo mejor del bolo hasta el momento, seguida de un sonido más pesado tras la intro y de varios momentos psicodélicos también made in Nebula, a lo que también sin descanso continuaron otros trallazos como “Full Throttle”, cargado de psicodelia, o la nueva y oscura “Tomorrow Never Comes”, con toques más doom, y aquello se había ido volviendo una auténtica locura.

Tras un pequeño descanso y repartir un par de cervezas más entre el público, llegó el turno de los clásicos y “Down The Highway” y “Freedom” despertaron a los más nostálgicos. Tras una brutal “Freedom” Eddie hizo un primer amago de despedirse pero el público tenía ganas de más y así se lo hacían saber a grito pelado desde la pista, por lo que a pesar de casi estar quedándose sin voz, Eddie entonó los primeros acordes de la paranoica “Out of your Head” para seguir con la fiesta, y a mí me dio la impresión de que a este se le empezaba a ir la olla y a abusar demasiado del vibrato, pero no se puede dudar de la energía de ninguno de los tres, así como de la del público, que había montado un buen tumulto moviendo un mosh pit que siempre se había mantenido a un lado de la sala, por toda ella intentando que todo el mundo se metiera, lo cual tuvo sus detractores a juzgar por algunas caras, pero era un show de Nebula.

Con todo ya disparatado aún quedaba un rato y volviendo a Holy Shit era el turno de “Witching Hour”, otro de los platos fuertes de este, para mí, gran trabajo. Durante este tema el señor bajista y Eddie se animaron a hacer un bailecito que casi acaba en tragedia cuando Eddie se resbala y casi acaba en el suelo, pero supo salvarlo y seguir tocando a pesar de su estado, no sin dejar de hacer el show e incluso equivocarse un par de veces con la guitarra, pero eso sí, sin parar el espectáculo y la locura en la que aquello se había convertido. Todavía quedaban fuerzas antes de irse para “All The Way”, en cuya intro destaco el trabajo y la energía que seguía desprendiendo Mike calladito desde atrás, mientras Eddie seguía a lo suyo, dándole al vibrato, cuando atinaba a encontrarlo, y buscando la siguiente canción en su móvil. La encontró y esta era “Anything From You”, que seguida de, como no, “Let it Burn”, fueron un final de fiesta cojonudo, en el que Eddie, que llevaba un rato tranquilo, se animó incluso a tocar la parte final del solo con la guitarra entre las piernas, pasársela de atrás adelante cual balón de basket, luego a tirarse por el suelo y ya, por qué no, a tirar la guitarra para atrás de una patada y acabar el tema jugando con su pedalera desde el suelo, mientras sus escuderos hacían lo que mejor saben hacer mientras esperaban a que este volviera, al más puro estilo The Stooges. Cuando volvió a levantarse y a coger su guitarra amagó con reventarla contra el suelo, pero todo se quedó ahí y se despidieron de un público que lo daba todo y que parecía haberlo pasado en grande. Yo entre ellos.

Pero no, esto no había sido todo, tras unos minutos volvían al escenario y el bajista apareció cargado de birras que repartió una vez más entre el público, siendo ovacionado por ello. Aquello era una fiesta y no iba a parar, no todavía, y la zepeliana “Smokin’ Woman” fue ideal para continuarla, y parece que el descanso antes del encore sentó bien a un Eddie que se marcó unos solos brutales durante este temazo, a lo que siguió un mini solo de batería de Mike tras el que la locura volvió a desatarse tras el sonido más sosegado del inicio “Smokin’ Woman”. No quedaba mucho más tiempo así que llegó el turno de “Atomic Ritual”, que fue brutal, con un Eddie algo más centrado y otra que, me van a perdonar pero no fui capaz de reconocer, e hizo que algunos se quedaran con ganas de escuchar “Sonic Titan”, pero en fin, esto sí que había sido todo. La verdad que el concierto en términos generales me sorprendió gratamente. Puede que tampoco fuera con unas expectativas muy altas ya que hacía años que no se sabía de esta gente y que además venían con un line up diferente, lo que sí saco en claro, es que puede que la banda en directo pierda calidad en su sonido, si lo comparas con los álbumes, pero todo eso lo ganan con la energía que desprenden estos tres animales, capaces de montar una buena fiesta allá donde vayan.

Pau Rosell
Sobre Pau Rosell 45 Artículos
Como rockero nacido en Canarias y en los 90 (¡El Nu Metal mola!), me pasé la infancia luchando en todos los recreos para poner mis discos; “…And Justice For All” siempre era uno de ellos. En esto del rock desde que escuché por casualidad Deep Purple, a lo que siguió Led Zeppelin y ya no hubo vuelta atrás. Pasión por la música desde niño, prácticamente todos los estilos que derivan del rock, aunque un poco hater con el Glam. Guitarrista amateur, batería frustrado, y con ganas de adentrarme en este mundo como algo más que un hobby.