El combo compuesto por Ena Estrella y VC Fernández, que ya habían creado proyectos como Doom Desire o Valgud, vuelven a la carga, esta vez alejándose de su acostumbrado black metal y ofreciéndonos con Lost sacrament un cuidado trabajo de power metal sinfónico que no tiene desperdicio.
Tras la introductoria “Awakening”, despega el álbum con “Celestial Chasm (In a Lost Sea of Stars)”, volcándolo todo desde el comienzo y dando al tema un sonido épicamente desgarrador. Como tarjeta de presentación no se le puede pedir más.
Cargada de fuerza entra “Voice of Illusion”, con una base contundente repleta de riffs puramente heavys y una batería arrolladora, mientras los teclados se encargan de acolchar la composición.
Una estructura similar encontramos en “Forbidden Touch”, en la que juegan excepcionalmente con los cambios de ritmo y los silencios. Mención especial se merece el papel que hace Ena durante todo el disco, con una voz que en ocasiones, como en este caso, llega a ser hipnótica.
Dan una pequeña tregua con “Rejuvenation” como acústico interludio, limpio y sobrio, que sirve de antesala a la brutal “Trial of the Flame”, cinco minutos de intenso power metal sin contemplaciones, dispuesta a electrizar a todo aquel que le preste atención.
Para recuperar el ritmo de las pulsaciones relajan un poco el ambiente con “Disease in the Outer Realm”, donde de nuevo la mezzosoprano se luce de una forma impecable, añadiendo al segundo tramo del corte una fusión de sonidos thrash y sinfónicos que le dan toda su personalidad.
“Cure in the Dream Sequence” se reengancha al sonido más potente, aliñado con ritmos y melodías que se anclan en el cerebro con solo una escucha, en parte gracias, una vez más, a los sempiternos teclados y su rol de imprescindible compañía.
En “Radiate” nos sirven un relajadísimo tándem guitarra/voces, que de nuevo vuelven a contrastar con la potencia del tema que le sigue, “Within These Walls”, que cerrará el disco remarcando la calidad y fuerza de la que la banda puede hacer gala. Una última demostración de buen hacer, que remata el disco de la mejor manera posible.
No tengo ni idea de si esta nueva aventura de la pareja será duradera o algo más efímero, pero lo que sí puedo asegurar sin ningún atisbo de duda es que es algo que se han tomado muy en serio, y que ha merecido la pena. Habrá que esperar para ver con qué nos sorprenden la próxima vez.