Es impresionante el nivel de MCC, grupo liderado por el exguitarrista de Ghost Omega y de nombre Martin Persner. (Posiblemente) estaríamos hablando del ex amigo de infancia de Tobias Forge. No me corto a la hora de decir que estamos ante uno de los discos del año pues su post rock, cargado con progresivo emocional y muchísima influencia de los suecos Ghost, convence. Pero… es que si hay gente que todavía lo duda: Forge sacó de Magna Carta Cartel todos los cimientos de su proyecto unipersonal.
MCC es una especie de híbrido entre Steven Wilson, Anathema, el post rock de los 80 de la mano de grupos como Simple Minds o The Sisters of Mercy y Ghost. Los hermanos Persner brillan con luz propia a pesar de lo cenizo y oscuro de su música. No se prodigan mucho en estudio, así que muchos temas tienen ya bastantes años, por lo que los años pandémicos les han dado tiempo suficiente para elaborar un disco realmente logrado y bello.
La programación y esos dejes de Ghost impregnan ese enorme single titulado “Darling” con guitarras floydianas, sensaciones de espacios abiertos, melancolía de fondo y melodías pop irresistibles. Los temas no son para nada largos, y cuando se enfundan las acústicas consiguen un material de bandera como es el caso de la bellísima “Sleepy Eye June”. Las guitarras eléctricas dibujan fraseos para esa voz susurrante de Martin, con mucha templanza y clase. A ello se le suman los detalles de teclado y esas voces distorsionadas de fondo.
El tema que da título al disco y que lo finaliza impresiona por ese teclado tan evocador y esos dejes tan a lo Ghost. Hay una voz femenina invitada que le da un plus a una canción que avanza entre brumas. Aquí la influencia de Anathema es palmaria… Contrariamente el tema que abre fuego en esta obra es “Arrows” en la que hay juegos sabios de texturas e intensidades, ideal para introducirte en la propuesta de este trío sueco.
“Silence” juega con los ecos de las guitarras de los Persner y la tercera de Pär Glendor, que también se ocupa del bajo. Es un disco muy homogéneo y el material es tremendamente compacto y fiable, fácil a la escucha y te entra de buenas a primeras. En otro de los singles “Savantgarde” vuelve ese tratamiento de las guitarras tan atmosférico y amplio, con letras tristes y la presente batería de Arvid. Es poseedora de uno de los estribillos más perfectos del disco.
El tema más extenso del disco es “Don’t Look Now”, una joya de largo recorrido y centrada en un rasgueo de guitarra con variaciones prolongadas con la magnética voz de su líder. Hay parones muy bien ejecutados y posiblemente sea la canción ideal para entrar en su música, que, como Ghost, tiene algo de ABBA en la progresión de acordes.
“Tamsa” quizás sea de lo más prescindible por el hecho de que el peso recaiga tanto en la programación, quedando muy atmosférica y ambiental. “Valkyria” mantiene fijados los mismos patrones, pero el grupo se siente cómodo y fluye con naturalidad y mucha calidad, pero se pierde más en las capas de sonido que en la línea vocal. “Dusk” completa el disco con un ejercicio instrumental de complemento y ornamento, poco más.
Magna Carta Cartel es una banda a descubrir especialmente para todos los amantes de Ghost. Es un disco espectacular si bien tiene altibajos y un tramo muy centrado en el shoegaze y en los juegos atmosféricos, pero cuando el grupo tira de línea vocal y estribillo de relumbrón, convence a manos llenas. Me parece don Martin Persner un tipo realmente digno de admirar y seguir y si escuchas el disco verás que Tobias Forge tomó buenos apuntes de su amigo de infancia. Recordad que en MCC está todo el inicio de Ghost.