Mamá Ladilla enloquece en la sala Wolf

Entramos en la sala a poco de empezar el concierto de Mamá Ladilla y la estaba a medio llenar. Pasados unos minutos de la hora programada, Abel, Sergio y Juan aparecieron en el escenario, contaron un par de chistes de los suyos y, al fin, arrancó el espectáculo.

Al principio, la audiencia se mostraba un tanto pasiva, aunque algunos en la primera fila bailaban y tarareaban las canciones. La energía de la sala no estaba al tope aunque poco a poco se iba animando. Comenzaron interpretando temas de sus primeros discos para luego mezclarlos con las nuevas composiciones de su último trabajo, Exhuma y sigue.

Conforme avanzaba el concierto, la sala se fue llenando y el público parecía estar más y más loco cada vez. Interpretaron algunos de sus grandes éxitos como «Janfri Guein», «Naces, creces, te jodes y mueres», «Me la pela», entre otros. Algunos incluso lanzaron objetos al escenario, como una camiseta o una gorra con hélices de colores que Abel usó como sombrero durante todo el bolo.

Al llegar al ecuador del concierto, tocaron «Obcequeitor» y la situación de la sala cambió drásticamente… Se desató el primer pogo, que creció progresivamente a medida que avanzaba la noche.

En un momento, entre bromas y comentarios que utilizaban para recuperar energías entre canción y canción, Juan Abarca mencionó que necesitaba hacer una pausa para sacar las cervezas que había tomado. Abandonó el escenario por unos minutos, mientras Sergio y Abel, procurando no aburrir al público, contaron algunos chistes malos que arrancaron risas un poco forzadas.

Sin embargo, la verdadera sorpresa llegó cuando Sergio empezó a tocar un solo con el bajo, que inicialmente parecía algo forzado, interpretando la melodía de una canción popular. Repentinamente, sorprendió a todos con un complejo solo de bajo, aunque la cosa no iba a acabar ahí, seguidamente, después de tomar unos sorbitos de agua, utilizó su misma botella vacía para continuar su solo usando esta vez la botella a modo de púa, cosa que emocionó e hizo gracia al público. La cosa iba en aumento, y la sorpresa fue aún mayor al finalizar el solo de Sergio. Acto seguido, Abel siguió con el solo que Sergio había empezado con la batería. Mostró una destreza asombrosa aumentando progresivamente la velocidad de las notas mientras ponía caras raras con su gorra de hélices regalada por uno de los asistentes. El ritmo no paraba de acelerar vertiginosamente, cosa que enloqueció al público. ¡Flipante!

Tras la vuelta de Juan Abarca, el concierto retomó su curso y avanzó hacia la recta final con una traca de sus mejores temas, como «Primavera», «Mi nave (mix)» y su canción en austro-húngaro «Cunnilingus Post-Mortem», sin duda, uno de sus mejores trabajos. A partir de ese momento, la sala ya se había llenado, y los bailecitos tímidos en primera fila se habían transformado en una olla que llegaba a mitad de la sala, con cervezas volando a cada momento y bailoteos aleatorios de los asistentes.

Para cerrar el concierto, interpretaron «Ataca», uno de sus temas más punkis, con un ritmo frenético que entusiasmó al público y desencadenó un pogo impresionante que llenó la mitad de la sala, aunque, lamentablemente, de esa forma llegaba el final de la velada.

Al finalizar, la sala estaba completamente llena, en marcado contraste con el inicio del concierto. Se escuchaban murmullos de aprobación y elogios sobre el espectáculo, así como comentarios positivos acerca de la forma en que el grupo seguía manteniendo su vitalidad después de tantos años en la escena. 

Setlist:

Flipalo
Cosas que joden
Triceràtops
Janfri Guein
Atente a tu tonta tarea
Permanentemente pendiente
Naces, crece, te jodes y mueres
Me la pela
Piruletas
Heavy Metal
Precisamente aquí
La paja
Obcequeitor
Sancho Panza
El principito
Aparta, papá
Surfin’ papa
Tu fiesta
Primavera
Mi nave “mix”
Cunnilingus Post-Mortem
Sucedió en Beckelar
Esos sí que son punkies
Chanquete ha muerto
Ataca

Oriol Sellés