Mambo Kurt: el hereje que profanó el Leyendas del Rock

Quiero hacer explotar mi órgano, pero los bomberos siempre me dicen que no lo haga” (Mambo Kurt)

El nombre de Mambo Kurt no es muy popular en tierras hispanas, pero en Centroeuropa goza de una importante popularidad. No es para menos, pues su propuesta es arriesgada como pocas, si bien posee también infinidad de detractores que ven en su trabajo algo profano y ofensivo. El sr. Mambo Kurt es un tipo realmente especial, de look retro y armado con unas enormes gafas oscuras que lo esconden del presente. Parece un anacronismo con patas, y, de hecho, lo es, pero su concepto de espectáculo es tan único como original.

Él y su órgano de grandes dimensiones (el heimorgel), según él, el más grande que haya existido sobre la faz de la Tierra, divierten a legiones de rockeros a base de versiones de clásicos absolutamente delirantes. Nirvana, Slayer, Iron Maiden, Rammstein… nada escapa a su machacón y personal estilo. Tampoco posee una gran voz, pero tanto da, cuando las cervezas suben a la cabeza de su público le tratan como a una leyenda del rock. Mambo Kurt es fiesta en estado puro.

Trayectoria y concepto

Mambo Kurt ya nos da pistas con su apodo de que con él lo vamos a pasar bien, y así es. Dentro del heavy metal no son muchas las bandas que lleven el humor por bandera y que lleguen a triunfar, y don Mambo, lo ha conseguido de la forma más simple: adaptar todos y cada uno de los clásicos del rock y el metal a la polka, bossa nova o sencillamente reducirlos a la mínima expresión. Repito y subrayo: Kurt no canta bien, no tiene voz para atacar esos grandes clásicos, pero… tampoco le hace falta. Su show tampoco es dinámico, pues tiene que estar detrás de las mastodónticas teclas negras y blancas de su heimorgel. Su actitud es incluso fría a pesar de que sabe divertir, entretener e incluso encandilar a base de movimientos extraños y expresividad corporal.

Yo definiría mi estilo como elektro-punk tocado en Heimorgel, así, sin más”. (Mambo Kurt)

Supimos de él pues en el mayor festival de heavy metal del mundo, el Wacken de Alemania, toca absolutamente cada día. Es junto con los bomberos septuagenarios del pueblo de Wacken (no es ninguna broma), uno de los shows diarios a los que uno podía asistir cada día a mediados de la década pasada. Evidentemente, la primera vez que vimos al bueno de Mambo Kurt en escena la sorpresa fue mayúscula, pues choca que el festival más grande del mundo deposite en alguien como Kurt tanta responsabilidad.

El teutón ataca diferentes versiones de Iron Maiden, AC/DC, Metallica, Nirvana, Guns N’ Roses, Rammstein… pero también se atreve con Abba o con Billy Talent. No hay banda que no se atreva a versionar. Todo suena a Mambo Kurt pues su voz es la que es: áspera, con acento teutón y fría. Pero el éxito de su propuesta reside en los fans. El material es conocido por todas las hordas asistentes a su ceremonia profana en la que, para muchos, mancilla el nombre de todos los artistas legendarios. Pero pronto callan las voces críticas y se unen a la marabunta que parece encantada con lo festivo y lo original que escupe su anticuado órgano. Sobre unas bases MIDI cutres repasa toda la historia del rock consiguiendo que los presentes se abracen y hagan de su performance un karaoke masivo bañado en alcohol.

Quien crea que el tipo es un freak sin más deberá saber que Kurt ha sido un habitual de la televisión germana y que participaba en un “Late Night Show” televisivo de máxima audiencia. “Me lo pidieron y les dije que sí”, nos cuenta Kurt. Evidentemente el tipo sabe que su propuesta pasa por ir renovando el material una y otra vez y, posiblemente, la idea de incluir el “South Of Heaven” de Slayer ha sido su mejor acierto.

Escuchar el devastador solo de guitarra de Kerry King interpretado a sonido de “Casiotone” hizo que hasta el más fanático de los fans de los americanos terminara rendido ante su peculiar trabajo. Y es que el humor y el poder reírse de todo un movimiento es algo que el rock ha tardado en poder digerir. Y ya no digamos el heavy metal, pues hay todavía mucha gente que ve en todo ello una afrenta y considera que menos risas y “más luchar por el metal”.

Su show en Leyendas del Rock

No era ni el sitio ni el lugar, pero Mambo Kurt tenía entre ceja y ceja venir a tocar a España hasta el punto de que tras la entrevista de 2010 me pidió ayuda para que le presentara contactos. Wakcen es Wacken, Alemania es Alemania y el Leyendas del Rock 2014 nunca será un espacio que verá con buenos ojos algo como lo que hace Kurt. Los veteranos del festival alemán sabían a lo que iban, el resto vio en ese concierto un insulto a la música, al festival, al heavy metal y a los centenares de grupos que están en locales echándole horas.

Nada funcionó, el feedback entre músico y público quedó en poco más que caras esbozando una mueca de sorpresa. “Normalmente en Alemania cuando hago sonar la música de Mario Bros la gente hace Walls of Death”. Pero no lo hizo Villena. Algunos calificaron el concierto de lamentable y cuando invitó a la gente a subir a escena nadie lo hizo. Un amigo alemán y yo subimos y luego el efecto llamada hizo el resto. Le pudimos saludar y mi compañero teutón le dijo que venía desde Berlín a verle. El único consuelo de un Kurt que vio que los festivales europeos y los hispanos tienen grandes diferencias…

Su directo

Sus trucos de directo son tan sencillos como funcionales. Le hemos visto invitar a escena a bellas damas con las que se marca unos bailoteos en plan vals a ritmo del “Final Countdown” de Europe. En un show en Wacken la “invitada” era una amiga suya que terminó con las bragas en la mano haciendo la bandera. Un truco quizá visto y fácil, pero efectivo, y que desencadenó las carcajadas de los presentes. En su intento de ir más allá y dentro de lo limitado de su show (limitado por ser él mismo quien lo hace todo) le vimos destrozar su órgano con una motosierra e ir repartiendo los pedazos de órgano ante la entregada audiencia. Hay varios videos en Youtube en los que podemos ver tamaña hazaña.

Según nos respondió en la entrevista, el truco que siempre ha soñado hacer es el de volar su propio órgano con dinamita, pero claro, los bomberos siempre suelen prohibirle semejante ocurrencia. En la edición de 2010 de Wacken Mambo Kurt vendía en la zona de merchandising unos peluches de él mismo, ataviado con su traje vintage blanco, sus gafas y el enorme órgano. Toda una pieza de coleccionista.

Otro efecto interesante que producen sus directos es el pogo, violencia, walls of death y circle pits que se generan en directo. Su música no invita precisamente a desatarse y a golpearse, pero sencilla y llanamente, es ya toda una tradición. Él mismo nos lo cuenta: “Sí, la gente siempre hace esas cosas cuando Mambo Kurt toca en directo”. Le divierte y sabe que es buena señal. Yo mismo he podido vivir la furia y el juego de contrastes que surgen en sus directos. Quizá sea todo ello algo absurdo y freak, pero es divertido. Y si algo posee Mambo Kurt es diversión. La posmodernidad a la que estamos destinados es la que hace que, si algo es original, valga la pena y triunfe. En los últimos 13 años solo ha editado un disco, por lo que presumiblemente el proyecto es más de directo que otra cosa.

Jordi Tàrrega
Sobre Jordi Tàrrega 1372 Artículos
Coleccionista de discos, películas y libros. Abierto de mente hacia la música y todas sus formas, pero con especial predilección por todas las ramas del rock. Disfruto también con el mero hecho de escribir.