Des de tierras mallorquinas ha aparecido una interesante propuesta de post metal de raíces industriales con ecos a Linkin Park. Es un proyecto fantasma, de esos a los que se les da vida en estudio y en los que no hay voluntad alguna de llevarlos al directo. Un poco como los Gorillaz. En un principio el grupo era meramente instrumental, llegando a sacar cuatro EP’s y habiendo puesto música para un videojuego. Algo que no está nada mal para ser un proyecto salido de la nada…
Y el tiempo ha ido pasando y ya tienen 10 años. Pero detrás del nombre de Manacore (bonito juego de palabras que incluye la célebre población mallorquina en la que nació Rafa Nadal) hay reputados músicos de la escena balear como son los hermanos Miquel y Guillem Martí Bibiloni. Ambos poseedores del estudio de grabación Can Recó. Las letras están en catalán y destacan por lo trabajado de las mismas y por un muy buen gusto compositivo que va del punk, al grunge, el post hardcore y a los dejes maquinales.
De largo lo mejor del disco es “Despreci”, tema ideal de apertura, muy trabajado y adictivo, de base industrial y con las voces de Joan Adrià Pistola mientras que en “Voles baix” hay un acercamiento 90ero al grunge con excelentes resultados. Tiran de efectos y de una gran línea vocal con esas guitarras de afinación baja combinadas con la programación.
Esa misma tecnología ambiental y bien llevada es lo que comanda la nave sideral en el tema homónimo, muy evocador y ejemplificante de lo que son Manacore. Ritmos maquinales y ambientes opresivos con la susurrante voz de Joan. Como me van más las guitarras destacaría más “Esclaus” en la que hay juegos de coros y un aura totalmente positiva. La inclusión sabia de esa voz cercana al growl les vuelve a acercar a Linkin Park, pero hay también ese poso grunge que tan bien les sienta.
Quizá en la mezcla hay momentos en los que las voces deberían estar algo más subidas, caso de “Pura ràbia”, que tiene ese encanto popero combinado con la contundencia general y la voz opresiva del vocalista. “Foc” viene con temática infernal, vuelven a lo opresivo y maquinal y añaden una batería acústica en el tramo final. La sencillez y lo directo de “Neurolèptic” muestran su cara más agresiva en un ejercicio de post hardcorerealmente logrado, que viene tras una intro sampleada.
Lo cenizo-tecnológico te golpea duro en “Mestre total” en la que nos metemos de lleno en ritmos maquinales y casi prescindimos de los instrumentos tradicionales. Eso no quita que la canción enganche, y mucho. Volvemos a los terrenos más grunge en la pesimista letra de “Sa fosca”, de aires Soundgarden. Otro buen tema que contrasta con “Agonia”, pieza en la que destaca el patrón de batería y ese final muy a lo Nirvana de su primera obra.
Una de las más agradables y “simpáticas” es la final “A ca meva”, de riff machacón y aura de felicidad en un medio tiempo templado y bastante directo. Explora las relaciones personales fraternas y demuestra un espíritu bastante punk. “Sang” es breve y de lo más contundente, con la batería de tirando de pegada y a vueltas con los juegos de voces bien combinados con aires Nirvaneros. Toca destacar también el gran trabajo de letras.
Manacore llevan ya 10 añitos de trayectoria y disfrutan de las facilidades del estudio y de poder dar rienda suelta a este proyecto atractivo y diferente que te demuestra que en Baleares empieza a poder presumir de una escena absolutamente variada en lo estilístico. Una grata sorpresa, por lo que les agradecemos que se hayan puesto en contacto con nosotros para descubrirles. Estaremos atentos de lo que nos puedan ofrecer, pues Perduts al forat engancha.